Hallaron restos humanos prehispánicos en el lago San Roque

Los restos de dos cadáveres humanos fueron encontrados en la costa del lago San Roque en el mes de julio. El hallazgo fue realizado por dos colaboradores del proyecto de investigación “Aportes arqueológicos al estudio de las ocupaciones humanas de la cuenca del río San Antonio (Punilla Sur, Córdoba)”, dirigido por la doctora en Antropología Gisela Sario.

Se trata de Alejandro Mendoza, estudiante de Antropología, y Mario Mora, guía de turismo e integrante de la fundación ECOSOAM. “Ellos estaban yendo recurrentemente a la costa del lago porque, aprovechando la bajante del agua, estaban apareciendo muchos restos arqueológicos, sobre todo puntas de flecha, fragmentos de cerámica, manos de conanas, manos de mortero. Estaban recolectando estos materiales para llevarlos al Museo Numba Charava”, comenzó relatando Sario.

En una de esas incursiones vieron parte de un cráneo humano que todavía se encontraba bajo el agua. Dieron aviso tanto al museo como a la policía. “Con un equipo de arqueólogos nos dirigimos al lugar y constatamos que se trataba de restos humanos y que eran prehispánicos. Esto lo decimos porque se encontraban en un sitio arqueológico donde también había otros materiales de esa época”, precisó la investigadora a VillaNos Radio.

En esa línea descartó de plano que estos restos humanos tengan que ver con la última dictadura cívico militar, sobre la cual en reiteradas oportunidades se ha mencionado que el lago San Roque fue el destino final de personas víctimas del terrorismo de Estado.

“Está completamente descartado”, enfatizó Sario y explicó: “Cuando hicimos el rescate toda la tierra circundante fue tamizada. Fuimos muy minuciosos para tratar de recuperar todo. Asociado a esos cuerpos había material cerámico, instrumento de piedra. Sabemos que se trata de un entierro de épocas prehispánicas”.

Cuando se constató que se trataba de un hallazgo ancestral, se dio aviso a Patrimonio Cultural de la provincia y a la fiscalía de Villa Carlos Paz. “Ellos nos autorizaron a hacer el rescate arqueológico, para lo cual tuvimos que esperar que baje un poco más el agua”, dijo Sario y preciso que la labor que se realiza es muy delicada, que se hace con pinceles y cucharines, fotografiando y tomando nota de cada detalle que se encuentra.

La distancia entre un cuerpo y otro era de 9 metros. Aun no se ha determinado el sexo y tampoco se ha precisado cuantos años tienen esos cuerpos.

“Lo único que podemos decir por ahora es que eran dos personas adultas. Estaban enterradas en posición fetal. No pudimos sacar los esqueletos completos. Gran parte estaban ya deteriorados porque al estar al costado del lago, el agua hace que la tierra se vaya erosionando y vaya degradando los huesos. Si no hacíamos el rescate, lo más probable es que se habrían terminado de descomponer”, describió la arqueóloga.

Los restos encontrados fueron llevados por la Policía Ambiental y el departamento de Delitos Culturales. “Se los dejó en un lugar protegido, que es un laboratorio del área de Cultura de la provincia de Córdoba donde posteriormente se harán distintos tipos de estudios. Las indagaciones más específicas permitirán saber quiénes eran estas personas. Si era un hombre o una mujer, saber que rango de edad tenían, si tuvieron alguna patología”.

Se estima que los restos datarían de 500 a 3.000 años antes del presente. La investigadora indicó que para mayor precisión es necesario realizar un estudio de Carbono 14 sobre los restos encontrados. “Puede que ese análisis se pueda hacer el año que viene. Además hace falta dinero. Son estudios que suelen ser caros. En Argentina tenemos un laboratorio que hace estudios de Carbono 14 y está en La Plata”.

Tanto la información recabada como los restos humanos se pondrán también a disposición del Consejo de Asuntos Indígenas. “Ellos serán los que, junto a Patrimonio Cultural de la Provincia, cuál será el destino final de estos dos individuos”, subrayó Sario.

El equipo de investigación interviniente en este hallazgo arqueológico se completa con el licenciado Luis Tissera (Área de Patrimonio Cultural de la provincia de Córdoba), el doctor Sebastián Pastor (investigador CONICET), Soraya Montero (estudiante de Antropología), y Oscar Engerlani (colaborador). Con el apoyo del Museo Arqueológico Numba Charava y la Fundación ECOSOAM.

Nota correspondiente a la edición n° 557 del periódico La Jornada, del 30 de setiembre de 2020.

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