Educar en el cambio

Por Valeria Flesia

Escuela Domingo French - Cabalango (1)En estos tiempos de cuestionamientos e incertidumbre en torno a la escuela y su valor como espacio de formación integral para niños y jóvenes, desde su agreste bastión del sur de Punilla, la escuelita de Cabalango pone a disposición de quien quiera conocerlo un proyecto ideado solitariamente por su maestra directora, Laura Losada, implementado por ella junto a un grupo de personas e impulsado por el ministerio de Educación de Córdoba que lo sostiene como un espacio para “entender los cambios”, rompiendo con el modelo tradicional.

Las sierras en las que se enclava la escuela Domingo French eran mucho más sierras hace unos pocos años. Lentamente, la civilización va avanzando y la huella que pasaba delante de la escuela y se volvía intransitable con las lluvias, cuando la pendiente transformaba las caídas en cascadas, hoy muestra un coqueto adoquinado dispuesto por la comuna de la localidad conducida por Natalia Sayas que reitera su mandato. Los adoquines se ven avanzando en las calles principales y, seguramente, serán un aliciente para que aún más familias elijan la belleza de ese entorno para una vida más en contacto con la naturaleza.

 

Modelo de ruralismo

La escuela responde al modelo organizacional  propio de los contextos rurales. Cuando la matrícula es escasa, se agrupa a los alumnos de diferentes años de escolaridad en plurigrados con uno o dos docentes. La potencialidad pedagógica que ofrece el plurigrado coexiste con la complejidad para plantear situaciones de enseñanza en las que se dote de sentido a distintas formas de agrupamiento de los alumnos.

Laura Losada llegó a la escuela Domingo French hace 11 años y fue personal único (PU) hasta este 2015 en que el avance de la matrícula posibilitó la llegada de otra maestra. “En esta escuela fui por primera vez maestra rural, maestra y directora. El proyecto que traje a esta escuela fue pensado durante muchísimo tiempo porque siempre quise ser maestra rural y, si bien tengo mucho estudio, tres carreras terminadas, la idea sobre la educación rural era lo que me orientaba”.

La primaria tiene hoy 37 alumnos de primero a sexto grado. El número, impensado hace unos años cuando la sala tenía de 13 a 15 alumnos, permitió la división de primero a tercero y de cuarto a sexto. Laura comenta que también en las actividades extraescolares como el taller de percusión africana que funciona fuera del horario escolar comenzaron con 15 chicos y ahora son 30: “Nosotros nos formamos en danza y percusión africana tradicional de Guinea y Senegal hace muchos años y entonces sin hacer exactamente lo tradicional para adaptarlo a los niños, tratamos de descubrir esto de la música afro que también está en nuestras raíces. Los chicos establecen una relación fantástica con la música, con los instrumentos con los que se acompañan. Esas actividades se muestran permanentemente a la comunidad, porque es muy importante para nosotros  transmitir que lo que hacemos es para los demás”.

 

Un proyecto alternativo

En su descripción del proyecto que puso en marcha en la escuela y que hoy presenta una posibilidad de educación alternativa a la educación tradicional dentro del sistema educativo formal, ya que se trata de una escuela pública, Laura apunta: “Se trabaja sobre ejes que son transversales. Por un lado tomar al niño en su integralidad, como un ser que tiene un cuerpo, un espíritu y también una inteligencia. La intención era poder hacer un proyecto que abarcara las tres cosas al mismo tiempo. Por otro lado, tener en cuenta que nosotros como sujetos no somos individuales sino sociales, siempre vinculados con otros por lo que el aprendizaje atravesado por los vínculos era fundamental en esa visión.  A partir de esto, me guío por un marco teórico que es de Pichón Riviére, grupos operativos, en el cual el aprendizaje se da siempre a nivel colectivo y a través de los vínculos grupales, eso impregna toda la vida escolar. Eso hace que muchas de las formas de llevar la educación en la escuela tradicional fueran modificadas, porque, por ejemplo, tomar evaluaciones escritas e individuales no se condice con el proyecto y entonces no lo hacemos. Eso no quiere decir que uno no evalúe individualmente porque permanentemente se ponen en juego habilidades y acciones que permiten al docente distinguir cómo procede cada alumno”.

