Producciones independientes, la otra oferta cultural de Carlos Paz

Por Jorgelina Quinteros

Villa Carlos Paz es mucho más que el teatro comercial y convencional. Las figuras teatrales porteñas tienen el horario central en los programas de espectáculos y chimentos de la tarde. Las obras son promocionadas desde octubre en los canales con más rating de la televisión argentina, nutridas por el escándalo. Muchos protagonistas de la cartelera teatral de la ciudad surgieron del “semillero” que es el programa “Bailando por un sueño” del empresario Marcelo Tinelli.

Las producciones con mayor cantidad de entradas vendidas tienen todas personalidades famosas de Buenos Aires que las encabezan: Flavio Mendoza, Florencia de la V, Carmen Barbieri y Pedro Alfonso. Sorprendió al sector la buena temporada que está teniendo el dúo cómico Camilo y Nardo. Son cordobeses y se hicieron conocidos a través de la difusión de videos humorísticos en las redes sociales.

Frente a estas propuestas hay un circuito cultural conformado por producciones locales, grupos teatrales independientes y obras que invitan al público a asumir nuevos roles e interactuar con el espacio y los actores desde otro lugar. Se ofrecen en espacios públicos autogestionados y acondicionados por los elencos o cedidos por el municipio e instituciones de la ciudad.

Sus campañas de difusión se basan en el boca en boca (la forma más efectiva de llegar al público para estos proyectos), los medios locales y las redes sociales. Los espectáculos son con entrada libre y a la gorra o tienen precios módicos y accesibles en relación a la oferta comercial.

Actores, bailarines, payasos, acróbatas, estatuas vivientes, titiriteros, humoristas, cantantes participan de proyectos gestados con mucho compromiso, profesionalismo y sobre todo “amor al arte”.

Son propuestas alternativas que buscan acercar un mensaje diferente a su público. Algunas producciones llevan más de 10 años de trabajo en nuestra ciudad, apostando a los talentos locales y fortaleciendo lazos de solidaridad, en un ambiente caracterizado por el compañerismo y el apoyo mutuo.

Teatro ciego, espectáculos de circo y clown, teatro de inmersión, show de stand up o unipersonales, obras de transformismo, teatro para niños, obras de títeres. Hay una variedad de espectáculos distribuidos en diferentes ámbitos de la ciudad.

Las iniciativas van más allá de las salas teatrales convencionales y se ofrecen en la peatonal del centro de Carlos Paz, restaurantes, confiterías, plazas, espacios culturales y algunas hasta en edificios abandonados que fueron reacondicionados, como es el caso de “Pabellón Tornú”.

El municipio habilitó a nueve grupos de circo, payasos y humor para que utilicen cinco espacios públicos de la ciudad para realizar diversos shows. Dos producciones comparten un mismo espacio y realizan en general dos funciones por noche cada uno. En la Plaza del Fundador (detrás de la iglesia Del Carmen) están los payasos Garabatitos y la payasa Alelí, en la Plaza del Avión hacen su espectáculo Los Hermanos Macana, en el Paseo de los Artesanos están Circo Piskui y Compañía Simpañia, en el puente Carena hace el show el Payaso Pururú y Circulando en el Puente; y en la Plaza Renacer, frente al Paseo, El Circo de Pochoclín y LaPlume.

A su vez, también se otorgan permisos para los artistas que están en la peatonal y hacen otro tipo de espectáculos como globología, show de títeres, estatuas vivientes y magia, entre otros.

 

Marketing de boca en boca

Nuestra ciudad atrae a turistas que buscan acercarse al mundo de los famosos y participar de obras donde pueden ver en vivo y en directo a quienes inundan las pantallas de la televisión en sus casas. Sin embargo, también, hay visitantes que se interesan por otro tipo de espectáculos y que se vuelcan con mucho entusiasmo a este tipo de propuestas alternativas.

Desde el sector, se calcula que es muy importante el público que vive en localidades aledañas y vienen a nuestra ciudad a disfrutar de su oferta cultural en la temporada de verano. Se interesan por las obras más comerciales, pero también alimentan el público de producciones que no se desarrollan en Carlos Paz el resto del año y que están fuera del circuito de difusión masiva.

