Complicado panorama para los Centros Infantiles Municipales en el inicio del año

Por Valeria Flesia

Tapa_405_la_jornada_21-02-16Los Centros Infantiles Municipales de Villa Carlos Paz, de permanente crecimiento y renovación en cuanto a su población así como en cuanto a los objetivos que se van fijando para su funcionamiento mantienen una constante a lo largo del tiempo: la propuesta sostenida de asistencia y guarda de aquellos niños que se encuentren en situación de vulnerabilidad y el lugar que ocupan en cuanto al presupuesto destinado a su renovación y reparación edilicia que no parece realizarse con la premura que se espera para el mantenimiento en el mismo estándar elevado de tan importante contención.

 

Centros Infantiles en la historia: los propósitos

La primera creación de una guardería municipal en Villa Carlos Paz data de 1965, fecha en la que se abre a la población para la “contención de los niños cuyos padres por razones de trabajo no pueden prestarle la atención y asistencia necesaria”.

Los Centros Infantiles Municipales (CIM) están cumpliendo ese objetivo desde aquella primera necesidad que los vio nacer 51 años en la ciudad. Durante la intendencia de León Grimberg en 1985, el decreto 971 reglamentó su funcionamiento y requisitos, estableciendo en los considerandos que “las guarderías municipales son instituciones socio-educativas que asisten a las familias de escasos recursos que no pueden cuidar y atender a sus hijos menores, en especial aquellos casos en que la madre trabaja fuera del hogar. Que deben facilitar el encuentro del niño con su familia y mantener un intercambio permanente. Que se debe ofrecer al niño dieta balanceada y las comodidades necesarias para garantizar su bienestar durante la permanencia en la Institución”.

El Plan de la Villa 2020 en su Documento Diagnóstico Consensuado sobre el eje Social dado a conocer en marzo del 2015 sobre datos del 2014, hace referencia exhaustivamente a los Centros Infantiles Municipales brindando algunos datos importantes donde se refleja el aggiornamiento que ha recibido el reglamento que los guía en su funcionamiento. Indica, por ejemplo, cuál es la propuesta que sustenta su permanencia en la ciudad: “Los Centros Infantiles Municipales (CIM) están concebidos como un espacio que garantiza a los niños y niñas de Villa Carlos Paz a través de experiencias socio-educativas, el derecho a la educación y a un desarrollo integral. Desde los CIM se promueve: a) el fortalecimiento de la familia como espacio de promoción y protección de derechos y el ejercicio de la autonomía, participación, convivencia y ciudadanía; b) la construcción de la identidad, fortalecimiento de la autoestima reconociendo la propia historia personal, familiar y social y la interacción con otros; c) experiencias para el desarrollo psicomotriz y el fortalecimiento de la autonomía personal; d) la exploración y las experiencias de interacción con el ambiente; e) el fortalecimiento de recursos propios para el abordaje y resolución de situaciones nuevas; y f) experiencias para estimular la comunicación y la exploración de los lenguajes y la creatividad. También se trabajó en repensar la población objetivo, la misión, la visión y la propia definición, diseñando un modelo evolutivo, con equipos transversales en los 5 CIM, con un modelo participativo empoderando al equipo de trabajo. El seguimiento del niño se realiza a partir de indicadores de fisiología, de alimentación y hábitos de cuidado saludables, donde se armoniza el trabajo con el equipo de salud. A su vez se cuenta con indicadores vinculados a cada uno de los aspectos que promueve el CIM mencionados ut supra”.

Objetivos complejos que revelan una elevación en los estándares desde aquella propuesta, siempre loable, de brindar al niño “dieta balanceada y comodidades” hasta esta intención de un seguimiento “a partir de indicadores de fisiología, de alimentación y hábitos de cuidado saludable”, “desarrollo psicomotriz, estimulación de la comunicación”, etc.

Desde aquella primera intención con la que se creó la guardería municipal hasta esta propuesta reflejada por el Plan 2020 ha pasado mucha agua bajo el puente. Uno de los temas fundamentales de cambio es la definición de “niño” que reciben los CIM desde su rango de edad. Durante muchos años fueron recibidos en las guarderías desde bebés hasta niños que ya habían avanzado en su escolaridad primaria. Esta situación tenía su explicación en el objetivo de contención de aquellos niños que, a pesar de concurrir a la escuela, tenían horas en que estaban solos por situaciones diversas relacionadas con los horarios o cuestiones familiares. La situación de esos pequeños era contemplada para habilitar su ingreso a los Centros Infantiles donde, según los proyectos, se procuraba también el apoyo escolar que podían no recibir en su hogar. El resultado era una convivencia, en algunos momentos, de pequeños de 2 o 3 años con niños que, en algunos casos, superaban los 10 años.