“Otro de los ejes importantísimos es el tema del arte porque para poder incluir el espíritu, las inteligencias múltiples y el cuerpo si o si tiene que haber arte. Entonces, dentro de lo que son las manifestaciones artísticas yo elegí una a la cual poner énfasis personalmente que es la música. Para las demás fueron apareciendo muchas personas que las fueron posibilitando, me estoy refiriendo a la plástica, la cerámica, la danza, el teatro y dentro de lo artístico tenemos varios proyectos extraescolares. Algunos de estos proyectos salieron de la escuela para instalarse, por ejemplo, en la Comuna de Cabalango donde hoy funciona un taller de orquesta promovido desde aquí”.

 

Esa extraña escuela de Cabalango

Promover la diversidad desde la educación como alternativa a la tradición pero sin combatir la tradición es una tarea difícil de explicar y aún más difícil, si aquellos que critican nunca se acercaron a la escuela.

Laura hace una pausa en la descripción de su proyecto hecho realidad pero siempre en etapa de reacomodamiento y entra en la leyenda que la escuela también ha provocado: “Cabalango es una comunidad que permanentemente suma personas que vienen a vivir. La escuela, ubicada en este lugar alejado, metida en un pozo vegetal, tiene una fantasmática que la precede: este lugar, con chicos que no usan guardapolvo y no hacen actos. Y en realidad, hay que contar la historia, pasamos por varias etapas. Al principio luchamos porque los chicos vengan con guardapolvo, después la misma comunidad pedía otra cosa e hicimos unas remeras hermosas con un logo que hicieron los propios chicos pero comenzaron a traerla un día sí y otro no. Entonces, desde Inspección me dijeron: “Mirá Laura si no quieren usar el uniforme que no lo usen, porque no pasa nada”.  Yo creo que realmente no pasa nada y creo también que hay algo en el ambiente que indica que los cambios ya están en marcha y uno como director va viendo lo que va pasando y se deja atravesar por eso”.

“Donde hay diversidad hay mucha vida”, indica un concepto de la biología que se adapta muy bien a la perspectiva educativa presente en un proyecto que incorpora la integralidad de la persona, el valor de los vínculos, el aprendizaje colectivo, la proyección hacia el otro. Donde hay mucha vida, asimismo, surgen nuevas dificultades y la directora del Domingo French lo resume como una parte del cambio: “Al ser un proyecto alternativo tiene nuevas problemáticas que no son las habituales de las escuelas urbanas y que requieren  una mirada muy amplia, muy reflexiva, muy participativa y democrática: el marco institucional se desdibuja  y trae otras problemáticas nuevas. Ahora, por ejemplo, junto al EPAE (Equipos Profesionales de Apoyo Escolar)  y  Escuela, Familias y Comunidad,  dos organismos del ministerio de Educación estamos trabajando  para clarificar el marco institucional en esta relación familia-escuela que a veces se desdibuja, más aún con el crecimiento que ha tenido la escuela”.

 

La interculturalidad, eje de enseñanza

En su descripción del proyecto que se implementa en la escuela Domingo French, ideado por su directora Laura Losada, e interpretado y discutido por muchos “ayudantes” que ella llama “la red” y que incluye a las propias autoridades educativas provinciales, llega el tiempo de los contenidos que también han sido pensados para permitir el trabajo integral.

“El eje de la interculturalidad es lo que marca la orientación teórica de todos los contenidos que se eligen y se priorizan, es la mirada que se les pone. La línea teórica de educación a la que adhiero  para proponerlo es la educación antropológica. En esa línea,  lo histórico es fundamental así como lo social y cultural. Para explicarlo prácticamente, nosotros elegimos una temática, nosotros los adultos, puedo elegirla yo y después la someto a consideración del equipo que está trabajando conmigo, profesionales que asesoran,  personas que son consultadas. Luego, todos nos ponemos a investigar sobre esa temática y, cuando digo todos me refiero a adultos por su lado, niños por su lado, adultos con niños, padres con niños”, explica Laura. “Esto de la interculturalidad implica que los contenidos se trabajan en forma de totalidad, no es sociales por un lado y naturales  por el otro y lengua por el otro sino que el proyecto se ve en su totalidad. Las clases siempre son talleres, se trabaja como aula taller con un sistema muy parecido al universitario, lo que los alumnos tienen en sus carpetas son registros: registros de lo que se pone en común en el aula, de lo que ellos investigan, de sus conclusiones grupales”.

