Colectivos de gran porte: todo sigue igual

Por Evelina Ramírez

tapa_442_la_jornada_13-11-16-webTodo sigue igual. Ese es el balance que se puede hacer tras lo sucedido en la sesión especial del lunes pasado donde los concejales decidieron por mayoría no aprobar las modificaciones a la ordenanza que prohíbe la circulación de los vehículos de gran porte por la ciudad.

Todo sigue igual… de caótico, podrían agregar los vecinos de barrios como Costa Azul Sur, que padecen a diario la circulación de estos grandes ómnibus y que la ordenanza vigente tampoco los deja satisfechos. Y ponen el acento en las excepciones que contempla la ordenanza (cerca de 500 dijeron los concejales en la sesión). 

Todo sigue igual… de complejo en su aplicación, podrían afirmar los empresarios y operadores turísticos que trabajan con turismos de grupo y que utilizan este tipo de vehículos para trasladar a los contingentes. 

Vale recordar que la ordenanza vigente establece que los colectivos de gran porte sólo pueden ingresar para dejar a los pasajeros en el hotel y luego para buscarlos cuando finalice la estadía. El tiempo establecido para realizar la tarea de ascenso y descenso es de 40 minutos como máximo, permaneciendo durante este lapso con motor apagado.

Para el traslado de los contingentes por la ciudad se deben contratar vehículos de menor tamaño. Precisamente este es uno de los puntos más sensibles. Porque desde el sector empresario indican que la ciudad no cuenta con la cantidad y la calidad de vehículos menores necesarios para atender la demanda.

Además, sostienen que utilizar vehículos menores para trasladar contingentes en definitiva complicarán más el tránsito en la ciudad (por un colectivo de gran porte se estiman dos o tres unidades de vehículos transfer). Sostienen que esto encarece el servicio y le resta competitividad a la ciudad con respecto a otros destinos.

Tal como lo dijimos en la edición 437 de este semanario, la ordenanza viene “de parche en parche”. La última modificación se dio en la sesión del 6 de octubre pasado, donde se decidió suspender hasta el 31 de agosto de 2018 la disposición respecto de la longitud de los vehículos de gran porte. Es decir que, a los efectos de la aplicación de la ordenanza, se considera vehículos de gran porte aquellos que tengan más de dos ejes y sean unidades de doble piso.

Lo cierto es que la mayoría de los concejales decidió dejar todo como está. Quienes se volcaron por esa decisión fueron los ediles avilescistas Mirtha Alessio, Soledad Zacarías, Carla Livelli, Alejandra Roldán y Hugo Bustos, a los que hay que sumar los votos de Marcelo Cuevas (PRO) y Laura Orce (UPC).

Recordemos que la iniciativa presentada por el interbloque Frente Cívico/UCR (Walter Gispert, Gustavo Molina, Oscar Sequeira y Natalia Lenci), sumó sugerencias del edil Omar Ruiz (CPU) y planteaba autorizar la circulación de los colectivos por corredores específicos. Además, se pedía al Ejecutivo que gestione nuevos estacionamientos.

Asimismo se pretendía convocar a una mesa de trabajo con todos los sectores afectados para poder avanzar en una solución definitiva que contemple tanto los intereses del sector turístico como la tranquilidad y seguridad de los vecinos.

El debate se extendió casi dos horas y tuvo momentos muy calientes como los cruces que tuvo el concejal Hugo Bustos con los empresarios Rodrigo Serna y Eduardo Vallier (ver recuadro aparte).

El principal orador en defensa de las modificaciones fue el concejal Omar Ruiz, quien habló de la necesidad de que el gobierno construya consensos y acuerdos para que la aplicación de esta ordenanza sea efectiva y no genere mayores inconvenientes.

Respaldó, además, la tarea del turismo estudiantil como una de las actividades que ha permitido medianamente romper con la estacionalidad, que es uno de los desafíos principales que Villa Carlos Paz tiene como ciudad turística. “Este tipo de turismo le permite a la ciudad generar actividad económica, puestos de trabajo, generar consumo. En definitiva, lo que necesita la ciudad todo el año. Este proyecto intenta, aunque sea parcialmente, dar respuesta a una problemática que es compleja y que no la vamos a resolver con esa ordenanza solamente”, reconoció Ruiz al comienzo del debate parlamentario.

Como punto fuerte de la propuesta, el edil remarcó que no sería el Concejo el que definiría los corredores, sino que esta tarea sería competencia del Departamento Ejecutivo. “Le estamos dando al Ejecutivo la herramienta para que reglamente esa disposición. Como Concejo no tenemos la capacidad técnica para definirlos. Sí le estamos dando una orden al Ejecutivo para que fije los corredores, así las empresas de turismo pueden circular tranquilamente”.

Gispert también se expresó en defensa de los cambios. Reconoció que en marzo de este año, él votó la ordenanza de prohibición de la circulación de los colectivos de gran porte, pero admitió que la normativa “no ha podido tener éxito”. Y manifestó: “La ordenanza no se ha podido consolidar, fundamentalmente porque no se puede hacer práctico lo que se buscaba; pero además, porque el resultado que se buscaba no está”.

Como dato extraoficial dijo que por la dirección de Servicios Públicos ha aprobado “más de 500 excepciones”, es por ello que afirmó que “la ordenanza no es practicable” y que debe ser revisada.

