Por Jorgelina Quinteros

En el siguiente informe se utilizará un lenguaje inclusivo y no sexista, “que pretende promover una imagen no estereotipada de las personas a las que se refiere y que no limita la identidad sexual a mujeres y hombres”, recuperando un fragmento de la Columna de géneros “De pie y en lucha” de Sofía Urbina Paliza en La Jornada.

“Elegir a un trava como figura destacada femenina, discúlpenme ustedes, pero están enfermos de la cabeza (…) Sinceramente, no lo digo de malo. ¡No es mujer! ¡Tienen que respetar a la mujer, carajo! Como puede ser que un trava sea más importante que una mujer. Y las mujeres encima no hacen nada, lo toman con gracia. Le están cagando los clientes, los premios. Les cagan todo estos resentidos enfermos que son los travas, los homosexuales”, afirmó el conductor y dueño de la FM 100 Claudio Caserta, en su programa del martes pasado.

El lunes anterior había sido la entrega de los premios ‘Carlos 2018’ en los jardines municipales. Florencia de la Ve fue distinguida como Figura Destacada Femenina por su participación en la obra ‘Explosivos’. La actriz compartió terna con su compañera de elenco Gladys La Bomba Tucumana, Carolina Papaelo de la obra La Isla Encantada y Adabel Guerrero de Bien Argentino, La Evolución.

Estas expresiones discriminatorias destaparon una catarata de mensajes de odio e intolerancia. Así como impulsaron la emisión de comunicados de repudio y la activación de redes de solidaridad y apoyo al colectivo LGTBIQ+ y a Florencia de la Ve, que adelantaron la iniciación de acciones legales.

“¿Dónde está el foco en esta cosa tan violenta que sucedió?”, se preguntó Florencia de la Ve durante una nota con el programa Intrusos. “Me parece que excede que haya hablado de mí. Acá la discusión es otra: qué se puede hacer de ahora en adelante con este tipo de personas que proceden de esta manera con un micrófono siendo tan violentos, sobre todo cuando nosotrxs queremos construir una sociedad que sea inclusiva y diversa”, sentenció.

“Hay que echarlos, hay que sacarles el micrófono. Es violento y envenena una sociedad que va encaminada hacia otra cosa, hacia la libertad porque eso es lo que dicen las leyes de este país. La ley me ampara a mí. Entonces, ese es el verdadero foco”, aseguró.

A estas declaraciones se sumaron las de la presidenta de la Federación Argentina LGBT (FALGBT), Marcela Romero, que también expresó su repudió al portal Agencia Presentes: “Estos dichos, que aún hoy siguen circulando en nuestra sociedad, tienen una profunda carga de ignorancia y odio hacia nuestras identidades, es por eso que no podemos dejar pasar este tipo de agresiones. Sabemos que es a raíz de estos discursos de odio que terminamos perdiendo compañeras”.

Ivanna Aguilera, presidenta de la Asociación Civil Devenir Diverse, adelantó que van a entablar una demanda civil y penal contra el locutor: “No vamos a parar hasta sacarle la licencia, no puede estar delante de los medios y tiene que atenerse a las consecuencias. Ha faltado el respeto y ha incumplido dos leyes nacionales, por lo tanto tiene que ser penalizado y tener un castigo ejemplar. El ente regulador (ENACOM) tiene que actuar sobre esto severamente”.

 

Una ley que abre caminos para la inclusión

El término LGTBIQ+ está conformado por las siglas de las palabras Lesbiana, Gay, Transexual, Trasgénero, Travesti, Bisexual, Intersexual y Queer. El símbolo + se añade para representar otro tipo de colectivos sexuales. Esta definición contempla al género como la construcción subjetiva que una persona hace de su sexualidad. “Es decir, aquella identidad que no está basada en el binarismo hombre/mujer, sino en un acto performativo (en términos de Judith Butler) en donde cada unx se constituye como un cuerpo capaz de optar por la identidad sexual que quiera”, explicó Urbina Paliza.

Bajo esta concepción se gestó en el 2012 la ley de Identidad de Género, que la entiende como “la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”.

Por lo tanto, garantiza el derecho de todas las personas al reconocimiento, libre desarrollo y a ser tratada e identificada de acuerdo con su identidad autopercibida. A su vez, habilita la rectificación registral del sexo, y el cambio de nombre e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida.

Esta ley representa un avance en materia de derechos de las disidencias sexuales que está a la vanguardia a nivel mundial. Sin embargo,  todavía persisten circunstancias cotidianas en las que la discriminación arraigada en la cultura juega un papel determinante y, más aún, si en estos episodios están involucrados los medios de comunicación.  Según una encuesta realizada en 2016 por la organización civil 100% Diversidad y Derechos en Chile, Colombia, Perú, Brasil, México, Uruguay y Argentina, nuestro país lidera las estadísticas de comentarios discriminatorios por orientación sexual.

