#Ingrid – El alegato del defensor: “Se han negado muchas cosas importantes”

El alegato del abogado de Marcos Haye tuvo como eje central el descrédito de gran parte de los testimonios que atravesaron el juicio e incorporados al expediente, calificando de mentiras y encubrimiento los relatos de los testigos que aportaron datos contextuales, es decir, los familiares, amigos y compañeros de trabajo de Ingrid en la Cooperativa Integral. Antes de que comenzara su intervención, Carlos Vidosa se retiró de la sala, dado que las declaraciones de Julio Deheza fueron especialmente duras hacia los familiares de Ingrid.

“Los que condenan y absuelven no son las personas, son las pruebas”, advirtió en un tono de voz elevado y agresivo, por momentos. En su relato buscó desestimar a los testigos que definieron a Haye como una persona violenta y controladora.

Atacó a Ingrid y su familia indagando en su vida privada y exponiendo todo tipo de intimidades. Desprestigió las pruebas presentadas por la fiscalía y la querella, porque hicieron una “valoración absolutamente sesgada” de los elementos probatorios presentes en la causa, aseguró.

Construyó a Ingrid como una persona que, al igual que Haye, “no le encontraba salida a su vida y su angustia, ella sufría”. Según Deheza, Ingrid había quedo traumatizada por la separación de sus padres hace algunos años.

“Se habla de una personalidad sumisa, indecisa y consumida por la personalidad de Haye”, detalló el abogado y contrastó estas características con el testimonio de una compañera de trabajo que dijo que ella “tenía carácter fuerte y no le tenía miedo a Haye”. “No se iba a dejar maltratar por nadie”, aseguró el abogado y dijo que había tenido episodios de violencia física hacia Haye.

“Se han negado muchas cosas importantes. Se omitió un combo de malestar, violencia y agresiones”, manifestó. A su vez, declaró que “se ha confesado un homicidio”, por eso pidió que Haye reciba una pena conforme al crimen: “no queremos impunidad”.

Haye le “presentó una psicóloga, la quiso ayudar, le traía comida sana; la transformó en una persona más ‘arreglada’”, aseveró su abogado. “Su insistencia puede ser por algo noble”, detalló en contraposición a los testimonios que describieron la personalidad del acusado como manipuladora y obsesiva y detallaron los cambios que evidenciaron en Ingrid, después de que comenzó la relación. “Tenían la misma personalidad”, agregó.

Calificó las pruebas presentadas como “frágil, porque se contamina mucho” y acusó al testigo Antonio Giménez de cambiar su testimonio cuando tuvo que prestar declaración. “Ingrid estuvo todo el día en el cerro”, afirmó y acusó de mentirosos a los padres de Ingrid.

“No tengo dudas de que lo que dijo Haye (sobre el pacto suicida) y lo he fortalecido con la prueba del expediente”, exclamó Deheza. Y explicó que su defendido no volvió a suicidarse al Cerro de la Cruz, luego de que el arma fallara, porque se “desesperó”, estaba en un estado de “conmoción” producto de su consumo de drogas, haber matado a Ingrid y su “enfermedad mental”.

Asimismo, definió como un “mentiroso patológico” a un testigo clave en la causa que es Guillermo Moyano, excompañero de celda de Haye, y denunció que ese testimonio se constituyó como “una prueba solapada que se hizo a espaldas del defensor donde solamente estuvo sentado el abogado querellante particular”. El interno declaró en la causa que Haye le había confesado el femicidio de Ingrid, pero no testificó en el juicio.

Por esta razón, Deheza pidió que Haye fuera condenado por homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y pidió la pena mínima de 8 años. “No concurre la alevosía porque no hubo indefensión de la víctima, había una cuestión consentida de tolerar esa situación. No es femicidio porque hay una autodeterminación de la víctima de que eso sea lo que suceda”, concluyó.

 

Nota correspondiente a la edición n° 481 del semanario La Jornada, del 03 de setiembre de 2017.

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