¡Fuerza Viejo!

Por Evelina Ramírez

Me ha tocado varias veces escribir sobre la situación de los bomberos de Villa Carlos Paz y jamás pensé que iba a tener que hacerlo en primera persona. Hoy no escribo como periodista.

La noticia dice que en la tarde del domingo pasado, un hombre resultó herido tras explotar una garrafa en su vivienda de calle Filipinas.

El hombre es mi Viejo, Raúl Ramírez. 61 años. Carnicero de oficio. Ojos chiquitos y marrones. Manos grandes, de laburante incansable. Fanático de Messi. Cultivador de amistades. Adora a su nieta Ona (y ella a él). Le gusta jugar al truco. Habla poco. Abraza fuerte.

El accidente ocurrió en el sótano que tiene para secar los salames que elabora. Para secarlos les da calor, y para eso utiliza una pantalla conectada a una garrafa. Al parecer, abrió la garrafa, se preparó el mate y luego bajó al sótano para prender la pantalla. Cuando lo quiso hacer, el fuego lo envolvió.

Tiene quemados brazos, manos, cara y parte de sus piernas. Su pulmón derecho también está lesionado. Permanece internado en el Instituto del Quemado, en la Unidad de Terapia Intensiva. Está con respirador y le están haciendo curaciones en sus heridas.

Cuando sucedió todo, los primeros en llegar fueron los bomberos. Siempre los bomberos. “No tenían nada, y con la nada hacían algo”, describe mi hermana Emilse, haciendo un gesto con las manos que creo que no voy a olvidar más. Y agrega que la tijera con la que querían cortarle la remera, no cortaba nada.

Aun así, con todas esas dificultades, lo ayudaron. Con lo fundamental: oxígeno. “La prioridad fue la vía respiratoria”, me cuenta Pablo Tourn, uno de los bomberos que intervino y que además es un compañero trabajador de la Cooperativa Integral.

Y sí. Esa fue la prioridad. Que respire.

Así lo ratificó más tarde el Dr. Maldonado, del Instituto del Quemado, que con paciencia y HUMANIDAD, nos viene dando el parte diario de su situación de salud.  

Profesionalismo y vocación de servicio. Eso es lo que caracteriza a nuestros bomberos. Hoy, les agradezco de corazón la ayuda que le dieron a mi Viejo. Porque sé que, así como lo hicieron con él, lo hacen con cada ser humano que requiere de su ayuda. 

También va mi reconocimiento y agradecimiento a los profesionales del Hospital Gumersindo Sayago, al personal de Seguridad Urbana y de la policía que tuvieron su intervención y que ayudaron en el traslado, abriendo al tránsito para que la ambulancia llegue lo más rápido posible.

Un GRACIAS enorme también para toda la gente que se ha preocupado por él. Amigos, vecinos, conocidos de la familia. A mis compañeros de VillaNos Radio, del semanario La Jornada y de la Cooperativa Integral, que están ahí, pendientes de lo que necesitemos.

Como dijo un gran amigo, sos un toro. ¡Fuerza Viejo!

Nota correspondiente a la edición n° 448 del semanario La Jornada, del 15 de enero de 2017.