Por Patricia I. Nardi – Lic. en Nutrición – UNC – M.P: 4052
Turnos: 03541- 569391 (tel y whatsapp) – Obras sociales y particular.

Si bien hoy en día todos los alimentos sufren un cierto procesamiento antes de ser consumidos, hoy hablaremos de los “productos ultraprocesados”, también denominados PUP.

Los PUP son formulaciones industriales constituidas por sustancias derivadas de los alimentos o sintetizadas de otras fuentes orgánicas, que contienen pocos o ningún alimento entero, y que pueden ser sólidos o líquidos.

En su composición, tienen ingredientes como grasas, aceites, azúcares, almidones, sal y otros que se obtienen mediante el procesamiento adicional de ciertos componentes (como grasas trans), siendo así altos en calorías, ricos en grasas, sodio y azúcar, y bajos en fibra alimentaria.

También se le suman una gran cantidad de aditivos para dar sabor, color, aroma, estabilidad, entre otros, y así IMITAR características propias de otros alimentos o hacerlos más duraderos y otorgarles agradables características organolépticas, generadores de hábitos adictivos.

Estos productos, generalmente están listos para consumo y/o para calentarse haciendo que requieran poca o ninguna preparación previa. Además pueden consumirse en el trabajo, en la calle, mientras se conduce, mirando televisión, o en cualquier otro lugar que no sea la mesa familiar.

Además, son altamente promocionados con publicidad destinada mayoritariamente a niños y adolescentes socavando el deseo y la capacidad de elegir opciones racionales y saludables.

La preocupación a nivel salud pública, radica en la correlación que se encuentra entre el consumo de estos productos y el aumento de sobrepeso y obesidad tanto en niños, adolescentes como adultos, ya que estos productos son elegidos cada vez más para su consumo debido a, entre otras cuestiones, los cambios en los estilos de vida, como comer fuera de casa debido a los horarios y distancias laborales o menos tiempo para dedicarle a la comida hecha en casa por otros motivos.

Otro cambio en el estilo de vida es la disminución de la actividad física, debido a mayor automatización de la vida diaria, como andar en transporte público, autos, utilizar escaleras mecánicas o ascensores, contribuyendo al sobrepeso y obesidad.

Las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) incluyen a los PUP dentro de los “alimentos de consumo opcional” y recomiendan un porcentaje muy mínimo del valor energético total para evitar su ingesta desmedida.

Las papas fritas en paquete, snacks salados o dulces, helados, chocolates, alfajores, caramelos, panes, galletitas, tortas de caja, cereales endulzados para el desayuno, barras “energizantes”, mermeladas, bebidas gaseosas y bebidas “energizantes”; bebidas azucaradas a base de leche, incluido el yogur para beber de fruta, bebidas de fruta,  chocolatadas, “comidas listas” como pizzas, hamburguesas y panchos, nuggets (patitas) o palitos de pollo o pescado, sopas, pastas y postres, en polvo o envasado, etc, son  algunos ejemplos entre muchos más.

No se trata aquí de prohibir su consumo, pero sí de elegir una alimentación saludable dejando estos productos para ocasiones determinadas y que no sean parte de nuestra alimentación diaria.

Vamos a intentarlo!!

Nota correspondiente a la edición n° 546 del periódico La Jornada, del 30 de octubre de 2019.

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