Los olores nauseabundos y el color azulado que fue tomando el lago hace diez días impulsó el despertar de muchos vecinos de Villa Carlos Paz a una problemática de larga data: la contaminación del San Roque y sus afluentes.
La situación crítica del espejo de agua derivó en que vecinos autoconvocados organicen concentraciones y marchas en el centro de la ciudad, donde la problemática se evidenciaba intensamente. La primera movilización fue el sábado 25 de febrero, hubo otra el domingo y un ‘ruidazo’ el martes pasado.
Un grupo de vecinos durante la concentración del domingo pasado definió una movilización para el jueves, ya que ese día sesiona el Concejo de Representantes.
Por eso, ese día más de 300 vecinos marcharon para reclamar soluciones concretas y urgentes a la situación del lago San Roque. La columna partió desde el puente Zilli, atravesando el puente Carena hasta el centro de la ciudad y confluyó en la sede del Concejo, que se encuentra en la terminal de ómnibus.
La convocatoria del martes se definió después que algunas instituciones educativas ubicadas cerca del lago y el río San Antonio determinaron la suspensión de las clases en ciertos horarios, debido al malestar que generaba en los alumnos el olor emanado.
“El lago se está muriendo y los responsables políticos miran para un costado y se echan la culpa entre ellos. La situación es completamente insalubre. Es terriblemente tóxico”, denunció Leonel Bastianelli, uno de los organizadores a VillaNos Radio 100.7.
En esta oportunidad se dirigieron a la municipalidad y exigieron ser recibidos por las autoridades. No sólo no los atendió ni el intendente Esteban Avilés ni ningún funcionario, si no que la decisión fue sitiar el lugar con policías que impedían el ingreso al edificio municipal.
La protesta del jueves fue la más multitudinaria de todas, a pesar de que la creciente que ingresó por el río San Antonio generó alivio en la población, ya que se llevó la concentración de algas localizadas principalmente entre el puente Zilli y Carena, y eso puede haber favorecido a la desmovilización de algunos.
Muchos jóvenes se sumaron a esta convocatoria. También, hubo referentes de diversas organizaciones ambientales como la ONG ADARSA y la Comisión en Defensa del Bosque Nativo (CoDeBoNa). “Tenemos que estar acá presentes como ADARSA y como vecinos. Todo el mundo debería involucrarse en esto, porque es nuestra salud. Lo que ha pasado en esta última semana es el fin de un encadenamiento de negligencia y de desidia política que tenemos que repudiar todos, porque es el futuro de nuestros hijos y es nuestra vida la que estamos defendiendo”, explicó Lis Heras, miembro de la ONG.
Bronca e indignación expresaban los vecinos haciendo ruido con latas, redoblantes, botellas o lo que tuvieran a mano. “Lago sano”, “No más promesas, sanear el lago ya” y “No son las algas, son las nalgas: los funcionarios no las mueven”, fueron algunos de los originales carteles que portaban los manifestantes.
La marcha finalizó en la puerta del cuerpo legislativo donde los participantes exigieron la presencia de los concejales para entregarles un petitorio. “Aire puro en Carlos Paz queremos respirar”, fue una de las consignas que cantaba la multitud, mientras esperaba una respuesta de las autoridades del Concejo.
Finalmente, fueron recibidos por los concejales Alejandra Roldán (CPU) y Walter Gispert (Frente Cívico), quienes aceptaron el documento y asumieron el compromiso de mantener una reunión este lunes con un grupo de vecinos.
“Vayan a laburar”, les gritaban cientos de voces a los concejales en el momento en que se acercaron a dialogar con ellos. “Queremos respuestas”, “queremos soluciones” contestaban cuando los concejales tomaron la palabra.
“La exigencia es que se vuelva a retomar las reuniones del Comité de Cuenca, que se tome en serio este trabajo, que se use un presupuesto real para la remediación de las cloacas y que todos los gobiernos se junten y busquen soluciones para lo que está pasando”, expresó Heras. “Le exigimos a los políticos que nos cuiden”, remarcó.
Mientras tanto, estaba pendiente el tratamiento en la sesión de un proyecto de resolución presentado por el concejal del Frente Cívico Gustavo Molina que establecía la declaración de la emergencia ambiental por los recurrentes incendios en el basural y la contaminación del lago San Roque y sus efluentes.
Aproximadamente, 30 vecinos pudieron ingresar a la planta alta del Concejo de Representantes y participar del debate. Al terminar la sesión, los vecinos que se encontraban presentes en el recinto pudieron hacer uso de la palabra y manifestar sus diversas exigencias a los concejales en cuanto a políticas socio-ambientales y acciones de remediación de la cuenca del lago San Roque.
“Pedimos que el señor intendente nos reciba. Está enferma la cuenca del lago San Roque, entonces cuanto más colabore el pueblo en este saneamiento mejor va a ser. Esto tiene que ser declarado política de Estado”, concluyó uno de los vecinos.
Nota correspondiente a la edición n° 459 del semanario La Jornada, del 02 de abril de 2017.
