Una junta médica explicó que el empresario padecía un cuadro de “infección generalizada”, pero que este no influyó en su deceso. Los expertos descartaron además que se tratara de un caso de mala praxis.
Los peritos agregaron que “el tratamiento antibiótico empírico realizado” a Fort “es el correcto y habitual en estos casos, ante la presencia del cuadro descripto”.
“De la autopsia y la historia clínica surge que el paciente muere por una cuadro de ‘muerte súbita cardíaca’ “, expusieron los expertos.
“El resto de los hallazgos de la historia clínica son secundarios, fundamentalmente al cuadro de sepsis” y “la obstrucción del 90 por ciento de una de las arterias coronarias fundamentales es la base que permite sostener esta conclusión”, agregaron.
Sin embargo la pericia destacó que “si bien el estado de salud del paciente era de gravedad, nada hacía suponer la posibilidad de una detención cardíaca”, por lo que hubo “un correcto manejo” por parte de los médicos que lo atendieron.
La Junta afirmó que Fort “tenía características de personalidad que dificultaban el accionar médico, se comportaba como un HIC (huésped inmunocomprometido) por haber recibido esteroides”.
El motivo de la muerte fue “la génesis de una arritmia irreversible y la manera resultó en forma súbita dentro del marco de un cuadro innegable de infección generalizada”, subrayó el estudio médico.
La junta médica estuvo integrada por Fernando Silberman, José Casas, Daniel Piñeiro, Luis Salotto, Fernando Palizas, Gustavo Lopardo y Carlos Damin.
Télam