“Pato al barro” (Noviembre de 2023 – Lago San Roque – Villa Carlos Paz)
Con un pronóstico en el celu que indica 40% de posibilidad de lluvia para la siesta (toda una estrategia de los meteorólogos para no quedar en orsay) entro caminando al lago San Roque.
Si… si… caminando.
Con las botas cargadas de lodo y algo más (que hoy dormirán afuera) me voy hundiendo suavemente en el lecho legendario del embalse artificial más antiguo de Sudamérica, rumbo a esos patitos que me miran con recelo surrealista.
El barro ya me abraza las pantorrillas y se mete en los bolsillos de mi ‘lompa cargo’. Era un lindo lompa, pienso mientras el fangal atrapa mi grácil cintura.
40% de posibilidades de lluvia para ya, pasa la siesta… y si… las nubes están. El lodo comienza a ensuciar mi remera de ‘Kamikaze’, de la colección Spinetta de Rayosan, que me supo regalar Jorge Kasparian.
Veremos qué pasa.
¿Lloverá? 40% es poco. Y además, puede fallar, ya lo dijo TuSam, recuerdo, mientras el cieno se me cuela en las axilas.
Sabemos, los serranos memoriosos, de sequías e inundaciones. No es el momento tampoco de tirar especulaciones acerca de las cosas que hemos hecho mal y que se suman a los cambios ambientales globales. Es solo el momento de lograr la foto que quiero, y esto lo digo con el fango ya en el cuello…
Por las dudas los saludo vía celu, con la mano bien arriba.
Si pueden, llamen a los bomberos que me tiren una linga para salir.
Nota correspondiente a la edición n° 595 del periódico La Jornada, del 29 de noviembre de 2023.
