Conocido futbolista dio positivo en un control de alcoholemia, y se reavivó la polémica en Carlos Paz

Control Inspectoría - Mauro Rosales (2)La dirección de Inspectoría General del municipio de Villa Carlos Paz realizó el pasado domingo un nuevo operativo de control de alcoholemia.

En este caso, el procedimiento se llevó a cabo en bulevar Sarmiento esquina Mitre, de 5:30 a 9:30, con 35 personas controladas y 15 casos positivos de alcohol. Entre ellos el del futbolista Mauro Rosales.

El conocido jugador, ex River, Newell’s, Ajax y la selección argentina, conducía un BMW negro cuando fue detenido por el control de Seguridad VCP.

Se le hizo el test y dio positivo “en grado leve, un poquito más de lo permitido”, según informaron las autoridades.

Si bien trascendió en un principio que se le había hecho un segundo control que habría dado negativo, el director de Seguridad VCP, Rubén García, aclaró que este nuevo test se le hizo a la joven que acompañaba al futbolista, y tras comprobar que estaba en condiciones, se liberó el vehículo bajo su conducción.

“Se labró el acta correspondiente y siguió conduciendo la joven que lo acompañaba. Rosales no se fue manejando”, insistió.

El incidente reinstaló la polémica por la alcoholemia en Villa Carlos Paz, teniendo en cuenta que si bien el municipio adhirió a la ley provincial de Alcoholemia Cero en el verano de 2014, nunca se reglamentó por lo que el límite dentro de la ciudad es de 0,4 mg/l.

 

“Siguen dando vueltas”

“Me pone loco que se hable de ‘un poquito más’ del permitido. Cuando alguien pasa en rojo un semáforo, no se dice ‘pasó un poquito en rojo’. En la alcoholemia es lo mismo. Vamos a pedir al municipio para volver a participar de los controles para llevar transparencia a los procedimientos, y elaborar un protocolo real sobre cómo hay que actuar”, sostuvo Fernando Romagnoli, integrante de la ONG Concientizar para Prevenir (CPP), al espacio ‘Off The Record’ (VillaNos Radio 100.7).

Por otro lado, consideró “incoherente” que en una misma ciudad convivan tres niveles de tolerancia al alcohol en sangre: 0 de acuerdo a la ley provincial, 0,4 g/l según la ordenanza municipal, y 0,5 g/l por la ley nacional.

“Te agarra un abogado y te da vuelta como una media”, graficó, respecto a eventuales acciones judiciales.

Sobre los controles que realiza Inspectoría General aclaró que, “hace cuatro años que no nos llaman para participar, y lo hacíamos en calidad de veedores para garantizar que no hubiera excesos de ninguna parte”.

Asimismo, y en cuanto el hecho de que en marzo se cumplirán dos años desde que el Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz adhirió, por unanimidad, a la ley provincial de Alcoholemia Cero, pero el municipio nunca la aplicó dentro del ejido, expresó que, “si la decisión es no implementarla sería mejor que la deroguen. Llama a la confusión”.

“Políticamente siguen dando vueltas, diciendo que es muy difícil controlar a la gente. Y quiero aclarar que la gente de Concientizar no somos malos que no queremos que la gente tome. Que cada uno tome lo que tenga ganas, pero lo que pedimos es que si toma, no maneje”, remarcó.

En este sentido, advirtió que el Estado debe accionar decididamente. “Me parece una barbaridad esta indefinición cuando en el medio muere gente. No es para tomárselo a la ligera”, sostuvo.

Apuntó, también, a la labor de la policía Caminera. “El conductor alcoholizado que se escapa por la colectora es mucho más peligroso del que multan en la autopista por un foquito quemado. Y hace poco tuvimos un accidente fatal a causa de esto”, señaló.

Romagnoli adelantó que cuando la actividad de CPP retome su ritmo habitual, en febrero, solicitarán una audiencia con el intendente Esteban Avilés para abordar la cuestión de los controles y retomar la discusión por la Alcoholemia Cero.

 

“Es importante unificar un criterio lógico e incentivar los controles”

Por su parte, el dirigente de Participación y Cambio y exconcejal, Raúl Bonadero, también opinó sobre el tema, y subrayó que, “es importante es unificar un criterio lógico e incentivar los controles”.

“Cuando estudié el tema de la alcoholemia con motivo de la presentación de la ordenanza sobre la materia allá por el año 96 o 97, estaba demostrado que niveles que no excedieran los 0,2 mg. en el aire expirado, no alteraban la conducta ni los reflejos. Si lo hacía era en un grado tan ínfimo que no superaba el simple efecto de un almuerzo sin alcohol. Por cierto que ese criterio sigue vigente. Por aquel entonces sólo cuatro o cinco países tenían tolerancia cero, entre ellos República Checa, Grecia y Rumania. La enorme mayoría entre los que figuraban Alemania, Bélgica, Holanda, Inglaterra, Francia, España, Italia, Suecia, Noruega y muchos otros tenían disposiciones que oscilaban entre los 0,2 y 0,4 mgs”, recordó. Y precisó que con estos antecedentes, “se aprobó la ordenanza fijando la cifra de 0,4 que era por entonces la vigente en la ciudad de Córdoba”.

“La imposición de la ‘tolerancia cero’ se hizo con una intención recaudadora. Lo importante es unificar un criterio lógico e incentivar los controles. Esa es la verdadera política preventiva que se debería implementar”, afirmó.

 

Nota correspondiente a la edición n° 402 del semanario La Jornada, del 31 de enero de 2015.

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