Creció muchísimo esta oferta cultural en la ciudad. En el 2003 empezamos a trabajar en el Paseo de los Artesanos y, desde el 2006, estamos en el espacio que ocupamos ahora en la Plaza de la Cultura”, destacó Ricky del Circo Piskui. Actualmente, tienen gradas para 250 personas sentadas, además de una inversión en una estructura para realizar acrobacias, sonido y luces, todo de producción propia. “Año a año vamos agregando cosas, se parece más a un teatro. Seguimos invirtiendo, la gente puede ver cómoda el espectáculo y eso lo valora, ve la producción que tenemos atrás de todo y lo valora más”, remarcó.

Circo Piskui realiza presentaciones durante todo el año en Carlos Paz y otras localidades de la provincia. Todas las temporadas comparten escenario con Compañía Simpañia, oriunda de Buenos Aires pero instalada en la ciudad de Córdoba desde hace varios años. “Antes no había espacios públicos para presentarnos, hoy el 50% del público sabe que hay una actividad, así que ya nos vio y vuelve o alguien le contó y va predispuesto. El otro 50% va caminando, está paseando y se encuentra con esta propuesta”, señaló.

Durante el año preparan diferentes números que después combinan en un show donde alternan lo clásico con lo innovador. Se mezclan las disciplinas, no es un espectáculo de circo puro, sino que fusiona técnicas de teatro, danza y humor sobre todo. “La gente necesita pasarla bien, lo principal es buscar la parte humorística y después el asombro con las acrobacias”, contó Ricky sobre el espectáculo de circo que lleva más de 10 años en Carlos Paz.

Desde hace tres años Teatro Ciego hace temporada en nuestra ciudad. Este año redoblaron la apuesta y ofrecen dos obras para adultos, una para niños y espectáculos a la gorra en su bar al final de la Galería Coral. “Carlos Paz es una plaza complicada ya que vienen muchísimos famosos y más para nosotros que no tenemos nada visual para mostrar. Entonces tenemos que llegar al público explicándole lo que hacemos”, expresó Nicolás Romero, uno de los actores.

Este espectáculo tiene una década de trayectoria en Buenos Aires y ha realizado giras en 30 ciudades de Argentina y cinco países del mundo. La propuesta es participar de una obra en total oscuridad, donde lo que vería el público normalmente en un escenario, aquí “se lo hacemos sentir”, relató el actor.

Diferentes aromas, sonidos y sensaciones conforman la escenografía imaginaria de esta particular propuesta teatral. La oscuridad permite eliminar la barrera de los prejuicios hacia las personas con discapacidad visual y experimentar una historia con otros sentidos. Participan cinco actores, tres son no videntes.

“Nos van conociendo, no tenemos tanto una pelea promocional como la teníamos en años anteriores. Tenemos mejor llegada a la gente. El boca en boca nos sirvió estas tres temporadas para hacerle entender a la gente que lo que van a vivir es una experiencia teatral. Vamos teniendo público sin ir al público, el boca en boca es muy fuerte para nosotros”, explicó Belén Cabrera, cantante y actriz.

La Casa de la Cultura de la Cooperativa Integral es otro de los espacios que se caracteriza por ofrecer espectáculos a la gorra durante la temporada de verano. Este año, una de las propuestas es un musical centrado en el personaje de un taxista que decide poner un centro espiritual para solucionar los problemas de una serie de personajes con diversos conflictos.

La particularidad de ‘V.I.D.A. Un Musical Sanador’ es que es una comedia escrita por Rodrigo Rivero y dirigida por Belén Fuentes, que iniciaron sus carreras en Villa Carlos Paz y producida por el Grupo Teatrarte que está integrado por artistas de Córdoba y nuestra ciudad.

Las canciones son originales y atraviesan todos los géneros musicales, conformando una obra entretenida y dinámica. El elenco está integrado por once actores y actrices que fueron seleccionados a través de un arduo proceso de casting.

También en la obra “Pabellón Tornú”, los bailarines fueron elegidos en una audición donde participó gente de distintos puntos de la provincia.

