El fiscal de cámara Sergio Ruiz Moreno encabezó su alegato con un desarrollo pormenorizado del momento en que es hallado el cuerpo de Ingrid Vidosa en el Cerro de la Cruz el mediodía del 25 de agosto de 2015. Una hora antes los padres estaban realizando la denuncia en la Unidad Regional 3 de la Policía de Córdoba.
A continuación, reconstruyó los últimos momentos en que Ingrid fue vista con vida. Recuperó el testimonio de Mirtha Ramallo, madre de la joven, que relató que su hija le prometió plancharle el pelo cuando volviera a su casa después de salir durante la siesta del 24 de agosto. También, describió la información aportada por cuatro cámaras de seguridad de la zona cercana al Cerro de la Cruz.
“Haye realizó un mensaje escénico para falsear la realidad”, aseguró. Esta actitud “no se condice con un estado de conmoción emotiva”, afirmó en relación a los mensajes que fueron enviados desde el celular de Ingrid a su padre después de haber sido asesinada. El teléfono nunca pudo ser recuperado.
A su vez, vinculó este accionar con dos hechos que delinean un perfil confabulador, conspirador y manipulador de Haye como un “mecanismo repetido”. En primer lugar, mencionó la creación de un perfil falso de Facebook para interferir en una nueva relación que mantenía una de sus exparejas y, en segundo lugar, relacionó esto con los mensajes que recibió Ingrid días antes de ser asesinada que provenían de un chip prepago colocado en el celular de Haye.
“Se generó una identidad falsa para mensajear con Ingrid”, advirtió el fiscal. Algo similar a lo que sucedió con el perfil falso. Estas afirmaciones las contextualizó con los resultados de la pericia psicológica y las declaraciones de tres grupos de testigos: los familiares, las amigas y compañeros de trabajo de la Coopi. Ruiz Moreno manifestó que Haye estaba presente en todos los aspectos de la vida de la joven, ejerciendo una presión constante sobre ella. “La acosaba, anulaba la personalidad de ella en todo momento, se instalaba en su trabajo, era una persona violenta y la violencia la ejercía”, determinó.
“Hay que enmarcar el homicidio en un contexto de violencia de género”, estableció. Y explicó que aspectos se tuvieron en cuenta para definir como violencia psicológica las actitudes que tenía Haye hacia Ingrid. Este tipo de violencia “no se ve”, implica el “borramiento, la cosificación, desubjetivación y anulación de la otra persona”, detalló. Este proceso deriva en una deshumanización que transforma a la mujer en algo que le pertenece al hombre, que posee y de la que puede disponer.
En ese sentido, desechó la versión exculpatoria que pretendió instalar la defensa de Haye a través de su adicción a las drogas y las lesiones cerebrales que el neurólogo Ariel Villagra señaló que sólo impactan haciendo más lentos sus procesos de acción y comprensión. “Sabía lo que hacía y hacía lo que quería”, señaló.
También, apuntó a desarmar la teoría del pacto suicida que pretendió instalar Marcos Haye con su declaración durante la sexta audiencia. El buen rendimiento laboral y concepto de Ingrid en su trabajo, donde tenía posibilidades reales de continuar, la finalización de sus estudios terciarios, la buena relación que mantenía con su familia y su hija y la superación del trauma que le produjo la separación de sus padres son elementos que no se corresponden con un estado depresivo de la joven.
Asimismo, se refirió a la acreditación en el proceso judicial de los otros dos agravantes del homicidio. Quedó acreditado que Ingrid y Marcos Haye tenía una relación con “un grado de convivencia”, especificó el fiscal. En cuanto al agravante por alevosía, especificó que Haye actuó ocultando su intensión para actuar sin riesgo para sí, llevando a Ingrid mediante engaños a un lugar de desamparo.
Al finalizar, como representante del Ministerio Público Fiscal pidió la pena de prisión perpetua para Haye, solicitando que se mantenga la calificación legal del hecho como homicidio triplemente calificado.
Sus últimas palabras se solidarizaron con los familiares de Ingrid y de Haye: “Para los padres de Ingrid ha sido desgarrador vivir esto, pero también he sido testigo del dolor de los padres de Haye. Este hecho ha sido nefasto en muchas direcciones”.