Dentro de esta particular “investigación” que inicia la comunidad educativa, Laura indica que este año, por ejemplo, se eligió la ritualidad en la vida cotidiana. “Lo que hacemos es desnaturalizar lo que estaba naturalizado, sobre lo ritual de la vida cotidiana ponemos una mirada antropológica, histórica de la ritualidad, actual: qué rituales tenemos, cómo son, los familiares, los comunitarios, qué diferentes concepciones hay, cuáles han sido las ritualidades en distintas comunidades a lo largo de la historia de la humanidad, para qué sirve socialmente la ritualidad, es una cuestión de control social o no, cómo se relaciona con la sacralidad, entre muchos otros abordajes. Esto se va abriendo como un abanico a lo largo del año de tal manera que nosotros comenzamos y no sabemos cómo vamos a terminar. Y lo que tratamos de descubrir son dilemas: cosas que no necesariamente  se tienen que resolver sino que sirven para pensar y desnaturalizar lo que veo natural en mi  vida personal, familiar, comunitaria y de trabajo”.

La propuesta es verdaderamente innovadora teniendo en cuenta que un maestro de la escuela tradicional siempre debe saber cómo su clase va a terminar. Es impensado, en esa línea, entrar en una clase sin tener establecido el inicio, el desarrollo y el cierre. Particularmente el cierre está sindicado como el momento en que se fijan los conocimientos y la falta de cierre puede significar la frustración del maestro que se va a su casa con la idea de que la clase se le fue de las manos. En la pequeña escuela de Cabalango, la posibilidad de que la clase se vaya de las manos es un instrumento didáctico, el hallazgo del “dilema”, eso que no podemos explicar, es el objeto de la clase. Compárese brevemente esta imagen con esa que tenemos del maestro que todo lo sabe y nunca deja preguntas sin contestar y, si podemos, dejemos el maestro y pensemos en el mundo adulto que se niega a entregarse a la curiosa indagación del niño, esa que todo cuestiona, aún lo evidente.

“Por ejemplo el ritual de la Navidad, que fue uno de los que más mencionaron los chicos, y es totalmente natural. Cuando nos pusimos a investigar, descubrimos que eso que hacemos como si fuéramos autómatas fue creado con una finalidad política en ese momento histórico, fue creado artificialmente y millones de personas en el planeta lo hacemos todos los años. Y lo seguiremos haciendo, la cuestión es no quedarnos sólo con la forma sino poder analizar los contenidos que existen en esos rituales. Otra cosa que pasó fue que cuando les pedimos a los chicos que dibujen algo relacionado con la Navidad, el 95% de los chicos dibujó a Papá Noel vestido de rojo y los padres se sorprendieron mucho porque en su casa no era algo que estuviera presente. Allí nos dimos cuenta que la propia cultura va más allá de lo familiar. Una mamá se puso a investigar sobre Papá Noel y encontró que lo creó la Coca Cola en la década del ´60, creó el personaje y le puso el color rojo”.

Para sus investigaciones, los chicos tienen a su disposición muchos materiales en la escuela que son usados a discreción. Es importante recalcar que la escuela tiene a su disposición muchos recursos, según indica la inspectora Sara Moyano, como nunca antes: bibliotecas, netbooks, laboratorio, capacitación, fondos nacionales para escuelas PU.

“Los chicos utilizan principalmente videos, como estamos en una era en que la imagen es fundamental y ya tenemos una red de informantes claves, una vez que elegimos la temática y vamos contando lo que está pasando, nos van llegando materiales. Y así vamos haciendo idas y vueltas entre lugares lejanos y vuelta a lo nuestro porque cuando uno ve lo que pasa en un lugar lejano, ya sea en otra comunidad geográficamente lejana o alejada en el tiempo, puedo descubrir que lo que para mí es natural, no es para otros”, explica la directora.  A esto se suma el uso de la computadora, también a discreción para elaborar informes y diseñar.

