Des-nutridos: Cuando las medidas económicas afectan a los más pequeños

Por Equipo Periodístico VillaNos Radio

Tapa_420_la_jornada_12-06-16“Hay pérdida de fuentes laborales. Hay gente que vivía de las changas o de un trabajo temporario que hoy no están, que hoy no tiene ni obra social ni para adquirir los alimentos básicos. Entonces, ya empieza a haber casos de sobrepeso por una mala alimentación, porque que un niño tenga sobrepeso no significa que esté nutrido; y con bajo peso. Hemos tenido incluso niños desnutridos, que no lo veíamos hace mucho en Carlos Paz realmente.

“Estar en este lugar te hace ver un panorama más cruento que quien está afuera de estas paredes. No tengo las estadísticas pero un caso de un niño desnutrido es suficiente. Con bajo peso vemos muchos casos. Un niño desnutrido como sociedad nos tiene que alertar que algo tenemos que hacer y entre todos ver como salimos”.

La frase con la que arrancamos este informe corresponde a la directora del hospital municipal Gumersindo Sayago, Judith Barrera, que describe con claridad el escenario que viven los niños y niñas de los sectores más vulnerables de nuestra ciudad. Es que a medida que pasan los días, queda cada vez más claro que los sectores vinculados al trabajo son los más afectados por la política económica impulsada por el gobierno de Mauricio Macri. Y estás medidas también afectan a los más pequeños.

El presente informe es resultado de un trabajo colectivo del equipo de Villanos Radio, en el marco de los reportes que periódicamente la radio realiza para el Foro Argentino de Radio Comunitarias (una red que integra a más de 100 radios alternativas de todo el país). En este caso, la consigna fue investigar cuál es la situación de la infancia ante el nuevo gobierno. Y el resultado es, como era lógico, que Villa Carlos Paz no escapa al escenario nacional.

“La política económica adoptada por el gobierno actual, a pesar del corto tiempo transcurrido, generó una situación seria e inconclusa en términos de la pobreza e indigencia, la cual es previsible que se agrave a lo largo del año en curso, teniendo en cuenta que se asiste a un proceso inflacionario en pleno desarrollo en el marco de una política económica que le está transfiriendo crecientemente al sector oligopólico la capacidad de regular el proceso económico en su beneficio”, expresó el informe elaborado por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) dela la Central de los Trabajadores Argentinos.

¿Cómo se vive en Villa Carlos Paz? Basta escuchar la descripción que hacen los empresarios hoteleros, gastronómicos, comerciantes sobre la “pérdida de rentabilidad” de sus actividades productivas.

Esto tiene un impacto directo en el mercado laboral, que tiene como indicadores el cierre de comercios (de 10 a 12 por semana, como advirtieron desde la Cámara Multisectorial de Industria, Comercio y Turismo) con la consecuentes pérdida de fuentes laborales.

A esto se suma el balance de una temporada “regular” a “mala”, el aumento de precios en bienes de primera necesidad y el impacto de los tarifazos en los servicios de energía eléctrica y gas natural. Para los trabajadores que conservan su empleo, la consecuencia lógica de este combo letal es la pérdida del poder adquisitivo de su salario.

Ahora, ¿cómo afecta esto a los más chiquitos? Según datos del CIPPES (Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales), el 47% de la población infantil de la provincia de Córdoba se encuentra debajo de la línea de la pobreza. Y esto tiene que ver con indicadores concretos. Uno de ellos es que hay más chicos y chicas en los merenderos y comedores comunitarios.

Así lo reconoce Lorena Tapia, encargada del Merendero Corazoncitos Felices que desde el año 2012 funciona en barrio San Ignacio. “Son 31 chicos, entre los cuales hay dos bebés de seis meses, que por supuesto los trae su mamá. Y ahora se me han sumado cinco chicos más, por lo que estamos alimentando a 36 niños”, describió y añadió que todos los días se da la merienda y dos veces por semana se está brindado la cena.

Merendero Corazoncitos FelicesAl igual que el resto de los merenderos de Carlos Paz, Corazoncitos Felices se sostiene a partir de la solidaridad de vecinos anónimos que acercan pan, criollos, fideos, carne y los elementos indispensables para sostener la tarea. En esta red de solidaridad colectiva, también hace un aporte fundamental el Club Lechero, acercándoles periódicamente la leche que hayan recolectado.

“Está dura la mano para todos. Hay poco trabajo y todo está muy caro. Están viniendo más chicos y también está viniendo gente grande a pedir un poco de ayuda para su casa”, describió “Cocano” que también acompaña la tarea solidaria de Lorena.

Desde el municipio de Villa Carlos Paz también reconocieron que están llegando mayores demandas de ayuda social de parte de los vecinos. “Hay mayores pedidos de asistencia y nosotros estamos evaluando hacer una readecuación de presupuesto, porque realmente no podemos dejar de atender esas situaciones particulares. El Estado está en esta sintonía para contener a las personas que están con alguna dificultad”, afirmó el secretario General Sebastián Guruceta.

