Dos laboratorios universitarios confirmaron que el agua que provee la Coopi es apta para consumo humano

A través de un comunicado, la Cooperativa Integral informó que los análisis realizados por el laboratorio Central de la Universidad Católica de Córdoba y el laboratorio CIQA de la Universidad Nacional Tecnológica dieron que la calidad del agua suministrada es apta para consumo humano.

Según explicaron, el objetivo de la realización de estos análisis fue corroborar la existencia de microcistina en el agua que es tratada por la Coopi en la planta potabilizadora de Cuesta Blanca, y que provee a las ciudades y comunas de Cuesta Blanca, Icho Cruz, Mayu Sumaj, San Antonio de Arredondo y Villa Carlos Paz.

La información fue solicitada en el marco del reclamo realizado por los vecinos que integran la Coordinadora por un Ambiente Sano por la situación del lago San Roque ante la alta presencia de algas.

“Los resultados indican que el valor hallado es el mínimo detectado por la técnica empleada, lo cual demuestra que la calidad del agua de Cuesta Blanca reúne las condiciones exigidas por los organismos de control como las Normas Provinciales de Calidad y Control de Aguas para bebida de la Secretaría de Recursos Hídricos y Coordinación del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de la Provincia de Córdoba. Los análisis incluyeron también la búsqueda de metales pesados”, detalla el informe.

Mediante nota dirigida al secretario de Salud, Rubén López y al director de Obras Públicas, Luis Piñero, de la municipalidad de Villa Carlos Paz, la Coopi comunicó y adjuntó los análisis en cuestión remarcando que si bien estos análisis fueron solicitados por el municipio, se hicieron “en el marco de declaraciones públicas que pusieron en dudas los parámetros en cuestión sin haber esperado la información adjuntada”.

“Lamentablemente este tipo de expresiones habilitan una sospecha por parte de los vecinos acerca de la calidad del agua pudiendo promover rechazo o pánico al respecto en forma innecesaria”, advirtieron desde la Coopi.

La nota dirigida a López y Piñero ratifica, una vez más, la postura dialoguista de la Coopi y aclara que, “una simple comunicación verbal” entre las partes basta para poner a disposición, por parte de la prestataria, toda la información relacionada a la calidad del agua, y cloacas desarrollada en los laboratorios que funcionan en las respectivas plantas coordinados por el departamento Calidad de la propia cooperativa.

 

“La calidad del agua es excelente”

En una entrevista con VillaNos Radio, el gerente de Planificación de Obras y Servicios Públicos de la Coopi Juan Carlos Sola, explicó que anualmente se hacen estudios pero que esta vez, “a pedido de la municipalidad realizamos un análisis de la calidad del agua que suministramos desde Cuesta Blanca a nuestros usuarios de Carlos Paz”.

“Los mandamos a realizar a laboratorios que específicamente miden toxinas que pueden liberar las algas presentes en una superficie de agua”, detalló.

Los resultados “nos han dado negativos, el agua reúne las condiciones de potabilidad para ser consumida con total tranquilidad por los usuarios”, afirmó. “Con el tratamiento que realizamos en la planta potabilizadora de Cuesta Blanca la gente tiene que estar segura que la calidad es excelente”, contextualizó.

“La normativa 174/16, que se homologó el año pasado por la provincia, establece un límite para este tipo de toxinas de un microgramo por litro. El agua analizada poseía menos de 0.4 porque el cromatógrafo puede medir sólo hasta ese nivel y no encontraron nada hasta ese punto. Por eso no es detectado. El agua está absolutamente en los parámetros normales”, explicó.

La muestra fue tomada del río San Antonio, aguas arriba de la localidad de Cuesta Blanca. Los análisis fueron desarrollados por el laboratorio Central de la Universidad Católica de Córdoba y el laboratorio CIQA de la Universidad Tecnológica Nacional.

En cuanto a la búsqueda de metales pesados, Sola especificó que la solicitud responde a las consultas de algunos usuarios por si se detectan en el agua variaciones como consecuencia de la planta de uranio ubicada en Los Gigantes.

“Los residuos que eventualmente podría generar esa planta no se detectan en ninguno de los parámetros de los análisis que hemos realizado, como tampoco aparecieron en análisis anteriores. Esto nos da la razón de que el agua suministrada por red reúne ampliamente las condiciones de potabilidad exigidas por los órganos de control”, remarcó.

Sola cuestionó, además, que funcionarios municipales hayan puesto en duda la calidad del agua sin contar con los análisis previos. “La calidad de agua afecta la salud de las personas. Así como un médico no da un diagnóstico antes de contar con los análisis necesarios, con el mismo criterio creo que los técnicos de la municipalidad deberían tener más cuidado con estos dichos que generan pánico. El agua suministrada por la red reúne condiciones de potabilidad de que ninguna persona se va a enfermar por esa razón”, enfatizó.

“La naturaleza nos ha provisto de un agua excelente en sus condiciones naturales. Esas condiciones de calidad solo se ven alteradas durante el verano en las épocas de creciente, donde varían los parámetros de turbiedad y color. El agua es de excelente calidad y se podría consumir con una simple desinfección”, aclaró.

Atribuyó que muchos vecinos compren agua a un “problema cultural histórico” que viene de décadas anteriores en las que el agua “era turbia y tenía problemas” que se subsanaron a partir de la construcción de la planta potabilizadora. También, explicó las precauciones que hay que tener cuando se compra agua envasada o se instalan filtros caseros: “Muchas veces el agua puede ser de buena calidad, pero el recipiente puede estar contaminado. Lo mismo con el sistema de filtrado que se compra, que requiere de un mantenimiento; sino un agua de buena calidad puede convertirse en nuestra casa en agua de mala calidad desde el punto de vista bacteriológico”.

Por último, y aunque consideró que hacer los análisis cada 15 días como pide el municipio “es totalmente innecesario”, confirmó que “los vamos a seguir realizando para que nuestros usuarios estén absolutamente tranquilos con la calidad del agua”.

 

Nota correspondiente a la edición n° 475 del semanario La Jornada, del 23 de julio de 2017.

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