La sanción de una ordenanza que prohíbe la circulación por las calles de Villa Carlos Paz de los ómnibus de gran porte (salvo los del transporte regular) y su inminente puesta en marcha generó diversas reacciones.
Por el lado del gobierno todo es optimismo. Vecinos, en tanto, manifestaron dudas sobre su efectiva aplicación, y el sector vinculado al turismo estudiantil expresó reparos.
Según se informó desde el municipio, la nueva normativa pone en marcha la segunda etapa del proyecto que regula la presencia de vehículos de gran porte en la ciudad.
La primera etapa constó en reducir la circulación de vehículos de gran porte, habilitándose el estacionamiento en un playón destinado a tales fines y ubicado en Costa Azul, donde además se realiza el tratamiento de los líquidos sanitarios.
La segunda etapa, en tanto, permite solamente el ingreso de colectivos para llevar y retirar a los pasajeros del hotel, debiéndose realizar el resto de los traslados únicamente con ‘transfers’.
“Nuestro gobierno ordena y planifica con vecinos, hoteleros, comerciantes y empresarios, fomentando una mejor convivencia entre ellos.
Durante años, la ausencia del Estado incrementó esta problemática. Lo que antes era un conflicto, hoy es orden en la ciudad, potenciando, a su vez, este segmento económico tan importante para Villa Carlos Paz”, sostuvo el intendente Esteban Avilés.
En la misma línea, el director municipal de Transporte, Germán Rivero, sostuvo que la medida marcará “un antes y un después” en la ciudad.
Tras precisar que en los últimos años se vino dando un sostenido crecimiento del turismo estudiantil, detalló que en la temporada 2015 Villa Carlos Paz soportó el tránsito de unos 120 colectivos por semana.
“Esto es una solución. Ya lo implementaron con éxito ciudades como Bariloche y Camboriú”, dijo al espacio ‘Off The Record’ (VillaNos Radio 100.7).
El funcionario reconoció que la ciudad no tiene suficiente infraestructura de transporte para poder atender la demanda de ‘transfers’, por lo que adelantó que las empresas “traerán sus propios vehículos más chicos”, trasladando el costo extra a los contingentes.
“Ahora hay que reglamentarla y aplicarla con sentido común. El turismo estudiantil ya sabe que no podrá usar esos colectivos en la ciudad, y los otros segmentos los vamos a ir manejando”, señaló sobre los grupos de la tercera edad que en esta época visitan la ciudad.
“No queremos espantar al turismo”, cerró.
“Tengo muchas dudas”
Uno de los barrios más afectados por el tránsito de estos enormes colectivos es Costa Azul Sur. La presidenta del centro vecinal, Liliana Picatto, se mostró bastante escéptica respecto a la efectiva aplicación de la nueva ordenanza.
“Si hubieran aplicado la ordenanza de 2004 los vecinos no hubiéramos sufrido todo lo que sufrimos estos años”, aseguró.
“El tema es que la hagan cumplir. Tengo un marco de dudas porque veo falta de interés político. Es lamentable pero tengo dudas”, insistió, y puso como ejemplo la ordenanza que declaró la intangibilidad de la montaña. “Cuando se sancionó festejó. Pero hoy veo que no se la cumple, no se expropian los terrenos y mientras tanto se sigue desmontando”, denunció.
Por último, acusó a los funcionarios del municipio de no atender las demandas de los vecinos del sector. “En Costa Azul Sur pagamos impuestos caos pero no tenemos derechos, solo obligaciones. No somos respetados”, reclamó.
va a ser un antes y un despues si se cumple cosa que ni ellos lo creen y ya se atajan de que tampoco quieren espantar a los turistas
Cuando existe una marcada mediocridad funcional incapacidad de auditar controlar administrar y gobernar, solo se hecha mano a la prohibición.
La falta de imaginación es una carencia TAL, que no se puede ocultar ni aun con una centena de párrafos que promuevan prohibiciones de distintos rangos tipos y tenor de acciones hechos y pensamientos.