Esta situación fue severamente cuestionada luego del 2011 lo que motivó una restricción en la composición de los niños aceptados: los Centros Infantiles Municipales se destinaron a pequeños de entre ocho meses y cuatro años de edad, población que se recortó nuevamente con la obligatoriedad de escolaridad desde los cuatro años. Hoy, en definitiva, los CIM están destinados a la franja ubicada entre los 8 meses y los tres años con la barrera establecida por la concurrencia obligatoria a los establecimientos escolares de competencia provincial que abarca, asimismo, cuestiones económicas ya que, en casos de necesidades alimentarias, cuenta con el PAICOR.

Consultada Isabel Shoj, directora de Desarrollo Social y Educación del Municipio acerca de las condiciones de recepción de niños en los CIM destacó: “Los Centros funcionan desde las 7:30 hasta las 14:30 hs, cada uno tiene diferentes salas, para bebés, para uno a dos años y de dos a tres. Cada sala cuenta con un docente y un auxiliar. Los papás se anotan con los referentes de cada CIM y luego reciben la visita de una trabajadora social que realiza una evaluación socioeconómica sobre las necesidades que puede tener esa familia para usar el Centro. En muchos casos son cuestiones laborales, es decir, el horario de trabajo y la imposibilidad de pagar un lugar donde dejar al niño, problemas de salud, problemas sociales que implican no poder cumplimentar con la alimentación de ese niño, problemas de violencia familiar, entre otras situaciones. Se trata de respetar, en cada caso, los derechos de los niños y hemos reducido al máximo las listas de espera movilizando al equipo para que el ingreso sea rápido. Tenemos una población, en este momento, de aproximadamente 320 niños, siempre se dejan dos lugares disponibles para casos en que se necesite una guarda urgente”.

Específicamente sobre la restricción en la edad planteada por los CIM para la contención de niños más grandes que podrían necesitar un espacio de guarda, la funcionaria opinó: “Considero que niños de 2 o 3 años no pueden compartir, por ejemplo, un patio de juegos con chicos de 9 o 10 años porque tienen formas y necesidades diferentes y se plantearía un problema que nosotros no podríamos solucionar para mantenerlos en lugares apropiados para cada uno. Por otra parte, tampoco hemos recibido reclamos importantes por parte de familias que tengan problemas específicos con chicos de esas edades. Si hemos recibido algunos y tratamos de volcaros hacia el lado de las ofertas deportivas que tenemos en los Polideportivos, por ejemplo. Hemos pensado en el tema del apoyo escolar pero el Municipio no está en condiciones de abocar más personal por lo que mantenemos conversaciones con ONG y entidades como el Club de Leones para ver de qué manera canalizar la propuesta.”

En cuanto a la tarea que se desarrolla en cada Centro, se hizo hincapié en la “contención y protección de los niños cuidando su salud”. “Se está terminando un estudio importante sobre medidas antropométricas que nos va a permitir observar si están bien nutridos, casos de desnutrición u obesidad, desarrollo corporal, etc. Desde lo pedagógico no es demasiado lo que se puede hacer pero se empieza con estimulación desde el juego, mediante talleres literarios para estimular la palabra, entre otras actividades”, destacó Schoj.

Además, hizo referencia a un programa de Educación en el Amor que tiene que ver con la violencia social: “El personal está tomando un curso de PEA y se está trabajando también con una psicóloga social para poner especial atención sobre el tema del trato entre personas, el cuidado del otro que creemos que es fundamental desde esta edad tan temprana. El personal docente y auxiliar que tenemos en los CIM es excelente y yo los admiro profundamente por el ambiente que han creado en cada lugar donde su función de apuntalamiento de la familia es fundamental”.

Centros Infantiles: espacios y tiempos

Los CIM son cinco desde hace muchos años y fueron abiertos en barrios específicos dados los objetivos expresados más arriba, especialmente los primeros: asistir a aquellas familias que, por sus necesidades laborales, debían dejar a sus niños al cuidado de alguien, necesidad que fue asumida responsablemente por el Estado. No aparecieron todos juntos sino que fueron el resultado de años de esfuerzos comunitarios. El CIM Nº1 está ubicado en barrio Obrero, en calle Los Gigantes y Av. Cárcano, el Nº2 en el Centro, en calles Curuzú Cuatiá y 9 de Julio, el Nº3 en calle México s/n de barrio La Quinta, el Nº4 en Santa Ana s/n de barrio El Canal y el Nº5, en Roma y Sierra de la Ventana de barrio Colinas. Es de destacar que a fin del 2015 se habló de aproximadamente 90 niños por CIM con un total para los cinco de 450 concurrentes.

