Hace dos años que nos falta Ingrid

Por Jorgelina Quinteros

Ingrid Vidosa tenía una risa contagiosa. Es difícil recordarla con cara seria cuentan su papá y su mamá, porque en todas las imágenes que rescatan su presencia está sonriendo. En muchas aparece con una remera de La Renga. Le gustaba el rock. Se juntaba con sus amigas, salían a bailar o tomaban mates toda la tarde. Era divertida y muy activa.

Siempre tenía encendido un motor que la impulsaba a progresar en su vida, a ir para adelante. Era un poco reservada para expresar sus sentimientos, pero ese motor no se apagaba nunca y era su pequeña hija, que hoy le transmite esa fuerza a sus abuelos para poder sobrellevar la búsqueda de justicia por Ingrid.

Ese 24 de agosto de 2015 su padre recibió unos mensajes que provenían de su teléfono. Inmediatamente se puso en contacto con su ex esposa y salieron a buscarla por toda la ciudad. A medida que pasaba el tiempo la angustia crecía y la noche se hacía más profunda y oscura. Se fueron a dormir a la madrugada con mucha preocupación.

Cuando despertaron al día siguiente tampoco tuvieron noticias de Ingrid, por eso al mediodía fueron a hacer la denuncia. La triste noticia de que el cuerpo de su hija había sido hallado en el Cerro de la Cruz llegó unas horas más tarde.

La ciudad entera se conmovió con el crimen, pero no pudo sostener el acompañamiento. Los lazos de solidaridad de sus compañeros de trabajo se fortalecieron marchando para pedir justicia. El gobierno municipal se llamó a silencio.

De los tres cuerpos que fueron encontrados en el Cerro de la Cruz en el 2015. Dos casos no presentan avances claros en la investigación. Sólo llegó a juicio el femicidio de Ingrid, pero los familiares de Andrea (Castana) y Hernán (Sánchez) todavía esperan saber qué sucedió con sus seres queridos. Por eso, la familia de Ingrid también acompañó sus casos y se hizo eco de sus reclamos.

El juicio por el asesinato de Ingrid Vidosa tiene como acusado a Marcos Haye, quien era su pareja en aquel momento. Está imputado por “homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y mediando la violencia de género”. Si es encontrado culpable de femicidio la única pena que le cabe es la cadena perpetua.

La estrategia del ministerio Público Fiscal y de la querella es demostrar que Ingrid era víctima de violencia de género. Por lo tanto, los primeros testimonios fueron de sus familiares directos (sus padres y su hermana) que relataron distintos episodios dibujando un perfil de Haye como un novio controlador, manipulador y violento, no sólo hacia Ingrid, sino también con su hermana, Dafne.

A continuación, comenzaron a declarar integrantes de la policía que participaron de la búsqueda y de los inicios de la investigación. En la cuarta audiencia testificó una amiga íntima de Ingrid, su tía y una compañera de trabajo de la Cooperativa Integral, quienes aportaron más detalles sobre la relación que la joven mantenía con Haye. La jornada finalizó con un testigo clave que situó al acusado en la escena del crimen.

Durante la quinta audiencia que se llevó a cabo el pasado viernes 25 había expectativas de que preste declaración el Dr. Villagra, un testigo experto solicitado por el abogado defensor Julio Deheza, quien expondría los alcances de un estudio de neuroimagen para valorar aspectos biológicos de Marcos Haye. Sin embargo, el tribunal anunció que testificará el próximo jueves a las 9,30 horas en una nueva audiencia.

En la quinta jornada, se presentaron dos testimonios de miembros de la policía judicial que detallaron aspectos específicos de la investigación y un puestero promovido por la defensa, que brindó confusas declaraciones sobre la presencia de Ingrid en el Cerro de la Cruz en horas de la siesta el día en que fue asesinada.

 

Un testigo ubicó a Haye en la escena del crimen

La cuarta audiencia coincidió con el día en que se cumplieron dos años por el femicidio de Ingrid. Fue presenciada por familiares, amigos y compañeros de trabajo de Ingrid de la Cooperativa Integral. El testimonio destacado de la jornada lo dio David Amaya, quien ubicó a Haye en la escena del crimen el 24 de agosto de 2015.

