Gispert planteó la necesidad de construir ‘uno o más’ reservorios sobre los ríos San Antonio e Icho Cruz para garantizar la provisión de agua a la región

Walter Gispert (6)El presidente del Concejo de Representantes, Walter Gispert, presentó un proyecto de Resolución a través del cual pretende que Villa Carlos Paz solicite al ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos del gobierno de la provincia “que incluya en sus programas el diseño, planificación y construcción de uno o más reservorios de agua sobre el cauce de los ríos que conforman la cuenca de los ríos Icho Cruz y San Antonio”.

El objetivo es “asegurar la provisión de este vital elemento a las comunas de Cuesta Blanca, Mayu Sumaj y Tala Huasi y a los municipios de Villa Río Icho Cruz, San Antonio de Arredondo y Villa Carlos Paz”.

“Las mencionadas obras deberá ser diseñadas de forma tal que su construcción no afecte el uso de los ríos como recursos recreativo – turístico”, precisó.

Además, pide que Villa Carlos Paz invite “a las autoridades de las comunas de Cuesta Blanca, Mayu Sumaj y Tala Huasi y de los Municipios de Villa Río Icho Cruz y San Antonio de Arredondo a acompañar la presente Resolución”.

La iniciativa tomó estado legislativo en la sesión que se desarrolló el miércoles pasado y fue derivada a la comisión de Obras Públicas para ser analizada.

 

Argumentos

En la nota de elevación del proyecto, Gispert precisó que, “Carlos Paz ha tenido una tasa de crecimiento poblacional muy elevada  en un corto período de tiempo, en comparación con el resto de las ciudades del interior provincial” y que “en lo que va del año se tramitaron en la ciudad 40 mil metros cuadrados de construcción nueva, siendo la ciudad con mayor actividad en el rubro construcción de toda la provincia”.

Asimismo advirtió que la tendencia se mantiene “a pesar de los intentos realizados por el municipio -a través del Consejo de Planificación Urbano Ambiental- para regular el crecimiento urbano, con la finalidad de preservar el paisaje y perfil turístico de la ciudad, como así también la calidad de vida de los vecinos”.

En cuanto al aumento demográfico, Gispert consideró que los datos censales, “evidencian también un crecimiento explosivo de las localidades de la microrregión”.

“Según los datos del Registro Civil local nuestra ciudad contaba en junio de 2014 con 86.306 habitantes, si bien este dato no considera la migración de residentes hacia otras localidades”, acotó.

Y en este punto, sostuvo que, “este crecimiento edilicio y poblacional de la ciudad y su microrregión, determina la necesidad de la realización de obras que aseguren la provisión de los servicios públicos indispensables. Entre estos servicios uno de los principales, por no decir el principal, es la provisión del servicio de agua corriente”.

El titular del cuerpo legislativo explicó que, “casi el 80% de la precipitación anual en la región se produce entre los meses del semestre cálido, desde octubre hasta marzo. La precipitación anual oscila entre las de 650 y 750 mm, en los años en que las lluvias superan la media, el lago San Roque no puede contener la totalidad del agua que le aportan su tributarios, eliminándose ese excedente mediante la apertura de la válvulas reguladoras”.

“Ese volumen de agua podría conservarse mediante la construcción de reservorios aguas arriba del San Antonio o sobre los ríos que le dan origen, permitiendo una regulación y estabilización de la provisión de agua a nuestra ciudad y la microrregión sur”, opinó.

Hizo referencia, también, a que la concesionaria encargada de brindar el servicio de agua potable a Villa Carlos Paz, la Cooperativa Integral, se abastece de la cuenca del río Icho Cruz–San Antonio, a excepción del barrio Villa del Lago que se provee de la Cooperativa San Roque, que capta el agua del Arroyo Los Chorrillos.

Dentro de la microrregión de Villa Carlos Paz, también brinda este servicio a las comunas de Cuesta Blanca, Mayu Sumaj, y a los municipios de Villa Río Icho Cruz y San Antonio de Arredondo, todos alimentados del río Icho Cruz – San Antonio;

“Asegurar la provisión de agua a los habitantes, como así también la purificación de las aguas residuales, son deberes del Estado que, al mismo tiempo, es el propietario natural de los recursos hídricos” remarcó. Y agregó que, “cuando una comunidad se desarrolla –como es el caso de nuestra ciudad y su microrregión– debe prever la manera de asegurarse la provisión de agua con determinada proyección en el tiempo. Esto implica planificar nuevas obras hidráulicas, búsqueda de fuentes de provisión alternativas, etc. Si no se actúa con previsión, se carga en las futuras generaciones la solución del problema y costos más elevados, sumando a esto los inconvenientes que la carencia de un buen sistema de agua provoca en el desarrollo de las regiones”.

 

El antecedente del frustrado dique de Cuesta blanca

A la hora de fundamentar su iniciativa, Gispert recordó el frustrado proyecto de dique en Cuesta Blanca, consistente en la construcción de un gran paredón de 82 metros de altura, sobre el cauce del río San Antonio.

“El gobierno provincial impulsó la construcción de la mencionada obra a partir de 1998, pero esta sufrió la oposición de los habitantes de las localidades ubicadas aguas abajo quienes se opusieron a la obra ya que ésta, si bien cumplía con el objetivo principal, hubiera acarreado más perjuicios que beneficios por el impacto ambiental negativo en nuestra región, netamente residencial y turística.

Los especialistas que apoyaban la postura de los vecinos proponían alternativas que atendían el propósito de contar con reservas de agua de bajo impacto ambiental en vez de esta mega obra.

El mayor trastorno ecológico de este tipo de embalses se produce al convertir un sistema de aguas que corren en un sistema de aguas que disminuyen su velocidad. Así el agua sufre la disminución del oxígeno y la alteración del PH y se vuelve más ácida, transformándose así, en un medio tóxico. La salud humana y las pautas socioculturales se ven afectadas también por la alteración del medio acuático”, señaló.

Sobre el final, enfatizó que, “asegurar la provisión de agua corriente para las futuras generaciones, tanto de nuestra ciudad como de la microrregión que se provee de este recurso de las aguas del río San Antonio, es una obra que excede las posibilidades de las comunas y municipios que la integran, por lo cual es necesario solicitar que el gobierno de la provincia se involucre en la misma”.

 

Nota correspondiente a la edición n° 414 del semanario La Jornada, del 24 de abril de 2015.

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