La publicitada ‘reducción del gasto público’ representa el 0,6% del presupuesto municipal vigente

‘Entendiendo la difícil situación económica que atraviesa nuestro país, la escalada inflacionaria constante y la incertidumbre provocada por el gobierno nacional, enviamos un proyecto de ordenanza requiriendo la disminución del 20% de los cargos de planta política y gabinete y solicitando el recorte del 20% de los salarios de la planta política’. De esta forma, Esteban Avilés anticipaba, un par de días antes de asumir, dos de las medidas que tomó Daniel Gómez Gesteira en sus últimas horas de gestión.

Esta ‘importante reducción del gasto público’ fue intensamente publicitada, y celebrada, por el oficialismo, como ejemplo de compromiso y austeridad ante la crisis.

Pero la realidad indica que, pasando en limpio, el impacto de ambas decisiones (la rebaja en los sueldos y el nuevo organigrama) en el presupuesto municipal es ínfima.

De todos modos, sobre la baja en los sueldos de la planta política no hay discusión posible, y era algo que se reclamaba desde hace varios años. Los funcionarios municipales se encuentran entre los mejores pagos del país. Por citar un solo ejemplo, tras el recorte, el sueldo ‘básico’ del intendente es de $ 1.257.238 (ver página 5).

Por otro lado, la reestructuración del organigrama también se ‘vendió’ a la ciudadanía de forma engañosa (para que pareciera más importante), ya que los cargos que se eliminaron son en su enorme mayoría del escalafón más bajo, dejando a las ‘autoridades superiores’ -y sus sueldos de privilegio- prácticamente intactas.

A saber.

La vieja estructura orgánica en ese tramo (los que dependen del ejecutivo) tenía 31 funcionarios (el intendente es el único electo, los demás son cargos políticos); mientras que la nueva suma 29.

En concreto, se eliminó una secretaría (de seis a cinco), se agregó una subsecretaría (ahora hay dos), se mantuvieron las 16 direcciones y desaparecieron dos subdirecciones, el cargo de menor rango de esa estructura.

Para llegar al 20% de cargos menos, el ‘recorte’ se profundizó en la escala más baja de los funcionarios políticos: coordinadores y subcoordinadores (había 22 y quedaron 9).

De esta forma, la reducción en los cargos de la planta política se sintetiza en 15 designaciones menos, de impacto menor en el presupuesto.

Cuando uno lleva estos cambios a números concretos, el impacto en el presupuesto se relativiza.

Es que, con el organigrama y la escala salarial anterior, el costo mensual de los funcionarios políticos sumaba $ 67.518.724. Con el nuevo organigrama vigente, y el recorte en los sueldos, esa cifra queda en $ 47.898.893 por mes.

La diferencia es de $ 19.619.832 por mes que, proyectada hasta fin de año, da un total de $ 98.099.159.

Así, la ‘reducción del gasto público’ tan celebrada representa un 0,6% del presupuesto vigente que, tras el último incremento, suma 16.292 millones de pesos.

Nota correspondiente a la edición n° 592 del periódico La Jornada, del 30 de agosto de 2023.

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