El emblemático hotel Portal del Lago de Villa Carlos Paz celebró este 15 de febrero su 30° aniversario.
La fiesta se llevó a cabo en uno de los salones del establecimiento ubicado junto al lago San Roque, y contó con la presencia de autoridades provinciales y municipales, entre ellas el intendente Esteban Avilés, el director de la Agencia Córdoba Turismo Gabriel Raies, la legisladora Mariana Caserio, ediles, figuras del deporte, representantes de asociaciones intermedias y del ámbito empresarial y amigos de la casa.
Más de cien personas asistieron al evento para celebrar la continuidad de uno de los hoteles con mayor prestigio de Villa Carlos Paz.
Un proyecto que naciera por los años ochenta, de la mano de un sueño, y lograra consagrarse como la efigie de nuestra ciudad en lo que a hotelería y eventos se refiere.
Anclado en valores familiares, camaradería, amistad y fidelidad; en ellos está la clave del éxito. Y así lo reconoció uno de sus fundadores, Juan Baremberg, al momento de levantar su copa a propósito de conmemorar el trigésimo aniversario de su “obra maestra”, el fruto de más de treinta y cuatro años de trabajo abocados a trascender “siempre en familia, gracias al apoyo incondicional de ellos, y el de mi socio”.
Hugo Golber, quien tampoco dejó pasar el momento a los fines de recordar que, “cuando vinimos, la gente de este pueblo nos decía que estábamos locos, que no era lugar para una inversión de esta naturaleza… aún hoy estamos llenos de sueños y el ímpetu de hacer es lo más importante”.
Para seguir creciendo, forjar un destino juntos, y también por los años trascurridos, el Portal del Lago brindó a la salud del pueblo que les permite dejar su huella en el mundo.
Historia
Allá por 1983 se iniciaba la construcción de uno de los hoteles íconos de la ciudad por su excelencia. De la mano de los rosarinos Juan Baremberg y Hugo Golber, en el mismo día de la democracia argentina, 35 obreros ponían en marcha el ambicioso proyecto a orillas del lago San Roque.
Materiales nobles, cálidos y rústicos daban vida a este enorme edificio cuya arquitectura sortea los vaivenes entre lo clásico y lo innovador, optimizando los beneficios naturales del entorno. En sus espacios se dieron cita los máximos exponentes de la política, el deporte, las letras y el arte como Ernesto Sábato, en una de sus últimas y recordadas conferencias públicas.
Salas de ladrillo visto y madera propician el marco ideal para el descanso; sin olvidar su puente emblemático en el que cientos de turistas inmortalizaron sus momentos. La vista única del Lago y sobre sus espaldas, el cordón de las sierras chicas, configuran la postal de uno de los establecimientos más categorizados de Punilla.
Nota correspondiente a la edición n° 405 del semanario La Jornada, del 21 de febrero de 2015.
