La Aerosilla celebró su 60° aniversario con una emotiva y glamorosa fiesta al pie del cerro

El 25 de diciembre de 1955 se abría al público en Villa Carlos Paz la primera telesilla privada del país y de Sudamérica. Así, la Aerosilla comenzaba a desandar un camino de crecimiento constante que la llevó a convertirse en el mayor ícono turístico de la ciudad.

Más de once millones de personas transportadas desde su inauguración dan prueba de eso.

Hoy el complejo cuenta, además de la telesilla, con un acuario y serpentario, tirolesa, aerotren y distintos recorridos.

El viernes pasado, el salón Amathea construido al pie del cerro fue el escenario de la glamorosa y emotiva fiesta que sirvió para celebrar el 60° aniversario.

La familia Nicollier ofició de anfitriona de una fiesta a la que concurrieron autoridades, dirigentes, empresarios, periodistas e invitados especiales. Entre ellos, se destacó la presencia del vicegobernador de Córdoba, Martín Llaryora, las legisladoras provinciales Mariana Caserio y Viviana Massare, el exintendente Carlos Felpeto, el tribuno Daniel Viale, la concejala Natalia Lenci, el secretario de Salud del municipio, Rubén López, y el director de Seguridad, Rubén García.

La noche estuvo cruzada por la emoción, el recuerdo y el reconocimiento a los pioneros.

Llaryora y Caserio entregaron a los propietarios sendas plaquetas recordatorias de parte de la legislatura. También hizo lo propio Cristian Gómez, cuya familia es dueña de los catamaranes.

La empresa, por su parte, reconoció a los integrantes de la Mesa Ejecutiva Eduardo Nicollier, Salvador Obeid y Alfredo Grazzini. Y los trabajadores también se hicieron presentes con una plaqueta.

Una enorme torta que simulaba la Aerosilla, coronaba la decoración del coqueto salón.

“La Aerosilla es una realidad que supera a villa Carlos Paz. Hoy es patrimonio de todos los cordobeses”, dijo Llaryora, y se identificó como “uno más de esos once millones de turistas que vino a pasear por Aerosilla”.

El vicegobernador destacó especialmente “a la primera generación, aquellos emprendedores que soñaron en grande, y también a la segunda y tercera generación, porque sostener el emprendimiento durante 60 años es muy difícil en una Argentina con todos los vaivenes económicos que tuvo”.

“Nos sentimos orgullosos de quienes contra viento y marea siguen invirtiendo para generar trabajo”, afirmó.

A su turno, Eduardo Nicollier recordó que, “cuando festejábamos nuestros 50 años decíamos que teníamos por delante muchos nuevos desafíos”.

“No solo los cumplimos si no que creo que los hemos superado con creces. Y eso nos ha llevado a que la gente siga volviendo permanentemente y nosotros sigamos estando al servicio del turismo”, expresó. Y aclaró: “Conseguir este propósito no tiene demasiados secretos. Solo hay que tener una buena administración, contar con el apoyo fundamental de los directores de la comisión, síndicos, accionistas, y el personal de Aerosilla que no sólo está consustanciado con la empresa si no que tiene una calidad humana que nos deja muy satisfechos a todos”, remarcó.

“Dentro de este cuadro de agradecimientos no puedo dejar de nombrar a dos personas, mi hijo y mi señora, que me han apoyado y me apoyan mucho y también son mis grandes críticos”, aseguró.

En tanto, Cristian Nicollier, nieto del fundador y actual gerente de Aerosilla, recordó que si bien se desempeña en el emprendimiento hace 10 años, “nací acá, y los chicos con los que trabajo hoy en día prácticamente me criaron, así que son todos ‘papás’ de alguna manera”.

Por otro lado, reconoció que el apoyo que sienten “nos da muchas ganas de avanzar, crecer y seguir sumando”.

“Tenemos muchos proyectos que lamentablemente en los últimos años con las políticas de restricción a la importación se complicaron, pero ahora con el nuevo gobierno, si se flexibiliza vamos a tratar de dar la nota con cosas únicas como fue la Aerosilla en su momento”, adelantó.

“Es la sensación de volar desde otro punto de vista”, esbozó, en tono misterioso y sonriendo, sobre la nueva atracción que tienen pensado instalar.

El brindis por los 60 años de la Aerosilla le dio paso al baile y a una fiesta que se extendió hasta bien entrada la madrugada.

 

Un poco de historia

La “Aerosilla” comienza a desarrollarse como idea de un grupo de inmigrantes, principalmente austriacos, residentes por los años 50 en Villa Carlos Paz, entre los que se encontraba el Ing. Rodolfo Widner quien conocía y poseía contactos en Austria sobre estos medios.