De estos edificios originales, en este comienzo del 2016 están funcionando sólo tres y un cuarto establecido de manera provisoria en un edificio municipal adaptado de barrio Las Rosas Centro. El Centro Infantil Nº1 de barrio Obrero está cerrado desde mediados del 2015 tras detectarse una rajadura importante en su estructura que llevó a las autoridades municipales a cerrarlo, trasladando la población primero al CIM de barrio El Canal para terminar con la ocupación provisoria de un inmueble municipal de barrio Las Rosas Centro hasta tanto se decidiera la obra.

Por otra parte, el venido a menos CIM Nº2 del Centro también demoró en su refacción hasta que por fin pudo comprobarse que este 16 de febrero de 2016 ya está la cuadrilla trabajando. Los niños de ese Centro fueron derivados a elección a los otros cuatro.

Isabel Schoj explicó cuál es el estado actual de los CIM y cómo están arrancando el 2016, momento en que renuevan su población dado que los niños que van a cumplir los 4 años deben ingresar a la escolaridad formal que es obligatoria: “En general los edificios no están óptimos pero se han ido haciendo cosas, lo primero que se hizo el año pasado al presentarse problemas edilicios graves en el CIM Nº1 de Barrio Obrero es retirar los niños pensando que en un par de meses se podían hacer unos arreglos de albañilería y ampliar un poco para seguir funcionando, cuando empezaron a hacerse estos arreglos se dieron con que el suelo se había movido, es una zona donde ha habido movimientos de tierra”.

“Esto lo ha constatado gente del CPUA, y nos dimos con que se necesitaba hacer un CIM nuevo. Ya se ha presentado un proyecto y es probable que más cerca de fin de año a través del Presupuesto Participativo se comience con la obra. A los niños de este Centro se les ofreció el traslado al barrio Las Rosas Centro, a una sede del Epadel con la que cuenta la municipalidad allí. Es un lugar que se acondicionó, es un poco más reducido pero no están hacinados”.

Consultada acerca de la población del CIM de barrio Obrero, Schoj explicó: “Ese Centro tenía entre 70 u 80 niños. En el traslado a Las Rosas la población se redujo un poco por la lejanía pero se sumaron algunos del mismo barrio a los que les quedó más cerca. Este traslado momentáneo no significa permanencia. Nosotros sabemos que Barrio Obrero necesita su Centro y el proyecto que se está manejando es realmente muy lindo, va a poder albergar más niños y esperamos poder empezar la obra hacia fin del 2016”.

Mientras tanto, el CIM de Curuzú Cuatiá y 9 de Julio que podía observarse en condiciones edilicias muy venidas a menos fue cerrado para comenzar con los arreglos. Consultada una mamá que envía a su niña a ese Centro, el más concurrido según las estadísticas provistas por el Plan 2020, indicó: “Nos enteramos de la mudanza dos semanas antes, nos pareció muy poco tiempo para prever dónde llevar los chicos o cómo solucionarlo. Por otra parte, el edificio estaba en muy malas condiciones: destrozado, faltaba pintura, muchas cosas rotas, el baño y la cocina eran las cosas que más feas se veían. A pedido de los padres, para realizar el traslado nos ofrecieron un transporte pero había que esperarlo y retirar los chicos de la puerta del CIM cerrado y terminaba no conviniendo. Al que la tengo que llevar ahora me queda lejos y se me hace difícil pero estoy de acuerdo con los arreglos que espero se terminen a tiempo”.

A este respecto, la funcionaria, por su parte, destacó que el traslado temporario fue aceptado satisfactoriamente por los padres y que se les ofreció los CIM de La Quinta, Colinas o El Canal a elección por el tiempo que tome la refacción en el edificio del centro: “La mayoría de los papás eligió el CIM de calle México que está a 7 u 8 cuadras del centro, unos pocos prefirieron Colinas porque son del barrio. También les ofrecimos a aquellos que vienen de muy lejos y tienen reales dificultades para trasladarse, un transporte temporario que traiga los chicos pero pudimos arreglarnos bien. Creemos que las refacciones previstas para este Centro van a ser muy beneficiosas para los chicos, se van a ampliar las salas, reponer los baños y la cocina con la incorporación de un comedor, remodelar los patios, es muy importante y los papás están de acuerdo, es un CIM que tiene alrededor de 80 asistentes. Se prevé que va a estar listo en tres meses”.

El traslado de los niños del CIM de Barrio Obrero planteado a mediados del 2015, propuesta temporaria en principio pero que luego se fue prolongando en el tiempo, recibió por parte de los padres algunas críticas, por el tiempo transcurrido en que no se observaban obras y luego por el cambio de docentes que se produjo para los grupos. Uno de los padres destacó en aquella ocasión a Villanos Radio: “Acá estamos hablando de niños que generan un vínculo con su docente. Se genera una relación hasta maternal y de confianza. No se puede cortar ese vínculo por una cuestión de reorganización”. La cuestión vincular se refuerza, asimismo, con la referencia en el barrio ya que los CIM, justamente, están situados estratégicamente en espacios donde han desarrollado una importante relación de entorno con su comunidad.