Ante estas situaciones de vulneración de las disidencias sexuales queda demostrado que la ley no garantiza una igualdad real, si no que la gran batalla es promover y fortalecer un cambio cultural. Y esto es posible si se empiezan a identificar los distintos niveles de responsabilidades que operan en estos hechos de discriminación. En este caso, el rol de lxs comunicadrxs sociales y del Estado.

 

La libertad de expresión y la Convención Americana sobre Derechos Humanos

“Promover la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombres y mujeres, y el tratamiento plural, igualitario y no estereotipado, evitando toda discriminación por género u orientación sexual”, es uno de los objetivos de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Esta determinación va de la mano con el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que desde 1994 tiene en Argentina jerarquía constitucional.

“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión”, indica. El ejercicio de este derecho “no puede estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores (…) necesarias para asegurar: el respeto a los derechos o a la reputación de los demás (…)”, advierte en el inciso 2.

Es decir, que los organismos estatales tienen un marco legal para sancionar de manera ejemplificadora a lxs comunicadorxs que profieren declaraciones que violan los derechos humanos y la integridad de las personas. Por eso, es extremadamente preocupante y repudiable cuando un micrófono es utilizado como una herramienta  de amplificación de un mensaje intolerante y violento, que termina destapando el pensamiento de una parte de la sociedad de Carlos Paz. Como una olla de donde empiezan a brotar desenfrenadamente las formas de odio más recalcitrantes ante el ejercicio de la libertad del otro. Personas de todas las clases sociales y profesiones salieron a respaldar al conductor en su ejercicio irresponsable y ofensivo de su rol como comunicador.

A su vez, estas expresiones habilitan la pregunta: ¿Qué sucede cuando este discurso homofóbico y discriminador recibe el aval de la pauta oficial del municipio de Villa Carlos paz, además de aportes de empresarios y comerciantes locales?

¿Cómo se hace para generar procesos de inclusión social y transformación cultural en torno al colectivo LGTBIQ+ si la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral se encuentra hoy a nivel nacional completamente desmantelada? ¿Cómo es posible luchar contra la intolerancia y la discriminación si es el mismo Estado el que apoya económicamente este discurso que es asimilado y ratificado por diferentes sectores de la sociedad carlospacense?

Es evidente que estos hechos dejan la marca de un retroceso en materia de inclusión en nuestro país. “No podemos permitir este tipo de cosas. Todos los medios nos tenemos que unir ante esto”, opinó Florencia de la Ve.

Los medios de comunicación son un ámbito donde se reproduce la violencia simbólica, ante la indiferencia de un Estado y una sociedad cómplices que desconocen la responsabilidad de lxs comunicadorxs al poner en circulación palabras públicas que vulneran y avasallan la libertad del otrx.

“Avanzaremos como sociedad cuando finalmente se entienda la diferencia entre sexo biológico y género y que no necesariamente coinciden. El género (…) es una construcción cultural y no está determinado por el sexo biológico (genital). Nuestro país es pionero en América Latina con una ley de identidad de género desde 2012. Han pasado varios años y hay mucha gente que aún no lo entiende o no lo termina de aceptar”, manifestó a través de un mensaje en Facebook Ariadna Silva, psicóloga y vecina de Carlos Paz.

Esta fue la respuesta ante una catarata de opiniones agresivas, basadas en una concepción biologicista del género. Y este es el camino, dar la discusión con argumentos, poner en cuestión la heteronorma (conjunto de relaciones de poder por medio del cual las prácticas heterosexuales idealizadas se institucionalizan) y apuntando a la responsabilidad del Estado patriarcal que oculta, reprime y excluye a los cuerpos disidentes.

Repudiar las expresiones agresivas desde todos los ámbitos del entramado social, apuntar a una formación profesional con perspectiva de género y exigir al Estado que actúe con sanciones contundentes a quienes cultivan la intolerancia es hoy más que nunca necesario. Porque transformar una estructura socio-cultural y un sistema de relaciones que oprimen a las disidencias sexuales, requiere imperiosamente un abordaje periodístico que lo ponga en evidencia y lo cuestione, para poder ejercitar el respeto a la diversidad.

 

El INADI rechazó los dichos ‘ofensivos’ de Caserta tras el premio a Flor de la Ve y el locutor fue escrachado en su casa

Los dichos del conductor radial Claudio Caserta, sobre el Premio ‘Carlos 2018’ a la Figura Destacada Femenina que ganó Florencia de la Ve, trascendieron las fronteras de Villa Carlos Paz y el escándalo obtuvo alcance nacional.

