El hecho ocurrió hace un año y medio. En su momento, la ministra Bullrich denunció un ataque y defendió a los efectivos.
La Villa 1-11-14 sufrió, a fines de enero de 2016, uno de los tantos hechos que se denuncian de abuso policial en la barriada. Aquella vez hubo más excesos: la acusación a gendarmes de entrar a los tiros y herir a casi una decena de niños que tocaban en una murga cuando se realizaba un operativo, se transformó en imputación.
El hecho involucró a chicos de entre cinco y diez años, integrantes de la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo, quienes realizaban un ensayo y, de acuerdo a las primeras versiones de integrantes de la fuerza, se interpusieron en el camino del operativo. Respondieron disparándoles.
El procedimiento oficial apuntaba a recuperar autos robados, que eran vigilados por un grupo de inteligencia. En la investigación quedó demostrado que el grupo de uniformados recibió las comunicaciones advirtiendo de la presencia de los niños y se les ofreció la opción de llegar al lugar por otro ingreso.
En el proceso inicial, Gendarmería denunció no sólo refirió que no les permitieron avanzar, sino que fueron agredidos a pedradas. De hecho, la propia Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había desestimado la visión de los pequeños, felicitó a algunos de los que hoy son imputados y los visitó en el hospital, donde “se reponían”.
Finalmente, seis de doce gendarmes investigados terminaron procesados por lesiones leves, agravadas en su condición de funcionarios públicos. La defensa de los niños dijo que apelará, alegando que además sufrieron “vejaciones agravadas por el empleo de arma de fuego”.
El embargo de veinticinco mil pesos y la acusación caen sobre Guido Cativa, Esteban Smolares, Saúl Juárez, Yanina Maldonado, Darío Soler Páez y Elvio Cardozo.
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