La directora se refirió a las dificultades que se le presentaron a la hora de animarse a realizar esta producción: “En Carlos Paz la mayoría de los medios le da prioridad a la gente de Buenos Aires, que son a las figuras convocantes. Es una plaza muy difícil estar acá. Si la Coopi no nos hubiera dado el espacio, esto sería imposible. El salón es precioso entran entre 80 y 90 personas y uno arma un teatro no convencional digno”.

Entre los grupos teatrales se generan buenos vínculos. “Creo que hay solidaridad, buen diálogo y todo el mundo desea lo mejor”, manifestó.

Por su parte, Ricky reafirmó que entre los artistas callejeros se da la misma situación. “La idea es generar una alternativa, no es competencia ni con el teatro ni entre nosotros. El 90% de los grupos callejeros nos juntamos y compartimos lo que estamos haciendo y cómo va la temporada”, añadió.

Sobre todo porque está claro que no hay posibilidades de que estas producciones compitan con el teatro de revistas, las propuestas con artistas renombrados o con apuestas como las de “Mahatma” por ejemplo.

El potencial está en ofrecer algo diferente, creativo, novedoso y a un público dispuesto a acceder a ofertas culturales de calidad y gestión independiente.

“Queremos que la gente consuma cultura y cambiar un poco la mentalidad de la extensión de Tinelli y ver otras propuestas de gente que trabaja durante todo el año arduamente para hacer teatro. Hay un consenso, uno desea que a todos le vaya bien porque estamos todos pechando por lo mismo. Acá nadie tiene un nombre, ya no está ese ego de que me creo el mejor, trabajo con mi grupo y te dejo a vos a un costado, porque si haces eso cerrás el círculo y te quedás sin trabajo”, afirmó.

 

Cultura a la gorra

Pasar la gorra es la acción de recaudar el dinero entre el público de una actuación callejera o en un espacio cultural. Más allá de representar el momento en que una gorra va juntando el aporte que cada integrante del público pueda hacer luego de una función y que le pone un valor al espectáculo, cumple una función social que es aún más importante.

Todos pueden participar de una propuesta de este tipo, la entrada no se le restringe a nadie, por más que no pueda sumar dinero a la gorra. Eso garantiza el acceso al arte y la cultura de un sector de la población que no puede abonar una entrada a un espectáculo público. El derecho a la cultura es el derecho a participar, ser parte de actividades culturales. Bueno, la gorra es un medio para acercar esas actividades a todos.

“La gente lo toma muy bien, porque tenemos un público que realmente no puede gastar para una entrada, tenemos gente de todos los niveles sociales y económicos. Esa es la parte buena y gratificante, hay mucha gente que te agradece porque te dice que no puede salir con la familia a un teatro o a un circo. Viendo nuestro espectáculo puede pasar un buen momento en familia y económico. Tenés también la gente que lo valora muy bien y lo paga como una entrada de teatro”, explicó el fundador de Circo Piskui.

Cuando los espectáculos públicos se realizan en plazas y parques donde no se puede cerrar y cobrar una entrada, se suele pasar la gorra. Sin embargo, hay artistas y grupos independientes que realizan obras en espacios cerrados y eligen la gorra desde un posicionamiento ideológico.

“Para que pague el que puede y el que no es nuestro invitado”, dicen Glenda Álvarez y Rubén Di Mauro del Grupo Titiriarte.

Esta temporada realizan una obra de títeres de producción propia todos los jueves en la Casa de la Cultura de la Coopi. Al finalizar la función, todos los niños y niñas comparten un alfajor y un vaso de jugo. “La idea base es que todos tengan acceso a la obra de títeres, no importa si venís por el alfajor, si no tenés para poner en la gorra, no importa si venís con la pancita media vacía. La idea es sensibilizar al niño y a la familia a través de una obra de títeres”, relató Di Mauro, que viene de una familia de titiriteros.

“Es una cuestión ideológica, una decisión de que sea para todos. Cuando era chico no teníamos posibilidades económicas para pagar ninguna entrada de nada entonces esperaba ansioso esos momentos para ir a ver algo. No es fácil, pero vemos la retribución de la gente. La mayoría lo valora y eso para nosotros es un placer”, agregó.

