El próximo 3 de mayo a las 9,30 tendrá lugar la primera audiencia del juicio por el asesinato de Franco Amaya, en la Cámara 11º del Crimen de la ciudad de Córdoba.
El joven fue ultimado de un balazo durante un control vehicular policial realizado a metros del puente Los Gigantes, en Villa Carlos Paz, el 22 de febrero de 2017.
Por el crimen serán juzgados los oficiales Rodrigo Maximiliano Velardo Bustos y José Ezequiel Villagra.
Velardo Bustos, detenido en la cárcel de Bouwer, está acusado de homicidio agravado por la calidad de autor y por el uso de arma de fuego en concurso ideal; en tanto Villagra está imputado de omisión de los deberes de funcionario público.
Carlos Nayi, abogado de la familia Amaya, señaló que pedirán prisión perpetua para el autor del asesinato.
Para la imputación de Villagra, “la escala penal es mucho más exigua, y aun encontrándolo culpable no sería de cumplimiento efectivo”, precisó.
En una entrevista con VillaNos Radio, Nayi planteó que el de Franco Amaya no se trata “técnicamente” de un caso de gatillo fácil.
“Estamos hablando de una ejecución a manos de la autoridad policial. No estamos hablando de exceso, sino de asesinato a sangre fría”, aseguró.
Sobre los dichos del abogado del principal acusado respecto a que, “en ningún momento tuvo una intención homicida; hizo un movimiento y se le escapó el tiro”, Nayi consideró que solo es parte de la “estrategia defensiva”.
“La prueba absuelve y la prueba condena, y en este caso es abrumadora. De confirmarse ese diseño de alta calidad estamos a las puertas de un veredicto que lo puede colocar en prisión perpetua”, insistió.
Por otra parte, confirmó que durante el juicio impulsarán que se investiguen las responsabilidades hacia arriba de la cadena de mando, haciendo foco en la capacitación que se le brinda a los aspirantes a policías. “Esto nunca debió suceder”, dijo.
El caso
Franco Amaya tenía 18 años. Era un pibe trabajador, que en pocos días se iba a recibir de peluquero. Esa noche calurosa de verano (22 de febrero de 2017) Ulises Bueno tocaba en Molino Rojo. Junto a su primo Agustín encararon en moto a cambiarse para ir al baile. Pasando el puente Los Gigantes se encontraron con un control vehicular mal señalizado y que no cumplía con los requisitos establecidos por la reglamentación policial que exige la presencia de como mínimo cinco efectivos.
Esa madrugada, los oficiales Rodrigo Maximiliano Velardo Bustos de 25 años y José Ezequiel Villagra de 22 estaban alcoholizados cuando a Franco le fallaron los frenos de la moto y no pudo detenerse ante el control. En ese momento, Velardo Bustos empuñó su arma reglamentaria, disparó contra el joven y, luego, los efectivos policiales se negaron a prestarle auxilio.
Pese a la oposición de los uniformados, Franco fue trasladado minutos después por su primo y un amigo que pasaba por el lugar hasta el Hospital Municipal Gumersindo Sayago de Carlos Paz, donde ingresó sin signos vitales.
Nota correspondiente a la edición n° 508 del semanario La Jornada, del 02 de abril de 2018.
