Por Jorgelina Quinteros
Vecinos y representantes de instituciones de Villa Carlos Paz acompañaron al cuerpo social de la Cooperativa Integral en el acto de inauguración, que finalizó con un espectáculo musical. La ubicación céntrica de la sede permite acercar la tarea que el Banco de Sangre realiza desde 1993 a donantes y socios.
La nueva sede se trasladó a la calle Alvear 544, al lado de la Coopi. Cuenta con mejores comodidades, instalaciones renovadas y accesibles y la atención personalizada de siempre a cargo de su coordinadora, la Dra. Olga Paz, y la bioquímica Laura Acosta.
La inauguración se realizó el martes pasado y se vivió como un festejo. Y esta emoción fue compartida por el público presente. Después de dos meses de resistencia frente al intento del Ejecutivo Municipal de quitarle la concesión del agua a la institución, el lunes pasado la justicia provincial declaró nulo el decreto que concretaba la estatización del servicio.
“Este es el regalo que la Cooperativa le hace a la sociedad, brindar y mantener un Banco de Sangre que sea para todos. En tiempos de crisis a los fuertes nos toca crecer. No es casualidad que esta lucha nos haya encontrado creciendo e inaugurando este espacio”, aseguró Paz haciendo referencia al conflicto con el municipio.
Durante el acto, Alicia Clérico, presidenta del Consejo de Administración de la Cooperativa, y Alejandro Eguiguren, Gerente General, reivindicaron la historia de lucha de la institución y el aporte solidario en búsqueda de cubrir las necesidades de la ciudadanía de Villa Carlos Paz en lo que respecta al servicio de provisión de agua, tratamiento de líquidos cloacales y atención primaria de la salud.
Roxana Corradi, a cargo de la conducción, leyó las palabras de adhesión y felicitaciones del Dr. Alberto Depetris, el primer responsable del Banco de Sangre.
El cura de la Iglesia del Niño Dios, Hugo Villagra, realizó la bendición de la nueva sede. El cierre estuvo a cargo de la cantante Silvia Lallana y fue una fiesta.
Su música animó al público a tomar la calle y bailar. Mientras, el resto de la gente recorría las flamantes instalaciones.
Fue notoria la unidad del cuerpo social de la Coopi (trabajadores, delegados, directivos y consejeros) y el acompañamiento masivo de referentes de centros vecinales, instituciones educativas y bancarias, cooperativas de la zona, organizaciones de derechos humanos y partidos políticos. La comunidad médica estuvo representada por la Dra. Susana Fratari, Directora del Banco de Sangre de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el Dr. Luis Horacio Carrizo, Director de la Fundación Banco Central de Sangre y el Dr. Jorge Alberto Dellacasa, Presidente de la Asociación de MedicinaTransfusional de la Provincia de Córdoba.
Entre los presentes había autoridades del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, los concejales Walter Gispert, Gustavo Molina, Oscar Sequeira y Natalia Lenci, el abogado constitucionalista Miguel Rodríguez Villafañe, y los jóvenes del Rotaract con quienes se organizaron campañas de donación en 2014 y 2015.
La participación fue masiva, lo que obligó a cortar la calle durante el acto inaugural. Todos fueron protagonistas de un aporte más a una experiencia de salud pública no estatal que se rige por principios humanitarios y se construye gracias a una gestión colectiva desde hace más de 20 años.
Actualmente, el Banco cuenta con 4000 socios que abarcan a 1000 grupos familiares quienes pueden disponer de sangre cuando la necesiten.
El servicio es de vital importancia dado que cubre una necesidad no contemplada por las obras sociales o planes de medicina prepagas.
El desafío a futuro está en promover el hábito de donación voluntaria y sumar socios, para poder sostener el servicio y ampliar la cobertura de la demanda de unidades de sangre.
“Surge de la idea de unos cuantos a quienes no les fue indiferente la ausencia de políticas en donación de sangre. Llegué hace 13 años, me formé en el ámbito cooperativo y acá tengo la posibilidad de luchar por el acceso a la salud. Hay mucha tarea por delante para formar cultura, pero ese es el desafío que hemos aceptado y por eso estamos acá”, afirmó Olga Paz, orgullosa de la nueva sede.
Donar sangre es donar un órgano en vida. En ese sentido, la creación y mantenimiento del Banco de Sangre es una respuesta solidaria frente a la demanda en salud de los habitantes de nuestra ciudad.
Así lo expresó la presidenta de la institución, Alicia Clérico: “Desde hace mucho tiempo que apostamos a tener el Banco de Sangre en nuestra sede central. El esfuerzo de la Coopi siempre es seguir hacia adelante”.
La Cooperativa puede utilizar el 7,5% de su beneficio económico para sostener otros servicios tales como éste, explicó Clérico. “Tiene sus socios, pero no son suficientes. Es nuestra tarea mostrarlo a la ciudad y esperar que se acerque muchísima más gente que asociándose puede ayudarnos a sostenerlo”, agregó.
La sangre es un tejido vivo y ese concepto se podría aplicar metafóricamente al Banco Solidario, que desde sus comienzos es una entidad que teje redes con organizaciones sanitarias y educativas, generando actividades informativas y de concientización.
