Desde toda la vida Isabel García y su familia han vivido en barrio Obrero. Su casa está ubicada sobre calle Discépolo a metros de Perón.
Justamente en esa esquina, Perón y Discépolo, existe un espacio verde donde confluyen varias cámaras sépticas del lugar.
En el año 2001 la familia García recibió por parte del gobierno del entonces intendente Gustavo Dellamaggiore un permiso para mantener en condiciones el lugar.
Tal es así que por precaución se cercó el lugar ya que allí no se podía realizar ninguna obra. En los últimos meses desbordaron las cloacas, cedió la tapa de la cámara y comenzaron los problemas, no sólo porque eso es un foco infeccioso sino porque desde el municipio no responden a los llamados que realiza la vecina.
“Dellamaggiore cuando era intendente me dijo que lo conservara porque ahí no se podía hacer ninguna cosa. Esta parte del terreno es de la municipalidad y no se puede hacer nada por el pozo de 18 metros. Está cercada y lo compartimos con la vecina. Nos lo dieron para que lo conserváramos”, comentó García.
Pero el problema comenzó hace cinco meses. “Se hundió solo. Se rebalsó y el arreglo lo tiene que hacer la municipalidad con la Coopi; ellos tienen que venir pero ya me cansé de llamar y no tenemos respuesta”, se quejó.
