Luis Razquín denunció amenazas y renunció a su candidatura a defensor del Pueblo.
Esto significó, en la práctica, que se retirara la lista completa que había presentado el partido PAIS (Política Abierta para la Integridad Social) y que estaba integrada, además, por Rosana Paz, Marcela Toledo y Teresa ‘Cuqui’ Porciani.
Razquín explicó que decidió renunciar a la postulación “luego de tantos obstáculos que hemos venido sorteando”.
“Vaya nuestro agradecimiento a los que siempre han tenido la intención de que participemos, pero todo tiene un límite. Se ha llegado a recibir amenazas telefónicas anónimas. Creo que ya es lo último y caen muy bajo y ante mi enfermedad (EPOC crónico agudo), no me encuentro en situación de soportar angustias ni malos momentos. Creí que presentarse a esta elección sería un juego limpio, pero al ver que hay demasiados intereses prefiero retirarme y cuidar mi salud. He conocido chicanas a lo largo de mi vida pero no esta inhumanidad. Renuncio con dolor”, dijo, Y se preguntó: “¿a quién podríamos haber molestado?”
“Siendo un partido chico, sin estructura, ni poder, lo único que se quería era participar, pero se ve que a alguien molestamos”, afirmó.
En diálogo con La Jornada insistió con que, “han ensuciado y contaminado una elección que podría haber sido muy limpia”. Y aunque evitó personalizar las acusaciones, habló de que hubo “infiltrados” en el grupo que trabajaba desde octubre pasado para llevar adelante la propuesta.
En este punto advirtió que, “cuesta muchísimo formar un grupo de política porque la gente está con miedo”.
De todos modos, su mensaje a los ciudadanos es que “participen, que se metan en política, en el partido que sea”.
“Si tuviese otra fuerza no aflojaría ni un poco. Pero por mi enfermedad me agarraron débil”, lamentó.
Cabe recordar que la lista de PAIS tuvo una accidentada participación en el actual proceso electoral. La candidata a defensora del Pueblo que se inscribió en primer lugar, Susana Carrizo Vallier, debió ser reemplazada por Razquín porque no cumplía el requisito de residencia. Y ahora, finalmente y tras las amenazas, la decisión fue no participar de los comicios.
Nota correspondiente a la edición n° 467 del semanario La Jornada, del 28 de mayo de 2017.
