Con el manual de la confrontación como estrategia política de posicionamiento, Avilés se lanzó contra el gobierno provincial

Por Alejandro Gómez

Aunque en el escenario político provincial algunos se mostraron sorprendidos, el brutal giro del intendente Esteban Avilés en su relación con el gobierno provincial responde a la lógica confrontativa que, desde sus inicios en la política, forma parte de su manual de acción para posicionarse.

Así, y como contrapartida al Avilés sonriente y afable que se mostraba junto a Juan Schiaretti, hoy lo vemos con gestos adustos lanzando críticas a diestra y siniestra contra el gobernador Martín Llaryora, con la situación del lago San Roque y los subsidios al transporte urbano como puntas de lanza.

Pero todo tiene una explicación más allá de las cuestiones coyunturales.

Y para eso hay que remontarse al momento en que se estaba definiendo al sucesor de Schiaretti dentro del armado político de Hacemos Unidos por Córdoba. La decisión de llevar a Llaryora como candidato a la gobernación fue un trago que Avilés nunca pudo digerir. Y sabido es por todos, que el sanfrancisqueño tampoco le tiene mucha simpatía que digamos.

Pero lo más grave para el nacido en Carlos Paz, independientemente de las palabras en público, era que el acuerdo que había sellado con Schiaretti saltando sin escalas del radicalismo al peronismo, y que le permitió durante cuatro años ser presidente de la Agencia Córdoba Turismo y fantasear con una proyección provincial, comenzaba a desmoronarse.

Para cuando se fijó la fecha de las elecciones provinciales (coincidentes con las municipales) la tensión ya era inocultable.

A pesar de todo, hubo desesperados intentos por tratar de salvar el acuerdo desde el schiarettismo, al menos para garantizar apoyo en los comicios provinciales. A tal punto que en el armado de la lista que llevaba a Llaryora como cabeza, le ‘entregaron’ la candidatura a legislador departamental. Y allí Avilés puso a una dirigente que, si bien es de extracción peronista, le responde a él incondicionalmente: Gladys Moreno.

Pero Avilés no movió ni un dedo en la campaña y los desplantes contra Llaryora fueron evidentes. En su rol de candidato a gobernador, estuvo tres veces en Villa Carlos Paz, incluyendo el acto de lanzamiento de su plan para avanzar con el saneamiento del lago San Roque. El carlospacense brilló por su ausencia en cada ocasión.

Esto se sumó a las presiones para ‘despegar’ los comicios provinciales de los municipales para evitar ir en la lista de Llaryora. Lo logró cuando, de apuro y sin experiencia previa, se decidió implementar el voto electrónico.

Lo demás es historia. Avilés fue electo intendente y Llaryora gobernador. Pero en Villa Carlos Paz y Punilla se impuso holgadamente Juntos por el Cambio. Y todos tomaron nota de eso, que no hizo más que comprobar con números que el apoyo pretendido nunca llegó.

Pasado este sacudón, el distanciamiento comenzó a agigantarse cuando Llaryora asumió como gobernador y designó en diferentes cargos a dirigentes de Villa Carlos Paz que Avilés considera ‘enemigos’ políticos. Por caso, Mariana Caserio (excandidata a intendenta en 2019 y 2023), fue nombrada en diciembre vicepresidenta del Ersep. Caserio, alejada del gobierno de Córdoba desde la ruptura del peronismo en la previa de las elecciones nacionales de 2019, sellaba de esta forma su regreso a la estructura orgánica provincial. Muy mala señal para Avilés.

Por eso sorprendió que en una de sus primeras salidas al interior luego de haber asumido, Llaryora viniera a Villa Carlos Paz para anunciar la rehabilitación de la ruta provincial 14. Se trata de una obra de 1.300 millones de pesos de inversión que mejorará sustancialmente la travesía urbana de la ruta provincial.

El gobernador se mostró con Avilés y parecía que asomaba una tregua, pero duró poco.

Ya en febrero, Libia Smania fue designada directora de Gabinete Interministerial de Políticas de Género. La dirigente llaryorista, referente del espacio Mujeres Unidas por Córdoba, había sido candidata a defensora del Pueblo en 2019 contra el delfín de Avilés, Víctor Curvino.

Pero la gota que rebalsó el vaso, y desestabilizó completamente a Avilés que el nombramiento de Emilio Iosa como director de la Cuenca del San Roque. El médico sanitarista, férreo opositor al ‘gobierno naranja’, fue designado en un área clave, bajo la órbita del ministerio de Ambiente y Economía Circular que lidera Victoria Flores, desde donde se coordinarán las acciones para el saneamiento del embalse. Fue demasiado.

La confirmación del nombramiento se conoció el 2 de febrero y dos días después, un domingo, Avilés armó una gran puesta en escena, con escenario y micrófono para hablar a una cámara, de espaldas al lago y rodeado de sus funcionarios, y atacó al gobierno de Córdoba por el saneamiento y el plan de mitigación. Vale decir, en este punto, que sobre el mismo tema Avilés no tuvo ninguna queja con la Provincia en los últimos años, aun cuando hubo situaciones muchísimo más graves como la que ocurrió en marzo de 2017 y que derivó en la declaración de la Emergencia Ambiental. Es más, silenciaba e invisibilizaba las críticas.