 

Recorte de leche

El ajuste del Estado también se hace sentir en la reducción de la cantidad de leche entera en polvo que se reparte en los hospitales. “La nación enviaba una cierta cantidad a todas las provincias, algo así como un millón de kilos de leche. Ahora me dijeron que la partida fue de 300 mil. El achique desde el gobierno nacional ha sido importante, un tercio de lo que se entregaba”, detalló la directora del hospital municipal Gumersindo Sayago, Judith Barrera.

En este sentido, especificó que de los 648 kilos de leche que le correspondían a nuestra ciudad, está llegando la mitad. “El último mes que recibimos la cantidad total fue septiembre del año pasado, después hubo una donación particular. La última vez fue la Cooperadora la que adquirió la leche. Recién volvimos a recibir en abril pero recibimos la mitad de los kilos que necesitamos. Recibimos alrededor de 250 kg más o menos. Pero son muchos kilos y no sé si hacemos de nuevo un conteo, si no se va a agregar más gente”, dijo Barrera. Y añadió: “Creo que vamos a tener que hacer algunas diligencias desde el municipio o desde las donaciones privadas para recolectar leche”.

La doctora detalló que la partida de leche que se reparte en el hospital llega desde la nación, hace una escala previa en la provincia, luego en el hospital Domingo Funes y finalmente se llega al Gumersindo Sayago. “Se entrega  a niños de hasta dos años.  A los primeros meses, le damos  dos kg y después del año, un kilo. Ahora les estamos dando a todos un kilo y realmente a gente que este en situación vulnerable, gente que realmente sepamos que no puede adquirir la leche”, especificó.

Barrera dijo que le da “una cuota de esperanza” el lanzamiento del programa “Más Leche, Más Proteínas” del gobierno provincial,  destinado a las familias que se encuentran debajo de la línea de pobreza. No obstante dijo que hasta el momento no tiene novedades sobre la iniciativa.

“El gobernador dijo que hará una campaña importante con la leche, que incluso se iba a extender la entrega hasta niños de 11 años. Que sería leche común y leche fortificada. Nosotros ahora estamos recibiendo leche entera común. De todas formas hasta el día de hoy, no tengo novedad. Esto viene de Maternidad e Infancia de la provincia.

“Todos los días llamo, pero es imposible comunicarse. Así que la verdad es que no sabemos cuándo va a ser, cuándo nos van a dar y para quiénes nos van a dar. Todavía no hay nada concreto. No perdemos la esperanza que en los próximos días, como esto fue un anuncio reciente desde la provincia, se le entregue a los distintos municipios porque la verdad que entre el frío, las enfermedades respiratorias y la situación económica en general nosotros vemos que cada vez es mayor el pedido de leche”, insistió.

Ante esta situación, la doctora Barrera habló de la necesidad de crear un Plan B para seguir dando respuesta a la demanda de leche. En esa línea, reconoció la enorme tarea que están llevando adelante desde la Cooperadora del Hospital. “Creo que vamos a tener que implementar un Plan B. El secretario me pidió que siguiera intentando contactarme con la provincia para ver qué repuesta me dan en los próximos días, sino tendremos que hacer algunas diligencias desde el municipio o desde las donaciones privadas o donde sea para tratar de recolectar leche”, indicó.

 

Desnutrición

Barrera también reconoció que se han detectado casos de niños con problemas de nutrición. “Ya empieza a haber casos de sobrepeso por una mala alimentación, porque que un niño tenga sobrepeso no significa que este nutrido; y con bajo peso. Hemos tenido incluso niños desnutridos, que no lo veíamos hace mucho en Carlos Paz realmente. Estar en este lugar te hace ver un panorama más cruento que quien está afuera de estas paredes”, afirmó.

Consultada sobre  la cantidad de niños con niveles de desnutrición, Barrera respondió: “No tengo las estadísticas pero un caso de un niño desnutrido es suficiente. Con bajo peso vemos muchos casos. Un niño desnutrido como sociedad nos tiene que alertar que algo tenemos que hacer y entre todos ver como salimos”.

Por su parte, Guruceta no negó el problema de la desnutrición, pero habló de la necesidad de diferenciar situaciones de bajo peso con desnutrición. “Las criaturas pueden estar con bajo peso, pero eso no significa que estén desnutridas. Por ejemplo, mi hija o alguna persona en particular tienen bajo peso y eso no significa que estén desnutridas. Tiene que ver con las características físicas de la persona y uno puede estar al límite y no tener ningún tipo de desnutrición. Hay que estudiar caso por caso en particular.

“Todas las situaciones que se ven en el hospital, se van derivando para que el equipo técnico de la municipalidad pueda ir a cada una de las viviendas y detectar por qué se da esta situación. Si se trata de una cuestión de nutrición, de enfermedad o si es una cuestión económica y social de la familia. Tiene distintas aristas y lo importante es detectar la situación.

