‘Arqueología en la calle’ (Icho Cruz – Córdoba – 9 de febrero de 2022)

Fotografía retocada digitalmente por Martín Eschoyez a pedido de la investigación.

Un hallazgo arqueológico de inconmensurable valor patrimonial se dio en estos días, y se ejecutó el 9 de febrero de 2022, con todos los protocolos del caso, en una arbolada y transitada callecita de la bucólica localidad de Icho Cruz, en el sur del Valle de Punilla. 

Mario Mora, de la Fundación ECOSOAM, la arqueóloga Gisela Sario, originaria de las Comunas del Sur, trabajadora del Conicet y la UNC y Patricia Alonso, directora del ‘Museo de la Memoria’ de Icho Cruz, encabezaron un equipo técnico y humano de primer nivel.

Verlos trabajar es digno de un documental de Nat Geo, solo que, al rato, nos percatamos, con el paso de cada auto, esa moto o aquel caballo, que estamos en una callecita del sur punillense.

Las fotos y el informe de video lo realicé conforme a las nuevas modalidades de la arqueología y la museología, tendientes a no mostrar detalles o primeros planos de los restos fósiles humanos, por respeto a la memoria de los Pueblos Originarios. Me cuidé de no romper esos códigos planteados de antemano.

La fotografía y el video son, eso sí, documentos de gran valor profesional, tanto para este proceso de extracción como para el posterior estudio de los fósiles en laboratorio.

Hay un dicho en los casos policiales, tras las autopsias, que reza: ‘los cadáveres hablan’.

En arqueología se podría decir algo similar, al estudiar estos restos fosilizados, que nos permitirán saber muchísimas cosas tanto del individuo que vagó por estos lares y yace aquí, semienterrado, como de su comunidad… de su clan… de su etnia.

Cuando tengamos a mano esos estudios posteriores, de estos y otros profesionales, compartiremos por aquí los resultados, a no dudarlo.

Solo queda agregar que es de alto impacto observar ese cuerpo, en posición fetal, con su dentadura intacta, como se va destapando con paciencia de araña, pincel y cincel en mano maestra y cariñosa.

Es de destacar que elegí esta foto, ‘en picado’ hacia la ‘tumba’ centenaria (o milenaria) y de la que quiero subrayar dos detalles:

– Mi cumpa Martín Eschoyez me dió una gran mano digital, al ‘blurear’ (borronear) los restos, para que se me permita así postearla.

 – La niña que sale ‘jugando’ a ser arqueóloga, es Ema Salvatore, hija de Gisela, la profesional entrevistada en el video. Por el brillo en sus ojitos y la dedicación que le observé, pinceleta en mano… ya tiene resuelta su vocación.

Vuelvo al hallazgo de Icho Cruz. Veo los huesos blanqueados por las centurias al salir nuevamente ante ‘Inti’ y pienso:     ¿Qué tareas habrá tenido este Comechingón?!?

¿Qué preocupaciones lo habrán aquejado?!?

¿Qué sueños habrá cobijado al caminar estas tierras feraces, a metros de un río que, muchísimos años después se llamaría ‘Cruz de Paja’ y luego ‘San Antonio’?!?

¿Qué pensaría al verlo atiborrado de bañistas?!?

Eso ya queda librado a la imaginación… a la novela quizás… pero ya no es mi tema.

Nota correspondiente a la edición n° 574 del periódico La Jornada, del 23 de febrero de 2022.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here