El futuro del servicio de agua está en su historia: “La Coopi resiste”, dijo Eguiguren

Alejandro Tati Eguiguren - charla sobre el servicio de agua (2)Trabajadores, delegados y autoridades de la Cooperativa Integral participaron el jueves pasado de una jornada de capacitación en servicios.

El título del encuentro fue “El futuro del servicio de agua está en su historia” y estuvo a cargo del gerente General de la institución, Alejandro Eguiguren.

Meses atrás se había desarrollado una actividad similar, pero referida al servicio de gas natural, haciendo un repaso por la historia nacional y local de la prestación.

En el caso de esta charla del agua, también se planteó el trasfondo histórico (nacional y local) en torno al servicio y se abordaron interrogantes como el agua, ¿es mercancía o derecho humano?; ¿qué rol ocupa en la prestación del servicio el Estado y las cooperativas?.

“Analizar un tema específico como lo es el agua implica analizar las relaciones de poder entre el poder concedente y poder concedido”, comenzó afirmando Eguiguren.

En el evento se proyectó un fragmento del documental “Sed. Invasión gota a gota”, que aborda la situación del Acuífero Guaraní, la reserva subterránea de agua dulce que abarca cuatro países. En este sentido el disertante tomó las palabras de Ismail Serageldin, ex vicepresidente del Banco Mundial, quien ha afirmado que las guerras del siglo XXI serán por el agua.

Eguiguren reparó en el dato no menor de que los países centrales ya han detectado esta reserva de agua dulce y tienen instaladas bases militares allí. “Cuando hablamos si el agua es una mercancía o un bien público, se plantea la duda entre el ser y el deber ser. En el sistema capitalista todo lo que tenga propiedades como para que se genera extracción de plusvalía, pasa a ser una mercancía”, expresó.

Sostuvo que es falaz la afirmación sobre la escasez de agua. Recordó que en el planeta hay un 2,5% del agua que es dulce, el resto pertenece a los mares y océanos. Pero que el procedimiento de desalinización es posible. El tema es que para hacerlo implica la utilización de mucha energía (petróleo). “Esto tiene un precio –no valor- sideral y en este momento no es sujeto de extracción de plusvalía”, expresó.

Seguidamente habló del negocio del agua envasada y sus diferencias con el agua de red. Al agua envasada se le desconoce su origen, sus condiciones de transporte y almacenamiento. “Hay una depreciación -con su consecuente desvalorización- del agua de red; sin embargo es el agua más barata y la que tiene mejores condiciones para ser consumida por el ser humano”.

Además consideró que la contaminación ambiental que genera el agua envasada es mayúscula, si se tiene en cuenta las botellas que son necesarias para trasladar litros y litros de agua. Sin embargo, el mercado y gran parte de la población sigue valorando más el agua mineral que el agua de red.

 

De lo nacional a lo local

Tras el pantallazo mundial, Eguiguren hizo un repaso por la prestación del servicio de agua en la nación, la provincia y el país. Reivindicó a experiencia de lo que significó Obras Sanitarias de la Nación (OSN) creada en 1912 y cuya debacle comenzó tras el golpe de Estado de 1955. Luego vino el proceso de desguace hasta llagar a las privatizaciones emprendidas durante la década del 90. Recordó que en 1993 el por entonces presidente Carlos Menem entregó la prestación del servicio a la empresa Aguas Argentinas, propiedad en su mayor parte del grupo francés Suez, la española Aguas de Barcelona y grupos privados locales como el Banco Galicia.

En marzo de 2006, en tanto, el entonces presidente Néstor Kirchner rescindió los contratos con los privados y dio lugar a la creación de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), que es una empresa pública argentina dedicada a la prestación de servicio de agua corriente, cloacas y desagües pluviales.

En el plano local, habló de los orígenes del servicio ligado a los loteos y desde una perspectiva mercantilista y privada. “Los dueños de los emprendimientos ponían cañerías, sacaban agua del viejo canal”, describió y remarcó que este accionar no tuvo ningún tipo de planificación urbana.

Recordó los orígenes de la Cooperativa Integral (con el antecedente de la cooperativa creada en 1958). Mencionó también la creación de la Empresa Municipal de Agua Corriente (EMAC) a cargo del por entonces interventor municipal Aldo Capello, en 1960. La propuesta fracasó y a partir de allí toma nuevo impulso la idea de que la creación quede en manos de una cooperativa de usuarios.

Además reparó en que en 1963 (al momento de la creación de la Coopi) Anselmo Peláez aprobó un contrato de concesión por 99 años, hecho que nunca se cumplió puesto que vino una nueva intervención a raíz del golpe de Estado de 1966.

Alejandro Tati Eguiguren - charla sobre el servicio de agua (1)A lo largo de su disertación, Eguiguren hizo hincapié en los sucesivos intentos de pasar la prestación del servicio a otras entidades. Por ejemplo, en 1972 Raúl Mantegazza plantea una nueva estatización (esta vez proponiendo que el servicio pase a OSN, que no tenía el esplendor de antaño). En los 90 también se habló de pasar el servicio a otras manos, además de poner muchas trabas burocráticas a la instalación del segundo acueducto. Y hoy vuelve a hablarse de la posible municipalización.

El directivo sostuvo que a pesar de las limitaciones y las mezquindades de poder político, la Cooperativa Integral ha dado garantías de calidad en la prestación. “La Coopi resiste y resistió como pudo para poder hacer lo que pudo. Hay que reflexionar sobre lo que nos pasó para no volver a cometer los mismos errores y no dejar que los que toman decisiones, vuelvan a equivocarse en contra de los sectores populares”, concluyó.

 

Nota correspondiente a la edición n° 388 del semanario La Jornada, del 11 de octubre de 2015.

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