Los chicos que egresan de la escuela y se distribuyen en los secundarios de la zona, en su mayoría, sorprenden por sus habilidades para la redacción, lectura y comprensión.

 

“Lo que uno logra tiene que entregarlo”

El círculo se cierra y vuelve a empezar con la posibilidad de compartir el aprendizaje logrado con la comunidad a través de distintas instancias: “Todo lo que se logra debe ser siempre para comunicarlo y que sirva para circular socialmente. Esta premisa ocasiona en los chicos una situación de motivación tan grande que muchos chicos terminan siendo autodidactas y nos sorprenden todos los días”, se entusiasma Laura Losada y la palabra “sorprenden” suena verdaderamente a encuentro con lo nuevo, a descubrimiento.

La escuela Domingo French recibe niños de Villa Carlos Paz, Estancia Vieja, Tanti, Mayu Sumaj, Santa Cruz del Lago y Cabalango. Las familias que integran la comunidad han elegido enviar a sus niños allí, y a pesar de que para algunos es muy lejana, no lo consideran un sacrificio. “Cuando llega una familia que busca una educación más tradicional, siempre se da la posibilidad de negociar, de trabajar la diferencia para poder lograr un consenso, pero, a veces, no estamos acostumbrados a este tipo de negociación”.

Consultada Laura sobre el crecimiento de la matrícula y la posibilidad de que la escuela deje de ser una escuela rural se muestra tranquila: “Siempre es posible ampliar la escuela, probablemente algunas cosas se perderían pero otras se ganarían. Este año han entrado chicos de todos los grados y todas las veces hay que comenzar el proceso de nuevo de adaptación a estas formas, pero es importante hacerlo porque siempre se gana en el intercambio”.

“Desde todas las autoridades del Ministerio de Educación, de Ruralidad, de Inspección, siempre recibo mucho aliento, mucho apoyo para seguir trabajando. Pero estamos aprendiendo, hay que perder para dejar lugar a lo nuevo y hay que entregarse a ese proceso, hay que estar muy abierto”, dice, y en esa frase resume lo que se vive permanentemente en esa escuela a la que los alumnos jamás quieren faltar.

 

La palabra oficial

Sara Moyano, Inspectora de la Región V del ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, se entusiasma al poder hablar de la escuela Domingo French: “De las 580 escuelas que tengo y recorro en mi trabajo, es una de las que me da placer por cómo se piensa. Es autónoma, libre, transformadora”.

“El proyecto de la Escuela Domingo French de Cabalango integra el diálogo intercultural a sus prácticas educativas y ofrece oportunidades de aprendizajes significativos para sus alumnos al tiempo que garantiza las condiciones necesarias para que dichos aprendizajes sean de calidad”.

“Laura, su directora y maestra,  ha podido transformar progresiva y paulatinamente la gramática de la escuela interpelando formatos tradicionales para dotar de nuevos sentidos a las prácticas cotidianas, para sostener los principios de una educación profundamente liberadora, en el sentido que Freire da a esta forma de educación, que no sólo permite el acceso al conocimiento sino que a partir de la implementación de una determinada dinámica de enseñanza y de aprendizaje posibilitará el acceso a nuevas formas de conocimiento.”

“Es la escuela de la innovación y de la pedagogía crítica, donde circula la palabra y se la interpela, donde el arte como elemento transformador hace eje y es anclaje para mirar el mundo, asegurando que se concrete la justicia curricular”.

 

Nota correspondiente a la edición n° 381 del semanario La Jornada, del 23 de agosto de 2015.

3 COMMENTS

  1. Me parece muy importante esta innovación en la enseñanza. Desearía conocer la dirección de la escuela Domingo French para visitarla e interiorizarme. Gracias Raul Bonadero

  2. Raul, no pierdas la oportunidad de visitarla, mi nieto tiene TEA y junto con su maestra integradora todos los dias logran avances importantes de conocimientos e integracioon , gracias al equipo ACADEMICO BRILLANTE que tienen a disposicion

  3. Es muy fácil sacar un artículo sin ir a las fuentes fidedignas, desconociendo la realidad de la situación. Decenas de niños que se alejan de la escuela por un fuerte autoritarismo ejercida por docentes, buscando otros espacios pedagógicos.
    Por favor ejercer la democracia y no borrar este comentario.

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