Emergencia alimentaria: desde la Iglesia, visiones encontradas

A fines de agosto, y a través de un duro documento de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas), los obispos de la Iglesia Católica reclamaron al gobierno de Mauricio Macri que declare la “emergencia alimentaria y nutricional” para hacer frente al “severo aumento de la indigencia y la pobreza” en el país.

Sorprendentemente, el párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen de Villa Carlos Paz, Mario Bernabey, se pronunció en contra de esta posibilidad y la atribuyó a un interés estrictamente electoral.

“Estamos viviendo un momento complejo social y culturalmente, pero no es un momento de emergencia. Es un momento electoral y cuando hay campaña a veces la verdad no importa. Entonces te encontrás en la televisión con muchas marchas en Buenos Aires cortando calles, con gente que ni sabe por qué está ahí”, criticó en declaraciones al noticiero VCP Hoy.

Interpretó que, como sociedad, “no terminamos de mirar con responsabilidad ni compromiso auténtico la verdadera necesidad que estamos teniendo todos”.

“Para hablar de emergencia alimentaria estamos lejos y en esto nos hace falta sinceridad y un compromiso en serio con el pueblo.

La pobreza desde hace más de 20 años es del 30%, y ha aumentado 3 o 4 puntos más. Es decir que estamos hablando de la misma pobreza”, señaló. Insistió con que hablar de emergencia en la previa de las elecciones presidenciales “es muy complejo”.

“Deberíamos estar trabajando permanentemente, mirando y atendiendo las necesidades de la gente. En la parroquia se atiende y se ayuda de lunes a lunes. No hemos dejado de hacerlo nunca”, expresó.

Bernabey invitó a “reflexionar” sobre la situación “y no dejarnos llevar por lo que la corriente está haciendo”.

“Hay intereses demasiado mezquinos que parece que hoy se están dando cuenta que hay mucha necesidad. Es un tiempo para comprometernos con la realidad, acompañar al que tenemos más cerca en sus necesidades y estar atentos para que no nos lleve puesta la política ni dejarnos manipular por el panquequismo político”, indicó.

Si bien el pedido al gobierno de Cambiemos fue formulado desde la Pastoral Social, el párroco carlospacense se despegó de esta postura. “Dentro de la Iglesia podemos diferir y quizá haya hay alguien que lo ve así. Muchas veces las cosas de plantean desde la mirada de Buenos Aires, y Argentina no es solo Buenos Aires y la Villa 31”, opinó.

Por último consideró que, “si hay una gran deuda que nos deja la democracia es la necesidad y la pobreza”.

Con una mirada completamente diferente, el sacerdote Víctor Acha se pronunció a favor de que el Estado reconozca la problemática y actúe en consecuencia. 

“Le hice un comentario al padre Mario (Bernabey). Desde mi punto de vista, creo que decir que no es el momento de una emergencia alimentaria es un poco restarle importancia a la gravedad de la situación que vive el país. No quiero polemizar con él, pero hace referencia a que la pobreza es de muchos años. Indudablemente, la pobreza estructural hace muchos años que existe y nos acompaña desde que existimos como país. Esa pobreza estructural, a través del tiempo, se ha venido modificando. Reduciéndose en tiempos de gobiernos que estuvieron muy atentos a las necesidades, reclamos y urgencias populares; y ampliándose cuando hubo gobiernos más interesados en las cuestiones económico-financieras de los privilegiados, de los que más tienen”, dijo.

Citando datos de una consultora internacional, señaló que el salario promedio de los trabajadores registrados, en el año 2002, era de 307 dólares; en el 2015, llegó a 578 dólares; y, en el 2019, el salario está en 279 dólares. Es decir, casi unos 30 dólares menos que en el 2002. En la asignación de los jubilados, se da algo similar: alrededor de 200 dólares en el 2002, 400 en el 2015, y ahora hemos vuelto a los 200 en el 2019.

“Los ingresos se han reducido a lo que eran en el 2002. Me parece que esto está diciendo que no hay capacidad adquisitiva en los trabajadores y en el sector de los jubilados”, afirmó.

Además, consideró que “no se puede ningunear a la gente que hace reclamos”.

