El miércoles pasado, los concejales Natalia Lenci (UCR), Walter Gispert, Gustavo Molina y Oscar Sequeira (Frente Cívico), mantuvieron una reunión con el centro vecinal Costa Azul Sur.
Fue el primero de una serie de encuentros semanales que cruzarán toda la ciudad.
Si bien el tema central fue el conflicto por el servicio de agua, también se abordaron problemáticas particulares del sector, como los reclamos por ruidos molestos ocasionados por las canchas de fútbol y la circulación y permanencia de los colectivos de gran porte, a pesar de la ordenanza que lo prohíbe.
“Hemos iniciado conversaciones con vecinos de toda la ciudad. Tuvimos una primera reunión en Costa Azul Sur y el próximo miércoles estaremos en barrio La Quinta”, explicó Molina a VillaNos Radio 100.7.
En Costa Azul Sur, además de los integrantes de la comisión directiva barrial que preside Liliana Picatto, también participaron vecinos del sector preocupados por la coyuntura que vive la ciudad.
“En primer lugar hicimos un análisis cronológico de los acontecimientos en torno al conflicto por el agua y luego explicamos nuestras posiciones, evacuando las dudas que surgieron. Los vecinos han visualizado la complejidad de la cuestión y hay una gran preocupación en torno al servicio en sí y no sólo por la pérdida de los puestos de trabajo. Coincidimos en que está en peligro la salubridad de la ciudad”, expresó.
Durante la reunión surgieron consultas e intercambio de opiniones sobre temas específicos del barrio.
“Hablamos sobre las canchas de fútbol y los colectivos de gran porte. Dimos las explicaciones del caso. Respecto a las canchas hay un proyecto presentado por Gispert (en marzo pasado) para regular no sólo los horarios sino también la cuestión de equipamiento y seguridad. Pero el ‘avilescismo duro’ está medio remolón para darle tratamiento de este tema”, acusó, en referencia a los cinco ediles que le responden directamente al intendente. Rescató, en cambio, un “aporte interesante” por parte de Omar Ruiz, sobre la necesidad de llegar a un consenso social, plasmado en un acuerdo con la firma de vecinos, a la hora de habilitar un emprendimiento de estas características.
Sobre la prohibición de circulación que rige para los colectivos de gran porte, señaló que la experiencia de los vecinos es que, “muchas veces necesitan inspectores y se demoran mucho en llegar, por lo cual los controles son más laxos”.
Nota correspondiente a la edición n° 434 del semanario La Jornada, del 18 de setiembre de 2016.
