El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, levantó la sesión en la que se debía tratar la reforma previsional que impulsa el gobierno nacional.
El Congreso amaneció custodiado por más de mil efectivos de seguridad y vallas en el acceso entre las calles Bartolomé Mitre y Alsina, y Entre Ríos y Sarandí. Los uniformado tiraron balas de goma y gases lacrimógenos contra los manifestantes que se concentraron en rechazo a la rebaja en las prestaciones de la seguridad social.
Columnas de partidos políticos y organizaciones sociales y manifestantes en general se agruparon para repudiar la medida que quiere implementar el oficialismo. Por su parte, la mayoría de los gremios se concentraron en inmediaciones del Congreso.
Pablo Piovano, ex fotógrafo de Página 12, terminó con diez impactos de bala en su pecho. “Un policía me vio con la cámara en mano y me disparó a medio metro”, dijo en diálogo con Tiempo Argentino.
Dentro del recinto el jefe de la bancada del FpV, Agustín Rossi, pidió levantar la sesión e indicó que dos diputados se encontraban en la enfermería por agresiones de Gendarmería. En respuesta Elisa Carrió expresó: “tienen que tener cuidado los diputados de no atropellar a la fuerza del orden”.
En tanto que Monzó dijo que había quórum lo cual provocó que los diputados de la oposición se acercaran para mostrarle los perdigones de balas. La oposición también denunció que dos diputados que se contaron para el quórum no habían jurado.
Tras momentos de tensión en el recinto la referente de la Coalición Cívica hizo el pedido de levantar la sesión. “Lo peor que puede hacer una Cámara de Diputados es sesionar en este ambiente de violencia que no ha sido generado por el interbloque de Cambiemos”, afirmó.
Además Carrió subrayó: “no vamos a contestar a su violencia con violencia, vamos a ganar la votación esta semana o la otra, y va a haber compensación para lo jubilados”.
Cba24n
