Nicolás Arceo: “Solo manteniendo el consumo público se puede evitar una recesión abrupta de la economía argentina”

Por Evelina Ramírez

Nicolás Arceo - Tertulia de la Coopi (1)La Cooperativa Integral llevó adelante el jueves pasado un nuevo encuentro en el marco del tradicional Ciclo de Tertulias.

“La Argentina del shock: ganadores y perdedores”, fue el título de la charla que estuvo a cargo del economista y doctor en Ciencias Sociales Nicolás Arceo, quien abordó la naturaleza política y económica de la alianza Cambiemos e hizo una caracterización general sobre la orientación económica de la administración de Mauricio Macri.

Arceo es, además, investigador de carrera del CONICET, del Área de Economía y Tecnología de la Flacso y del Centro de Investigación y Formación de la Central de Trabajadores de la Argentina (CIFRA-CTA).

El economista comenzó su exposición con una caracterización del discurso político que la alianza Cambiemos hace sobre la situación económica heredada. En este sentido indicó que ya desde la campaña electoral, el macrismo afirmaba que de ganar las elecciones, iba a tener que hacerse cargo de una “pesada herencia” a la que describía como una economía estancada en los últimos cuatro años.

El economista reconoció que evidentemente hubo un desaceleramiento en las tasas de crecimiento económico durante el tercer gobierno kirchnerista con respecto a lo que había ocurrido en 2003-2011. “En los últimos cuatro años, la economía argentina creció a una tasa anual acumulativa del 1,8% o 0,7 en términos per cápita. Es un crecimiento muy inferior al registrado en las dos primeras presidencias, pero un nivel acorde con el desempeño promedio de la economía argentina a lo largo de las últimas décadas. No es que no se creció prácticamente nada”, expresó.

Nicolás Arceo - Tertulia de la Coopi (2)En ese diagnóstico, Arceo detalló las razones de la desaceleración de la economía argentina a partir del análisis de los cuatro componentes de la demanda agregada (exportaciones netas, inversiones, consumo público y consumo privado). “Lo que primero salta a la vista es que a diferencia de lo que había pasado en el período 2003-2011, hay una contribución negativa del sector externo y una menor contribución de la inversión. ¿Cómo se compensó esto? Con mayor gasto público”, explicó.

Sostuvo que a final del año 2010 y principios de 2011, comenzó a registrarse una baja en el precio de los principales productos de exportación de Argentina y, en particular, de los bienes agropecuarios. Junto a eso, se dio una desaceleración de las cantidades compradas tanto por Brasil como por China.

Por el lado interno, lo que complicó la demanda externa fue el aumento del déficit en el sector energético. “A partir del año 2010 y 2011, Argentina tuvo que empezar a destinar una mayor cantidad de divisas a la compra de petróleo, gas y derivados. Esto agudiza la restricción externa”, indicó Arceo.

Ante este escenario –dijo- el último gobierno kirchnerista llevó adelante medidas económicas anti cíclicas orientadas al aumento del consumo público. “Esto es lo que permitió que la economía argentina no entrara francamente en recesión. El crecimiento de los últimos cuatro años se explica centralmente en el aumento del gasto público que sostuvo la demanda agregada.

Nicolás Arceo - Tertulia de la Coopi (3)“El consumo público, directo, desde el Estado, creció a una tasa del 4,5% promedio; y el consumo privado también creció. Este último se compone, centralmente, de la masa salarial. Es decir, de la cantidad de trabajadores multiplicado por el salario medio de la economía, durante los últimos cuatro años hubo una política explicita de mantenimiento del salario real”, detalló.

En este sentido, concluyó que “es falsa la tesis del estancamiento” esgrimida por el macrismo, pero sí reconoció que hubo una desaceleración de la economía argentina.

Brindado este panorama, Arceo se metió de lleno en la política económica del macrismo y la estructuró diciendo que viene aplicando dos paquetes de medidas económicas: una aguda devaluación de la moneda (de diciembre-enero, que superó el 50% en términos nominales) y la reducción generalizada de retenciones (se eliminaron las retenciones al trigo, maíz, girasol y sorgo; y se dedujo del 35 al 30% las retenciones a la soja).

“La devaluación de la moneda permitió liberar el cepo. Al elevar el valor del dólar, lo que lograron es terminar con los controles a la compra de divisas que había instrumentado el kirchnerismo para no devaluar”, dijo. Sostuvo que una de las consecuencias de la liberalización del mercado de divisas es el aumento en el ritmo de variación de precios.

En este sentido, volvió a comparar los dos gobiernos y dijo que durante el 2015, la inflación mensual era del 1,8%; ahora, tras la devaluación, la inflación mensual supera el 4% mensual.

“Esto hace que Argentina acumule desde diciembre hasta hoy, una inflación promedio del 24,3%, dependiendo de los indicadores que se utilicen para evaluarlo”, precisó.

Señaló que una de las consecuencias de la inflación es que también se haya perdido el margen de competitividad que se había alcanzado con la devaluación. “Aunque el discurso oficial no lo reconozca, la economía argentina tiene una competitividad inferior a la que exhibía durante el periodo anterior”, sentenció.

Y añadió: “El adverso contexto internacional no se modificó. Si a eso le sumamos que el tipo de cambio no es competitivo, lo que podemos estar seguros es que el frente externo seguirá siendo complicado para la administración Macri durante los próximos dos años”.

En lo concreto, esto significa que la demanda agregada no va a ser traccionada por un crecimiento extraordinario de las exportaciones. “Buena parte del discurso de la administración Macri es el regreso a los mercados y el aumento de las exportaciones argentinas; pero con estos indicadores es difícil que Argentina, en el corto y mediano plazo, logre un incremento significativo de la exportación de bienes y servicios. El mercado mundial está en crisis”.

En cuanto al segundo paquete de medidas (eliminación de retenciones), Arceo dijo que en realidad las decisiones del gobierno de Macri “lo único que lograron es revertir el deterioro de los ingresos del sector agrario que se habían verificado en el año 2015”.

Y comparó: “El sector agrario percibió ingresos por tonelada superiores a los que va a percibir en el 2016 durante el periodo 2003-2014. Esto se debe a que el tipo de cambio no es tan competitivo y, fundamentalmente, por la caída de los precios internacionales”.

Otra de las medidas tomadas por el gobierno de Macri ha sido la quita de subsidios a los servicios públicos. Arceo detalló el impacto que esto genera en las tarifas de los servicios como energía eléctrica y gas natural. Sostuvo que esto también impactará en el nivel de precios. A esto sumó también la retracción del salario real, comparando niveles inflacionarios con los porcentajes de recomposición salarial que se están cerrando en paritarias.

Y afirmó: “Si el mercado doméstico no es dinámico y el mercado internacional tampoco, y encima el tipo de cambio no es demasiado competitivo, nos queda un futuro incierto”.

En esta línea afirmó que la variable que puede modificar el escenario económico es, de nuevo, el mantenimiento del consumo público. “Solo con mantenimiento del consumo público se puede evitar una recesión abrupta de la economía argentina”, remarcó.

 

Nota correspondiente a la edición n° 416 del semanario La Jornada, del 15 de mayo de 2015.

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