“En el equipo de la municipalidad tenemos psicólogos, psicopedagogos, trabajadores sociales analiza la situación. Parva de expedientes tenemos donde se nos pide ayuda social. Continuamente verificamos el pedido de cada uno de los ciudadanos que están en una situación crítica. Controlamos si se trata de una situación complicada y el Estado asume la obligación de subsidiar a estas personas”, afirmó Guruceta.

Además aclaró que estos casos no se han detectado en los Centros Infantiles dependientes de la municipalidad. “Nosotros estamos siempre a disposición de las escuelas primarias para detectar algún tipo de falencia en cuanto a la alimentación. En nuestros Centros Infantiles, donde las criaturas van desde los 8 meses hasta los cuatro años, se le hace control de peso, se hacen controles de enfermedades, se le controla lo que come. Tenemos personas especializadas para brindar la cobertura necesaria. En nuestros CIM no hay ningún tipo de desnutrición”, dijo.

Las políticas económicas no son solo una cuestión de números. Cada medida impacta de lleno en el bienestar de cada familia trabajadora. Cuando se decide quitarle ingresos a una familia los que más lo sienten son los niños y niñas, lo cual implica también poner en riesgo su integridad física.

Hablar de desnutrición en los más pequeños es un límite intolerable, que exige del Estado una respuesta rápida y efectiva.

Si no hay futuro para ellos, no habrá futuro para nadie.

 

PAICOR: “No nos cierran los números”, dijo Guruceta

A este panorama complicado en materia de políticas sociales, se le debe sumar también la decisión del gobierno provincial de descentralizar programas elementales en materia nutricional, como lo es el PAICOR (Programa de Asistencia Integral de Córdoba), creado en 1984 y que brinda comida y copa de leche a los chicos y chicas en las escuelas.

Este año, el gobierno de Juan Schiaretti anunció del traspaso del servicio hacia aquellos municipios que firmen un convenio.

Esto ya encendió algunas luces de alerta. Así lo cuenta Gladys, cocinera de la escuela Ricardo Bernabé Fernández desde hace 10 años.

Paicor“No sé si la municipalidad cumplirá la función que está cumpliendo el gobierno provincial. El gobierno de Córdoba, sin venir tan seguido, te controla. Porque diariamente viene la cartilla, las rendiciones, las boletas. El coordinador viene una o dos veces por semana. O sea, hay un control. Yo no sé si la municipalidad se va a ocupar realmente del alimento del niño o de acomodar gente”, dijo.

Gladys también habló de la importancia de que los padres también presten atención a la alimentación de sus hijos. Además dijo que la demanda del PAICOR también es un indicador de las dificultades económicas por las que están atravesando las familias trabajadoras. “Hay mucha demanda. La verdad es que se nota hoy que los chicos en casa no tienen pan. Antes, el pan sobraba y ahora estamos notando que no está sobrando y estamos pidiendo la misma cantidad que el año pasado.

“A los chicos lo que más les gusta son los guisos. Con respecto a la fruta, no saben comer fruta. Hay que pelear para que coman la fruta. Y nos gustaría que los papás vengan y pregunten. Este colegio, la verdad, es que contiene mucho a los chicos. La dirección trabaja mucho en ese aspecto. Si los papás realmente quieren a sus hijos, tendrían que llegarse por el colegio para ver si su hijo como o no come. Y si no come, darle el lugar a otro chico. Porque hay muchos chicos en este momento que están necesitando el PAICOR y ya está cerrada la inscripción”.

Por su parte, el secretario general Sebastián Guruceta indicó que el hecho de que el Concejo haya aprobado el Acuerdo Federal no implica que el municipio ya haya asumido el manejo del PAICOR. En este sentido, sostuvo que todavía “están analizando los números”.

“La provincia tiene un promedio de gasto por chico de 19 pesos en lo que hace al PAICOR y nosotros, en la alimentación que le damos a los hicos en los CIM, gastamos más de 25 pesos por chico. Es decir que nosotros tenemos una alimentación de mayor calidad. Más que invertir, es una obligación que tiene el Estado el dar una buena alimentación a las criaturas que están dentro de los Centros Infantiles. Estamos gastando más que la provincia. Ellos tienen un gasto contable menor. No sé cuál es la alimentación que le dan, pero no nos cierran los números. Por eso estamos en discusión para asumir el control del PAICOR”, dijo el funcionario.

Vale recordar que el traspaso del servicio de PAICOR de la provincia a los municipios solo se hará con aquellos establecimientos que cuentan con el servicio de comedor tradicional (es decir, aquellas escuelas que tienen cocina y preparar el alimento en el lugar). “Los que tiene vianda, seguirán siendo atendidos por la provincia”, aclaró.

Y remarcó: “No firmaremos el convenio –y así se lo hemos manifestado- hasta que no estemos seguros de que los recursos que el Estado principal va a derivar a la municipalidad sean los adecuados para dar una correcta alimentación a los chicos”.

 

Nota correspondiente a la edición n° 420 del semanario La Jornada, del 12 de junio de 2015.

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