Ahora todo cambió, de la mano de sus intereses políticos personales.

‘La responsabilidad de invertir en la solución definitiva del saneamiento del lago San Roque es del gobierno de la provincia de Córdoba’, bramó.

Luego, y fiel a su costumbre de no hacer ninguna autocrítica y buscar siempre y en todo ámbito culpables ajenos a su gestión, afirmó que, ‘los principales contaminantes del lago San Roque son el río Cosquín y el desmanejo de la planta de líquidos cloacales de Villa Carlos Paz en posesión irregular de la Cooperativa Integral’.

‘Villa Carlos Paz es la única ciudad con redes internas cloacales que alcanza al 65% de la población’, señaló.

La respuesta vino de la mano de Edgar Casteló, secretario de Recursos Hídricos de la provincia.

El funcionario aclaró que los factores de contaminación del lago, ‘son muchos, no solo el río Cosquín, sino también el río San Antonio’.

Respecto al 65% de cobertura cloacal en Villa Carlos Paz que destacó Avilés, Casteló se permitió dudar.

‘Entendemos que es bastante menor a eso, y podría haber estado ya ejecutada (totalmente) sobre todo siendo la localidad que más influencia tiene sobre el lago.

La descarga de Carlos paz tiene una influencia directa sobre el lago’, insistió.

En relación a las redes domiciliarias, el secretario de Recursos Hídricos fue contundente en el sentido de que, ‘son servicios que debe llevar adelante cada municipio. La provincia ayuda con las obras de cloaca máxima’.

Los cruces siguieron e incluso hubo presentaciones judiciales cruzadas, tras la decisión del municipio de impedir el ingreso al Centro Ambiental de los camiones que se utilizan para extraer las cianobacterias.

‘Durante 7 u 8 años el municipio de Villa Carlos Paz trabajó codo a codo junto a la provincia en esta tarea. Hasta ayer el lago era azul para el municipio y las tareas se hacían en conjunto con la provincia ¿Me pregunto qué cambió? Resulta que ahora que existe una Autoridad de Cuenca creada por ley, no sólo deja de colaborar, sino que pareciera querer boicotear el trabajo de limpieza de nuestro lago, con tal de perpetuarse en el poder del municipio’, retrucó Iosa.

Transporte urbano

El otro tema que desató las críticas de Avilés hacia Llaryora tiene que ver directamente con los subsidios provinciales al transporte urbano.

‘Llaryora le quitó a los municipios los subsidios del transporte público. Hizo lo mismo que le criticó al presidente Milei. Esta decisión profundiza aún más la crisis en el transporte público de pasajeros en los municipios de la provincia’, dijo Avilés para justificar que en Villa Carlos Paz el valor del boleto se iba a duplicar. Y afirmó que, ‘el kirchnerismo es parte de la gestión de Llaryora y se evidencia aún más en lo metodológico’.

‘Le solicito al gobernador que revea esta medida’, indicó.

El secretario de Transporte de la Provincia, Marcelo Rodio, lo cruzó duramente.

‘Es una lástima que Avilés o alguno de sus funcionarios no hayan participado del lanzamiento de los boletos cordobeses en el Centro Cívico como lo hicieron otros intendentes del interior de la provincia cuando fue invitado formalmente’, dijo. Y en un hilo publicado en la red social X, explicó que el gobierno de Córdoba, por pedido de Martín Llaryora, ‘no eliminó los subsidios provinciales’.

‘Reconducimos los recursos para subsidiar la demanda. Pasamos de un presupuesto de 11.000 millones a casi 30.000 millones para el Boleto Educativo Cordobés.

De esta forma, es el gobierno de la provincia quien asiste a estudiantes y docentes de niveles primario, secundario y ahora universitario para que puedan continuar sus estudios y dictar las clases. Esto incluye a vecinos de Carlos Paz’, destacó Rodio.

Y lanzó que, ‘es una falacia cuando (Avilés) dice que “le quitamos los subsidios a los municipios”. Por el contrario, los reconducimos y en el caso del BEC, lo multiplicamos por 3’.

‘Es momento de trabajar en conjunto, de diálogo y consenso, no de posicionamiento político.

Avilés debería hacerse cargo de sus responsabilidades, ya que él tiene poder concedente sobre el transporte público de su ciudad’, finalizó.

Durante la Fiesta de Cierre de Temporada que organizó la Cámara de Turismo, La Jornada consultó a la vicegobernadora Myrian Prunotto respecto a las críticas de Avilés.

‘Creo que son cuestiones que se van a ir solucionando con el paso del tiempo. Nuestro gobernador seguro va a estar dialogando y esperemos que el intendente también lo haga. Avilés hace 20 años que viene siendo parte de este gobierno. Dejarse llevar por los relatos no tiene sentido, hay que trabajar espalda con espalda porque es la única manera de salir adelante’, enfatizó.

Así las cosas, y en un contexto de fuerte crisis económica, habrá que ver hasta donde escala este enfrentamiento propuesto por Avilés al que aun Llaryora no le dedicó ni una sola palabra.

Nota correspondiente a la edición n° 597 del periódico La Jornada, del 27 de marzo de 2024.

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