A partir de 2010, trabaja conjuntamente con el programa Operación Milagro que opera gratuitamente a personas con enfermedades oculares en el Hospital Escuela Che Guevara de la ciudad de Córdoba.
La historia de un servicio social y solidario
Este proyecto de salud comunitario surge en la década del ’80. Nace de la idea que miembros de la Cooperativa Integral comenzaron a gestar con instituciones y referentes locales de la salud: generar un sistema de salud alternativo basado en principios humanitarios y no mercantiles. Sin embargo, la propuesta no pudo concretarse.
En 1993, parte de esa iniciativa con un enfoque preventivo de la medicina se concretó con la creación del Banco de Sangre. “Empezamos con pasos pequeños. Hoy la plusvalía de los trabajadores hace posible que aquí se haga salud, por eso fomentemos que haya donación y que haya socios, que haya sangre siempre para todo aquel que lo necesita y que se valore”, destacó durante su discurso Alejandro Eguiguren, gerente General de la Coopi.
Alberto Depetris fue el primer director junto a la bioquímica Natalia Quinteros. No pudo estar presente, pero manifestó en una carta: “Inaugurábamos el Banco de Sangre con la convicción de que estábamos cubriendo un área de salud muy sensible para la comunidad deCarlos Paz. Pero, además, incluíamos el título de ‘solidario’, porque cada persona que recurrió desde ese momento por solidaridad o necesidad obtuvo la respuesta necesaria para resolver su demanda”.
Villa Carlos Paz se convirtió en ese momento en la única ciudad que posee este servicio en todo Punilla.
Por este motivo, desde su fundación recibe pedidos de toda la región. Actualmente, cubre la demanda anual de 1000 unidades sanguíneas en nuestra ciudad, localidades aledañas y la capital provincial.
Los 23 años de servicio ininterrumpido y responsable consolidaron su crecimiento, sostenido por la confianza de los socios. El desarrollo de esta experiencia impulsó a la Coopi a ampliar sus prestaciones en salud. Por eso, en el 2005 se creó Prever Servicios de Salud con el objetivo de brindar una cobertura accesible a servicios sociales y de salud.
Desde hace dos años, el Banco de Sangre integra el Registro Nacional de Donantes de Médulas Óseas y posibilita a los carlospacenses inscribirse en la base de datos para ser donante de médula.
El servicio de agua potable fue el disparador de un proyecto integral de salud que la concibe como un derecho humano. En un sistema capitalista que profundiza la desigualdad social y mercantiliza el acceso a los derechos básicos, el fortalecimiento de iniciativas que aportan a la calidad de vida de las personas es un motivo de alegría y un paso más en pos del crecimiento de la Villa.
¿Quiénes pueden donar y cómo asociarse?
El Banco Solidario de Sangre provee de sangre a aquellas personas que la necesitan para tratar enfermedades, realizar trasplantes, enfrentar intervenciones quirúrgicas y estabilizar a pacientes en situaciones de emergencias. Los profesionales trabajan bajo guardias para que la sangre esté accesible las 24 horas de los 365 días del año.
El laboratorio garantiza un proceso seguro de extracción, análisis y resultados confiables a cargo de profesionales médicos especializados. Antes de extraer la muestra de sangre, hay que llenar una encuesta que asegure que el donante cumple con las condiciones: tener entre 18 y 60 años, gozar de buena salud, no realizar prácticas de riesgo para enfermedades que se transmiten por sangre y concurrir a la sede deen calle Alvear 544 de lunes a viernes de 7.30 a 9.30 horas.
La sangre extraída es rigurosamente analizada para descartar enfermedades y determinar factores que podrían ocasionar incompatibilidades en las transfusiones.
El Banco trabaja en articulación con el Instituto de Hematología y Hemoterapia de la UNC, lo que permite realizar estudios complejos.
La sangre humana es un fluido que no se fabrica artificialmente, por eso es indispensable la donación, un acto voluntario, solidario y de responsabilidad social que puede salvar vidas.
Bajo esta premisa, donar es una instancia de concientización, ya que asociarse al Banco de Sangre es un gesto desinteresado que no sólo permite acceder a sangre segura a toda una familia, sino también al resto de los socios, es decir, que tiene un impacto en la salud de toda la comunidad.
Para comenzar el trámite hay que concurrir con el número de DNI, fecha de nacimiento, grupo sanguíneo, domicilio y teléfono del titular y de todo el grupo familiar a la sede. El requisito principal es que un integrante de la familia done sangre una vez al año para garantizar la cobertura a todos los socios. No se paga inscripción, pero para tener acceso al Banco de Sangre, el grupo familiar debe pagar una cuota mensual mínima.
Es importante remarcar que la sangre no se compra ni se vende. Este aporte cubre los costos de análisis, materiales descartables y trabajo de los médicos. Las profesionales del Banco Solidario de Sangre están disponibles para brindar información y asesoramiento de lunes a viernes de 7 a 14.15.
Nota correspondiente a la edición n° 436 del semanario La Jornada, del 02 de octubre de 2016.