A este respecto, Shoj aclaró cuáles son las ocasiones en que se realizan cambios que no son “habituales” como se había indicado en un primer momento: “En el caso de rotaciones siempre se dan cuando se observa una interrupción en el trabajo grupal de cada CIM que, para nosotros, es fundamental en su fluidez. Si hay algún problema personal de una maestra con otra o de una auxiliar con otra se trata de cambiar porque se prioriza el trabajo en equipo y la armonía del equipo que es lo que se traslada al niño. Si existen cuestiones que están obstruyendo el buen trato entre el mismo grupo de trabajo se van a hacer cambios para mejorarlo. También hay razones naturales como puede ser una licencia por maternidad y entonces van a estar varios meses sin asistir”.

 

“El año de los CIM”

Isabel Schoj se mostró ilusionada en cuanto a que durante este 2016 pueda darse un giro definitivo a los problemas edilicios que presentan los Centros Infantiles Municipales.

“Se han venido haciendo arreglos, por ejemplo el CIM de calle México se ha pintado completo por dentro y el patio interior y ha quedado muy bien. Luchamos contra algunos problemas propios del barrio que deterioran frecuentemente lo que se ha terminado de arreglar. Notamos, por otra parte, el deseo de los vecinos a través del Presupuesto Participativo de mejorar estas infraestructuras, por ejemplo, en Barrio Obrero se votó por un CIM nuevo y en otros por material didáctico y juegos renovados para sus Centros. Confío en que este va a ser el año de los CIM”, resaltó con la esperanza de que se logre ponerlos a la altura ediliciamente de todo lo que se propone desde lo humano y lo pedagógico.

 

Nota correspondiente a la edición n° 405 del semanario La Jornada, del 21 de febrero de 2015.

1 COMMENT

  1. Señor Director: antes de entrar en el análisis del contenido, quiero felicitar a la Sra. Valeria Flesia por la elección de los temas que presenta y por la seriedad con que trata cada uno de ello. Visibiliza así muchos temas que quizá uno tiene naturalizados, y ella con sus trazos hace que se pongan de nuevo en cuestión. Ojalá siga con ellos y asi podamos seguir interpelando nuestra realidad.
    En relación a los CIM -en mi época Guarderías Municipales- quizá mi opinión este teñida por el afecto y experiencias allí vivenciadas con los niños, los docentes, las mucamas, las cocineras, las familias y toda la red que construímos con las escuelas, familias, parientes, vecinos, etc. Nosotros sabíamos que eramos un espacio de contención importante y uno de los objetivos era ese y que la escuela cumpliera su misión enseñar. Analizando las expresiones de quien actualmente está al frente de los cinco CIM (creo que el último se creó hace 20 años) tengo que expresar Alegría y Felicidad pues en nuestra Villa Carlos Paz ha bajado el índice de familias con NBI, ya no se necesita contener a tantas familias y a niños mayores de 4 años -para eso está la educación formal donde los maestros además de enseñar son psicólogos, asistentes sociales, etc- no necesitarán crearse más merenderos QUE SUERTE!!!, y los niños ya no construyen empatia con su espacio geográfico y sus docente, pueden trasladarse -momentáneamente- a otros lugares, es suficiente que esten en servicio solo TRES de los CINCO CIM…los padres (especialmente las madres) en sus trabajos les han flexibilizado horarios para que puedan desde barrio Obrero por ejemplo trasladarse a Barrio Las Rosas, ó desde el Centro hasta el CIM de Villa Independencia, realmente son todas excelentes noticias. El Cim de Barrio Obrero -creo que ya va a cumplir un año sin funcionar- siempre tuvo problemas edilicios y si indagan en la zona existen si problemas, pero siempre se solucionaron, busquen los planos o los profesionales que trabajaban en el Municipio y podrán contar la cantidad de pozos romanos que tiene ese edificio, pero lo fundamental: los niños siempre tuvieron prioridad y es llamativo que se demore tanto en dar respuesta… podría seguir reflexionando respecto a los CIM y a la importante función que el Estado cumple a través de ellos (aclaro que en toda la Provincia existen y se recibía un aporte interesante de la misma) pero solo debo reiterar mi alegría porque en nuestra Ciudad el índice de familias con NBI ha bajado y no hay demanda que cubrir UNA BUENA NOTICIA ENTRE TANTAS PÁLIDAS!!!!! GRACIAS

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