A tal punto que el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) emitió un comunicado rechazando sus expresiones. El propietario de la FM Cien, además, fue ‘escrachado’ en su vivienda por un grupo de jóvenes. La Asociación Civil Devenir Diverse también repudió las declaraciones que consideró “discriminatorias”.

El organismo estatal rechazó a través de un comunicado las expresiones públicas de Caserta “que resultaron ofensivas hacia las personas, sea cual fuere su identidad de género. Se advierte además que estas manifestaciones adquieren otra dimensión e impacto cuando son difundidas en los medios de comunicación masivos y se invita a lxs comunicadorxs a tomar conciencia de su responsabilidad frente al micrófono”.

En ese sentido, el INADI se comunicó con el conductor y se puso a su disposición para ofrecerle información y capacitación en relación a temas de diversidad sexual. El Observatorio de la Discriminación de Radio y TV del INADI difundió además un informe técnico en relación a sus dichos, emitidos en su programa de la FM 100 Carlos Paz. Asimismo, se precisó que uno de los reclamos más frecuentes que recibe el ente es acerca de comunicadores que opinan públicamente sobre la identidad sexual de las personas.

“Este tipo de manifestaciones encierran un propósito difamatorio que se traduce en expresiones que incitan o podrían, entre otras consecuencias, generar la antipatía o el rencor hacia los integrantes de un colectivo que ha sido históricamente vulnerado. Este tipo de comentarios contradicen y desconocen procesos de apertura e inclusión que la sociedad argentina viene transitando en su conjunto”, advirtieron desde la entidad.

 

Repudio de Devenir Diverse

Por su parte, la Asociación Civil Devenir Diverse rechazó enfáticamente las declaraciones del conductor. “Con estas afirmaciones discriminatorias y llenas de odio el señor Caserta viola la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual que establece entre los objetivos (…) ‘promover la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombres y mujeres, y el tratamiento plural, igualitario y no estereotipado, evitando toda discriminación por género u orientación sexual’ (artículo 3 inciso m)”, detalla el comunicado.

“Asimismo, viola la Ley 26.743 de Identidad de Género que reconoce el derecho de toda persona ‘al reconocimiento de su identidad de género’ y ‘a ser tratada de acuerdo a su identidad de género’”, agrega.

La ONG le reclamó públicamente a Caserta que “se rectifique, disculpe y repare los daños ocasionados hacia el conjunto de las mujeres trans de la República Argentina”. A su vez, llamaron la atención sobre la “inacción de las autoridades locales y nacionales del Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) frente a este y otros atropellos, atendiendo a que son los organismos del Estado que deberían velar por la protección de nuestros derechos en este campo”.

 

El comunicado de los artistas de la obra de transformismo ‘Dinamita’

El elenco de ‘Dinamita’ también expresó su repudio al conductor que “utilizó en su programa expresiones cargadas de homofobia, violencia y odio, retrocediendo décadas en una sociedad que viene luchando por la inclusión y el respeto hacia el ser humano más allá de su condición sexual, raza, religión o clase social”.

“Consideramos que, palabras como las expresadas por Caserta, son una falta grave en un comunicador por la gran responsabilidad que conlleva disponer de un espacio en los medios de comunicación, y atentan contra la paz social”, continúa el comunicado, donde la compañía teatral brindó “su total y sincero respaldo a la señora Florencia de la V (…), quien es una gran mujer, madre de dos hijos, excelente artista, y una referente en nuestro país de la lucha por la identidad de género”.

 

El descargo de Caserta

Ante la dimensión que cobró el escándalo, el conductor se defendió e insistió con que “el premio está mal dado”. En este sentido, en diálogo con Infama, Caserta se respaldó en haber sido conductor durante tres años de la entrega de Premios Carlos para poder criticar la categoría en la que fue nominada Florencia de la V.

“Yo lo que digo es que el premio está mal dado. No la veo como mujer. La veo como un hombre vestido de mujer”, sostuvo el locutor. “La respeto pero para nosotros es un travesti. Por ahí uno es viejo y no entiendo esto. Yo sé que está cambiando todo. Los premios, para mí, fueron mal dados”, subrayó.

Por otro lado, y en el marco del escrache que sufrió en su vivienda, el locutor fue interpelado por un grupo de jóvenes sobre sus dichos y en su defensa aseguró tener “amigos homosexuales que son buena gente”. Después de un tenso intercambio, terminó pidiendo disculpas. “Si los ofendí, les pido disculpas”, expresó, intentando calmar los ánimos.

 

Nota correspondiente a la edición n° 501 del semanario La Jornada, del 12 de febrero de 2017.

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