Amaya actualmente es agente policial, pero en aquel momento se desempeñaba como guardia de seguridad en el Instituto Cristo Obrero. Relató ante el tribunal que aproximadamente a las 19 horas del 24 de agosto de 2015 vio a Haye ir hacia la zona del complejo Aerosilla, donde se encuentra el acceso al sendero que lleva a La Cruz. “Lo conocía de antes y lo saludé.  Él me respondió el saludo. Iba con una persona femenina”, atestiguó.

En su declaración sostuvo que tomó la decisión brindar su testimonio guiado por sus principios y convicciones. “Tengo señora, una hermana y una madre. Si les pasa algo a alguno de mis familiares, si alguien supiera algo me gustaría que lo cuente”, expresó emocionado.

En esa oportunidad también testificaron Eliana Piccone (amiga de la infancia de Ingrid), Carolina Pesci (tía y amiga de Ingrid) y Carolina Arias (compañera de trabajo de la Coopi). Piccone expresó que Haye era celoso, que fue alejándola de Ingrid y que, desde que comenzó la relación, nunca pudieron tener una charla entre amigas, porque él siempre estaba presente.

Su tía dijo que la joven era libre antes de conocer a Haye y que “tenía una vida”. Describió que él le manejaba el teléfono, la llamaba constantemente y era una “persona celosa de cualquiera que se acercara a Ingrid”.

Por su parte, Arias detalló que Haye frecuentaba diariamente el lugar de trabajo de Ingrid. En una ocasión, le impidió atender a los usuarios en la caja y, cuando ella logró que se retire del lugar, él la llamaba por teléfono insistentemente desde afuera.

 

Hay probabilidades de una pronta sentencia

El próximo viernes podría dictarse sentencia en el juicio por el femicidio de Ingrid Vidosa.

Lo adelantó al término de la última audiencia Carlos Nayi, el abogado querellante que representa a los padres de Ingrid, Mirtha Ramallo y Carlos Vidosa, y realizó una valoración positiva del desarrollo del juicio hasta el momento.

“La prueba está prácticamente colectada y lo ubica en la escena. Existe un abundante material probatorio y entendemos que estamos frente a una causa de femicidio”, dijo. E indicó que, “la defensa tiene una sola chance de procurar aliviar la situación procesal apuntando a una incapacidad transitoria de no comprender lo que estaba haciendo”.

En la quinta audiencia declararon, a pedido de la fiscalía y la querella, dos integrantes de la dirección de Investigaciones Operativas de la Policía Judicial, y un puestero citado por la defensa.

Los investigadores dieron precisiones sobre el uso de las líneas telefónicas de Ingrid y de Haye y las imágenes que surgen de las cámaras de seguridad de la zona.

En este sentido, se determinó que el acusado también usaba otra línea, prepaga, para llamar a Ingrid y se comunicaba con ella constantemente. Un dato clave es que el celular de Haye fue reseteado el 24 de agosto a las 21,38 horas, por lo cual toda la información anterior fue eliminada.

En relación a las cámaras, las del boliche Khalama, del kiosco ‘El Burrito’ y de la boletería del complejo Aerosilla muestran a la pareja cuando se dirigía hacia el Cerro de la Cruz. Esto corrobora el testimonio de Amaya. Más tarde, las cámaras ubicadas en la estación de servicio YPF ‘Giordano’, muestran a Haye caminando solo por la avenida Cárcano hacia el centro.

En cuanto al puestero, declaró que vio a Ingrid el día 24 aproximadamente a las 16 en el cerro, cuando se acercó al kiosco a comprarle un agua. Su testimonio fue bastante confuso y contradictorio. “Totalmente descontextualizado y sin ningún valor. Todas sus expresiones fueron demolidas por la prueba documental, instrumental, testimonial y el registro fílmico. A esa hora Ingrid estaba en otro lugar”, consideró Nayi.

El juicio entró en su etapa final, y estiman que posiblemente el viernes próximo, tras los alegatos, el jurado popular junto al tribunal podría dictar sentencia.

