1952 | El verano en Villa Carlos paz presentaba su balneario céntrico pocos metros aguas arriba del puente. Las bajantes frecuentes del lago San Roque ponían al alcance del visitante agua fresca y cristalina.
1955 | La Hoya, un clásico lugar elegido por visitantes y locales para disfrutar del río en Villa Carlos Paz. En la zona eran frecuentes los accidentes debido a la profundidad del sector a lo que se agregaba un remolino provocado por la correntada en curva que se cobraba vidas en cada temporada estival.
1958 | Al final de la calle Irigoyen, en Villa Domínguez, la costa presentaba una lengua de arena que con el tiempo alcanzó notable predicamento, sobre todo en la juventud. Recibió varios nombres, entre ellos El Ancla, La Playa del Ciervo y hoy El Bajo que tiene plena vigencia y donde siempre es conveniente hacer una reserva en tiempos de primavera/verano.
Nota correspondiente a la edición n° 585 del periódico La Jornada, del 25 de enero de 2023.