Este grupo independiente de títeres realiza presentaciones durante todo el año en nuestra ciudad y en el verano continúan ofreciendo esta propuesta a la gorra para que compartir un momento en familia no tenga precio. “Queremos un espacio que sea realmente para todos. Hay mucha gente que como nos tocó a nosotros que no podía ir a ver un espectáculo cuando era chico. Es muy importante la cultura para la educación del niño, para la creatividad y los valores. Hacer estas funciones y ver que eso todavía no se pierde, eso nos emociona es lo que amamos y nos gusta transmitirlo”, enfatizó su compañera.

Ricky comparte una opinión similar a la de Di Mauro, el espectador valora muy bien las propuestas que se financian de ésta manera. “El público argentino se comporta muy bien en las gorras. Nosotros tuvimos la posibilidad de viajar por todo el mundo, hemos hecho gorras en diferentes partes y las gorras argentinas son buenas. El argentino está acostumbrado a valorar al artista callejero”, concluyó.

El contacto directo y a veces cercano que tienen con el público caracteriza a estas ofertas culturales. A pesar de que implican un gran esfuerzo personal y un alto nivel de compromiso para sostener estos espacios, emociona la devolución y el aliento de la gente.

“Es difícil como cualquier rubro, pero gratificante cuando compartimos el espectáculo con los colegas y la gente, dando una propuesta alternativa a la actividad cultural donde la familia puede tener una opcióneconómica y pasar un buen momento. El público le pone el valor que puede y les parece que merece el show”, manifestó Ricky.

Otras producciones tomaron la determinación de cobrar un bono contribución que les permita cubrir con los costos de los viáticos que les genera a los actores participar en la obra. “El bono nos permite asegurarnos esos gastos y, después remarla para que venga más gente y tener un margen”, dijo la directora del musical V.I.D.A.

También, reconoció que le costó mucho encontrar una sala para realizar la obra, a pesar de que Villa Carlos Paz es una da las plazas teatrales más importantes del país y, más aún, esta temporada batiendo un récord con más de 60 producciones en cartel.

“Hay una realidad de hace mil años que tiene que ver con que nunca tuvimos un teatro municipal. El salón de convenciones no es un teatro, un teatro tiene que tener parrillas, bambalinas, salidas y buena acústica. Nunca sabes si contás o no con un espacio. Entonces, no puede ser que siendo una plaza teatral turística a esta altura no tengamos un elenco estable carlospacense”, remarcó.

“Al ser una ciudad turística y querer vender esto de ‘todo sea para el turismo’ van a buscar a las figuras convocantes y nunca nos van a dar espacio, pero no debería ser así. La idiosincrasia del pueblo nace en fortalecer lo que tenemos”, añadió.

Estos proyectos parten del compromiso a acercar la cultura a los vecinos y turistas de Carlos Paz y el convencimiento de que se pueden hacer producciones de calidad para el público de esta ciudad, donde parece sólo haber lugar para las grandes figuras.

Las obras se caracterizan por elencos talentosos que pasaron por un intenso proceso de selección. De esta forma, se le da espacio a artistas que trabajan y se forman en nuestras localidades para que muestren toda su capacidad expresiva.

No convocan los nombres en la marquesina, tampoco convoca el último escándalo del verano. Lo que convoca a todas las familias que se acercan a disfrutar de estas propuestas es el contenido innovador y el mensaje que ofrecen.

“Somos los actores menos conocidos del mundo”, dijo un integrante de Teatro Ciego a modo de chiste, porque realizan las funciones a oscuras.

Son producciones que recuperan el medio de difusión más artesanal y primitivo de todos, el boca en boca. Ese comentario entre conocidos que invita a los espectáculos connota el gran respeto por el público que tienen estas propuestas. No hay una gran maquinaria de prensa, sólo hay espacios públicos y de teatro no convencionales que se abren a producciones independientes y muy dignas, profundizando una resistencia cultural al famoso de turno.

 

Nota correspondiente a la edición n° 449 del semanario La Jornada, del 22 de enero de 2017.

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