Asimismo, Nayi destacó el trabajo “meticuloso y prolijo” realizado por la Policía Judicial. “La interpretación que realizan del material fílmico lo ubica en la escena del crimen a Haye y a Ingrid. Luego de haberla ejecutado usó su celular para desviar la investigación, enviando mensajes para encubrir o disfrazar el homicidio de suicidio”, subrayó. Por estos motivos, aseguró que para Haye, “no hay más alternativa que prisión perpetua”.

“Llegó la hora de la verdad. La familia fue condenada a vivir de una manera diferente, a convivir con el dolor y lo irreparable. La justicia debe darle una respuesta”, afirmó.

Ingrid sonríe en el mural de la plaza Casado y también sonríe en las fotos que toda una región conoce de ella.

Ese gesto alegre nos interpela constantemente como sociedad a fortalecer nuestros lazos de solidaridad, de compromiso y participación para que la consigna “Justicia es evitar que vuelva a suceder” se construya cada día en todos los aspectos de nuestras vidas.

 

Un mural para homenajearla y pedir justicia

El jueves 24 de agosto, el colectivo #NiUnaMenos Carlos Paz llevó adelante una intervención en una de las paredes que colinda con la plaza Mayor Fernando Casado, de barrio El Cu Cú.

La actividad se realizó en el marco del cumplimiento de dos años del femicidio de Ingrid Vidosa.

La intervención comenzó a las 15 y fue organizada para recordar y mantener vigente el reclamo de justicia por la joven madre de 25 años que fue asesinada en el Cerro de la Cruz.

“Surgió la idea del mural con la intención de hacer algo diferente”, expresó a VillaNos Radio Florencia Santillán, integrante de la agrupación.

Reconoció, además, que mucha gente se sensibiliza con la problemática a través de las redes sociales, pero luego no participa apoyando en la vía pública las demandas y se refirió a la falta de acompañamiento por parte de las autoridades municipales.

Participaron en la muraleada familiares y amigos de Ingrid. Estuvieron presentes su mamá, Mirtha Ramallo; su papá, Carlos Vidosa; su pequeña hija, tíos y amigos de la joven.

Por la mañana, habían participado de la cuarta audiencia del juicio, que desde el 7 de agosto se está desarrollando en la Cámara Séptima del Crimen.

También se acercó hasta la plaza Macarena López Salvans, amiga de Andrea Castana, quien expresó su solidaridad y acompañamiento a la familia Vidosa.

“Es importante tener participación en todos los casos. No solo en el de Ingrid, a quien particularmente la conocí. Siempre que haya alguna marcha para movilizarse por alguna víctima o para pedir justicia, es muy importante participar”, expresó Rocío Oviedo, amiga de la familia Vidosa.

En la pared quedó plasmada la imagen sonriente de Ingrid y una frase contundente: “Basta de violencia. Basta de femicidios. El Estado es responsable. Ley de emergencia con presupuesto ya!”.

La artista plástica Yamila Barrios generó la idea en base a un esténcil con el rostro de la joven. “La propuesta era hacer algo para que estos crímenes no queden impunes. No puede ser que se mueran mujeres por la problemática del machismo. Queríamos dar un mensaje de que hay gente que está en contra de esto y se moviliza”, manifestó.

Desde el colectivo #NiUnaMenos esperan que el Tribunal tenga una “sentencia ejemplar que el movimiento de mujeres de Carlos Paz, de la provincia, incluso del país, necesita. El caso de Ingrid como el de Andrea (Castana) han tenido mucha discusión mediática y la única forma de cerrarlo es con una condena por femicidio”, remarcó Santillán.

 

Trabajadores de la Coopi acompañaron a la familia

La Cooperativa Integral decidió recordar a Ingrid Vidosa a dos años de su femicidio participando de la cuarta jornada del juicio acompañando a sus familiares y amigos. Por eso, un grupo de trabajadores se trasladó hasta la ciudad de Córdoba para presenciar la audiencia que se realizó el pasado jueves en la Cámara Séptima del Crimen.