“El padre Mario dijo que la gente que salió en Buenos Aires no sabe por qué salió. Yo creo que es medio aventurado juzgar así las opciones y decisiones de la gente marginada, pobre o en situación de calle. Hay que reconocer que las protestas, cuando son legítimas, deben ser respetadas y, sobre todo, tenidas en cuenta”, dijo.

Sostuvo que no solo el padre Bernabey plantea que en la discusión “hay intereses mezquinos atribuidos al escenario electoral”, pero subrayó que “todas las protestas tienen una connotación político-social, porque la Argentina siempre vive en procesos electorales”.

“El padre Bernabey cuando habla hace política; yo cuando estoy hablando para responderles a ustedes hago política; cuando predico hago política. Somos seres políticos toda vez que estamos insertos en la sociedad y aportamos, para bien o para mal, con nuestra mirada sobre la realidad de la sociedad. Y esta mirada que aportamos contribuye a construir la sociedad, la historia y el país, o contribuye a frenar, retrasar o impedir el crecimiento y el desarrollo del país. Todos cuando hablamos y actuamos hacemos política. Si callamos o dejamos de actuar también hacemos política.

“La campaña electoral no es la causante de la crisis que está viviendo el país; cuando se ha reducido la capacidad instalada de la industria a un 30 % de su capacidad total eso nos está diciendo que, necesariamente, se ha agravado la situación de los que tenían trabajo y ahora no lo tienen, de las fábricas y de las pequeñas y medianas empresas que tenían su funcionamiento a pleno o al 70 u 80 % y que ahora lo tienen reducido a la mitad o menos, o bien que han cerrado. Son miles las pequeñas empresas que han cerrado. No se puede ignorar a las grandes empresas que están reduciendo el trabajo de su personal, ni se puede negar ya los millones de desocupados que se han sumado estos cuatro años. Estas son realidades que marcan que hay pobreza”.

Nota correspondiente a la edición n° 545 del periódico La Jornada, del 25 de setiembre de 2019.

2 COMMENTS

  1. Excelente descripción del padre Acha. poniendo claridad y verdad a la realidad que desgraciadamente vive nuestro pais en éstos días, y a la visión sesgada de un sacerdote que no debiera tener posiciones electorales, no le corresponde, antes que nada debe velar por los más necesitados y para saber si hay crisis alimentaria basta con recorrer nuestros barrios de la periferia cada vez más empobrecidos no solo de falta de alimentación sino lleno de toda carencia. Pero para ésto Mario Bernabey no debería esperar que le golpeen las puertas de su iglesia esperando que un necesitado exprese su necesidad, sería bueno que recorra cada uno de los pobres hogares con mucha necesidad y les tienda una mano de alivio.

    • Sr. Editor deseo reflexiónar sobre las expresiónes de los sacerdotes Mario y Saulo ..estoy totalmente de acuerdo con Blanca Perez, pero según nos enseña Aristoteles en sus escritos sobre Ética pienso que el sac Mario expresa lo que vio o vivió en su niñez, es decir que no conoce la pobreza o si la conoce se le fue olvidando porque la Santa Madre Iglesia lo fue alejando de los pobres y se acomodó al centro de VCP donde vive la clase media o media alta donde no hay pobres ni hambre. Esto además de Aristotélico, me lo enseñó un gran. Amigo Cardenal de Roma de origen Polaco que un día preguntándole sobre porque casi todos los Cardenales era Gordillos me explicó lo que ya mencioné anteriormente. ( el Cardenal del que hablo vive a 200 mts de Santa Marta la casa donde habita el Papa Francisco en una miseria Franciscana y toma mate diariamente con el y es junto a otros Cardenales generalmente Africanos mas delgado que el más pobre de VCP así como su ropa y su amoblado , el no olvido la guerra ni el hambre que sufrió en su Polonia natal ). Me da lástima que gente de otras religiónes no comente sobre este tema, por ejemplo la comunidad evangelica que tanto bien hace en VCP especialmente en los barrios carenciados donde si hay hambruna. Realmente me encantaría un comentario de dicha comunidad o de otras religiónes como la Judía o Musulmana. Respetuosamente Don Daniel.

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