La diputada nacional por Córdoba, Gabriela Estévez (FpV-PJ), repudió enérgicamente la arbitraria decisión del gobernador Gerardo Morales, que ordenó una absurda represión contra un grupo de dirigentes que había solicitado presenciar la última audiencia del primer juicio contra Milagro Sala.
Estévez sostuvo que “los graves hechos registrados en San Salvador confirman lo que venimos denunciando: Milagro Sala es una presa política”; y agregó que su detención, rechazada en el país por todo el arco político, además de organismos como la ONU o la OEA, “es una afrenta al Estado de Derecho porque no respeta los tratados internacionales en materia de Derechos Humanos incorporados a nuestra Constitución Nacional”.
En la torpe intervención policial, fue violentamente tratada su compañera de bancada Mayra Mendoza: “los policías la forcejearon y la tomaron del cuello de manera violenta”, explicó Estévez, quien se encontraba presente en el lugar de los hechos.
La diputada nacional puso énfasis en el “sesgo machista y racista que tiene el proceso”, calificándolo de “percusión política, ya que no caben dudas que Milagro Sala, como dirigente social, defendiendo a un sector social postergado históricamente, resulta una amenaza para el poder político”.
La legisladora nacional llamó a defender las libertades públicas violentadas, porque “las garantías constitucionales no parecen regir en la provincia de Jujuy y lo que pasó hoy es una muestra cabal de ello”, concluyó.