“Decidimos que el homenaje que se le iba a hacer a Ingrid no era un acto en la institución si no acompañar a la familia en el juicio en el día de su fallecimiento”, afirmó Alicia Clérico, presidenta del Consejo de Administración. “Fue grato en medio del dolor con que uno conmemoraba el día, porque pudimos reflexionar sobre esto. La responsabilidad es estar presentes no sólo para brindar acompañamiento, si no buscando de esto una enseñanza que debemos volcarla a lo cotidiano”, agregó.

La experiencia fue muy movilizadora para todos, pero especialmente para aquellos que fueron compañeros de trabajo de Ingrid en su paso por la Coopi. La joven ingresó a la institución en el 2013 a través del Plan Primer Paso y, por su buen desempeño, fue contratada en otras oportunidades como cajera.

“Era excelente trabajadora, muy responsable, con capacidad de aprender y ganas de mejorar en la vida. Estaba estudiando en el terciario. La convocamos por sus cualidades y predisposición al trabajo. Era una persona con muchas ganas de vivir, que tenía proyectos y toda una vida por delante”, expresó Emmanuel Conrero, compañero de Ingrid.

Durante la audiencia, los trabajadores presenciaron el testimonio de una compañera de Ingrid en la Coopi, que relató hechos acontecidos en el lugar de trabajo que era frecuentado por Marcos Haye.

Asimismo, pudieron compartir sus vivencias y recuerdos con la familia al finalizar la jornada. Los familiares se mostraron muy agradecidos y emocionados por estos relatos que permitieron recuperar cómo era Ingrid en su ámbito laboral.

La participación en el juicio implicó revivir momentos con Ingrid, pero también la angustia que generó su desaparición y el hallazgo de su cuerpo al día siguiente, el martes 25 de agosto de 2015. “Cuando pasó estábamos muy conmocionados”, aseguro Conrero. Y valoró el acompañamiento de las psicólogas que puso a disposición la institución para abordar lo sucedido.

Alejandra Fisore fue una de las profesionales que trabajó de manera individual con algunos compañeros de Ingrid, después de manera grupal y luego con toda la institución. Eso motivó la conformación de una comisión de trabajadoras que participó de distintas actividades como el Encuentro Nacional de Mujeres.

A su vez, a partir de estas instancias de reflexión sobre la violencia de género, se modificaron aspectos hacia el interior de la institución.

El femicidio de Ingrid le permitió a sus compañeros “visualizar cuestiones que son imperceptibles o que uno las tiene normalizadas”, advirtió Conrero. “Uno se pregunta cómo no lo percibimos, cómo pensamos que era algo que estaba dentro de la normalidad de una relación de pareja. Hoy tenemos una mirada muy diferente y la participación es buena para que ante una circunstancia similar los compañeros puedan pararse frente al hecho e intervenir”, determinó.

Los trabajadores destacaron el testimonio de David Amaya, quien se presentó voluntariamente a declarar que había saludado a Marcos Haye en inmediaciones del complejo Aerosilla.

“Qué gran enseñanza nos dejó, porque si todo ciudadano estaría dispuesto a participar cuando ve algo que puede aportar a un esclarecimiento, quizás no estaríamos en esta situación”, señaló Clérico, en referencia a los crímenes que aún permanecen impunes en nuestra ciudad.

En ese sentido, Conrero remarcó que la actitud de este testigo es un ejemplo de cómo cada uno puede ayudar a cambiar las cosas desde el lugar que ocupa en la sociedad.

A fines de esta semana el juicio podría llegar a su fin. “Nuestra expectativa como ciudadanos es que se califique como femicidio el crimen de Ingrid”, determinó Clérico.

La propuesta es que un grupo de trabajadores esté presente cada vez que se realiza una nueva audiencia y una delegación asista el día de la sentencia. “Como institución debemos estar acompañando nuevamente a la familia y ser testigos de esto”, reafirmó.

En esa misma línea, Conrero dejó una reflexión que parte del cuerpo de trabajadores de la Coopi y se extiende a toda la sociedad: “Hay que poner granitos de arena para cambiar cuestiones culturales. Lo importante es hablar de estos temas, participar en todas las acciones, no callarse”.

 

Nota correspondiente a la edición n° 480 del semanario La Jornada, del 27 de agosto de 2017.

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