Por Luis Tórtolo
(Barrio La Quinta – Villa Carlos Paz – Córdoba – Marzo 2016)
La ‘Cruz de Palo’ de Barrio La Quinta es el testimonio más antiguo de la Fe que queda en pié en la Villa de Don Carlos.
Su emplazamiento es anterior a la presencia de los jesuitas que transformarían unas tierras agrestes en el bello y arbolado enclave que es hoy barrio La Quinta, con numerosos hitos arquitectónicos, religiosos y urbanísticos.
Data de 1900, y fue bendecida, allá lejos en el tiempo, por el obispo de Santiago Del Estero Juan Martin Yáñez.
Está enclavada en un cerro al que se accede por calle Ombú, por estos días totalmente poblado y con pocos puntos panorámicos para ver la ciudad, pero sigue valiendo la pena llegarse.
Un rayo irreverente no respetó su divinidad y la chamuscó en una oportunidad, la intemperie, el abandono clerical y municipal la tenían en un completo estado de abandono.
Allá por 1992 con mis compañeros Eldor Bertorello y Atilio Micheloud la rescatamos del olvido al mostrarla en ‘EncuentroS’, en el viejo Canal 2 de Antena Comunitaria, junto al vecino Antonio Binimelis que tantas historias nos relató. Se la puso en valor varias veces, se la restauró y hasta estaciones de Viacrucis hay en las calles de acceso.
En esta Semana Santa me pareció apropiado otro rescate-emotivo de este hito y tal vez, porque no, empujar a vecinos a llegarse a ella en caminata tranquila o en vehículo.
¿Por qué a la foto la llamé “Cielo e Infierno”?
De los pocos elementos que posee, se destacan como “celestiales” ese fondo (¿podríamos decir peronista?), la madera agrietada, el follaje del primer plano que me da sombra, los árboles del fondo, y con un poco de zoom se verá a la derecha un siempre intrépido bienteveo.
Lo “Infernal” se materializa en ese símbolo moderno que cuelga siniestramente de los cables y del que todos sabemos el significado. Todos menos Uno.
En ese Uno resumo a los que deberían cuidarnos, sobre todo a los jóvenes.
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Nota correspondiente a la edición n° 410 del semanario La Jornada, del 27 de marzo de 2015.