Con el aspecto técnico en vías de solución solo faltaba la conformación de la Sociedad y conseguir los capitales necesarios. Para ello y por intermedio del Sr. Federico Block se contactan con los Srs. José Fernando Olmos y Arnoldo Augusto Nicollier a fin de que se encarguen de los aspectos societarios y la obtención de los capitales necesarios.

Fue así como en septiembre de 1954 se forma la sociedad Aerosilla S.A.I.C. con un grupo accionario comprendido por los señores Block (padre e hijo), Olmos, Witner, Nicollier, Orsi, Rodil y Langhi entre otros con un capital social inicial de $ 1.000.000 moneda nacional.

Posteriormente y por razones societarias se fueron agregando otros grupos accionarios como las familias Cardín, Rodríguez, Ronchi, etc.

Para la ubicación física se adquiere una franja de terreno de 6 mts. de ancho por todo el desarrollo del cerro y una mínima superficie extra tanto en la base como en la cima a fin de instalar la infraestructura complementaria a la telesilla.

Prácticamente la totalidad de los elementos constitutivos se fabricaron en Carlos Paz, Córdoba y Buenos Aires con planos originales provenientes de Austria. En algunos casos, como fueron las pinzas y las sillas, se trajo un ejemplar de cada una como muestra. La construcción, signada por desafíos prácticamente diarios y de toda índole, demandó un año y el 25 de diciembre de 1955 se abría al público la Primera Telesilla Privada del país y de Sudamérica que constaba de 40 sillas monoplazas unidas a un cable portante-tractor de 22 mm. de diámetro con 7 torres intermedias y accionada por un motor a explosión.

Luego se construyó la Confitería Superior complementando lo que, inicialmente, fue solamente la llegada de la Aerosilla y donde se encontraba ubicado el contrapeso que mantenía la tensión del cable. Posteriormente se fueron adquiriendo más tierras en la zona inferior para la construcción de baños y una confitería.

Próxima a cumplir sus 25 años de vida era necesaria su renovación no solamente para mantener los cánones de seguridad sino también para adaptarse a la nueva tecnología existente en el mundo sobre estos sistemas de elevación.

Luego de un pormenorizado estudio de diversos oferentes, todos ellos de origen europeo, se decide la compra de una nueva instalación completa a la firma Pomagalsky S.A. quienes ya tenían instalados algunos equipos para esquí en nuestro país bajo la denominación comercial de “Poma”. En un tiempo record de instalación, demandó 60 días de preparación entre mayo y junio y 30 días de montaje en septiembre, se pusieron en marcha a fines del año 1980 las nuevas instalaciones con 25 sillas biplaza, para transportar 300 personas/hora, un cable portante-tractor de 25 mm. de diámetro, 4 torres y un recorrido de 470 mts., todo ello accionado por un motor de 40 CV eléctrico, el que a su vez tiene la posibilidad de conectarse a un grupo electrógeno propio o a un motor auxiliar a explosión en caso de averías o corte de la corriente eléctrica.

Todo el nuevo sistema está comandado por un tablero electro mecánico que incluye una sección computarizada para controlar siete sistemas de seguridad independientes.

Con el atractivo principal totalmente renovado era el momento de iniciar un cambio sustancial en la empresa pasando de la tradicional Aerosilla a un Complejo Integral.

Para ello se comenzó por la construcción de la piscina con 400 mts2 de espejo de agua, única en su tipo por la belleza del entorno, la compra de nuevas superficies de terrenos lindantes hasta completar las 120 Ha. actuales, la construcción de locales comerciales, la incorporación del Acuario, hoy convertido en el mejor exponente del interior del país con su sala de ofidios, arácnidos, fósiles y criadero de nutrias, la Alfombra Mágica, un nuevo bar y confitería, remodelación de la zona de acceso y playa de movimiento de público, la construcción del Aerotrén, hoy en un ambicioso proyecto de ampliación, la incorporación del Paraíso Perdido, Kansa’s City, etc.

Con la llegada del 2005, el 50 aniversario, y 5,5 millones de turistas transportados, se impuso nuevamente la necesidad de actualizar las instalaciones de la telesilla por lo que se compraron a la firma Poma 25 sillas y 1.100 mts de cable de 26 mm. de diámetro, ambos de última generación, para el reemplazo de los existentes siendo la instalación del mismo realizada por técnicos de dicha empresa, significando una inversión del orden de los 200.000 Euros.

Cumplidos los sesenta años de servicio al turista la empresa se está abocando a la búsqueda de nuevos atractivos a fin de mantener constante el interés del turista por visitarnos, contribuyendo al engrandecimiento de Carlos Paz como centro turístico.

 

Fuente: www.aerosilla.com

 

Nota correspondiente a la edición n° 397 del semanario La Jornada, del 13 de diciembre de 2015.