Con el correr de los minutos y de los argumentos esgrimidos por quienes se oponían, el intercambio se fue intensificando. Los argumentos del “oficialismo duro” giraron en torno a que hace 4 años se viene trabajando en la aplicación de la ordenanza.

“No estamos en contra del turismo estudiantil, ni tampoco contra los empresarios que generan fuentes de trabajo -comenzó diciendo el concejal Bustos-, pero no podemos estar poniendo parche sobre parche. Si hace 4 semanas permitimos a los colectivos de 13 metros ingresar y hacer su trabajo, si definimos un corredor para estudiantiles, vamos a crear un caos vehicular”.

También hubo acusaciones de “oportunismo político”. En esa línea se expresó la concejala avilescista Soledad Zacarías: “Me considero una persona que estudia todos los escenarios. Y el tema de la verdad es fundamental. Se hablaron de tantas cosas y lo que nos deja el sabor amargo es el oportunismo político de algunos concejales. Y no se engañen, porque la mayoría de los empresarios saben de lo que estamos hablando”, dijo sin mencionar a qué ediles estaba haciendo referencia.

Por su parte, la concejala Laura Orce se expresó en contra del proyecto diciendo que reconoce que la ordenanza tiene que ser discutida pero que esta modalidad de “parche sobre parche” y sin un análisis integral no es la correcta. “Si quieren plantear que se trata de un problema de ahora y que requiere que votemos ya, no lo voy a hacer. Este problema viene desde hace tiempo. Sin dudas que hay que darle una respuesta a problemática, pero que sea seria y trabajada de verdad. Hay que reconocer que nosotros no hemos sido capaces de abordar la problemática, ni de planificar como corresponde”, exclamó desde su banca.       

Además, enmarcó la discusión dentro de la ruptura del bloque de Carlos Paz Unido. “Si el bloque no se hubiera roto, esto pasaba como todo lo que pasó durante cinco años”, dijo y remarcó: “No voy a tolerar que se tilde a uno o a otro de que si aprueba o no aprueba es porque está de este lado o del otro. Nadie me va a dejar ni voy a permitir quedar encasillada en una cosa o en otra a partir de mi voto. Este es un problema que afecta tanto al vecino como al sector empresario que no se abordó de la manera correcta. Esa es la realidad”.

En otro momento del debate, también se dio un fuerte cruce entre el concejal del PRO, Marcelo Cuevas, y Omar Ruiz. Es que Cuevas intentó justificar su voto negativo aludiendo a una nota ingresada por los empresarios donde plantean una serie de sugerencias.

Cuevas dijo que la propuesta de Ruiz no contemplaba esos aspectos. “Estoy de acuerdo en habilitar los pulmones de estacionamiento. La semana pasada visité junto a otros concejales el playón donde estacionan los colectivos. Creo que es un servicio que no deja de ser bueno, pero sí reconozco que hay una problemática en cuanto al traslado de los choferes, que deben tomarse una taxi para venir hasta nuestra ciudad. Creo importante que el Ejecutivo arbitre los medios necesarios para que los pulmones sean designados y los corredores también. Pero esta nota no coincidiría con el proyecto presentado por Ruiz. Entonces ¿otro parche más? Me parece que debería formase una comisión donde trabajen los vecinos, los empresarios y junto al Ejecutivo, trabajar en la sanción de una ordenanza definitiva”, dijo Cuevas. 

Acto seguido, Ruiz propuso como moción incorporar los puntos citados por Cuevas “para facilitarle el voto al concejal”. Sin embargo el edil del PRO ni siquiera acompañó esa modificación y tampoco justificó su negativa.

También es justo mencionar que el proyecto que se estaba votando incluía en su artículo tercero la creación de “una Comisión de Seguimiento de la aplicación de la presente ordenanza integrada por el Municipio, Representantes de Centros Vecinales y de las Instituciones del sector turístico”.

“No estamos votando ni la suspensión de la ordenanza ni su derogación ni le queremos cambiar el plan al gobierno. Le estamos dando una herramienta que puede ayudar al gobierno a aplicar la ordenanza, con el criterio corredores y la habilitación de espacios para que estén los vehículos. Los corredores serían con recorridos fijos. No van a circular los colectivos por toda la ciudad. No se van meter en los barrios. Son corredores establecidos”, reiteró Ruiz y subrayó: “La ciudad no necesita más conflictos. Necesita más dialogo, más entendimiento, porque esa es la manera de progresar”.

 

Otro sector que pide ser escuchado

La votación de los ediles dejó muy disconformes a los empresarios, quienes coparon el recinto a la espera de la votación y siguieron de cerca cada una de las intervenciones de los ediles.

“Acabamos de vivir una instancia que para nosotros es grave. Como dijo uno de los empresarios que más turismo estudiantil trae a esta ciudad, están jugando a la ruleta rusa con 100 mil chicos”, dijo Rodrigo Serna al terminar la sesión y remarcó: “No hay logística para que esta ordenanza esté vigente. Que el Ejecutivo ponga lugares transitorios para que los micros estacionen, no es una solución”.

Además remarcó que, “esta no es una ordenanza trabajada”. “Y tampoco nos han invitado a trabajarla. El concejal Bustos, que es el presidente de la Comisión de Turismo, nunca asistió a las reuniones a las que invitamos a todos los concejales”.

Adriana Giaccone del Hotel Argentino también se lamentó de la decisión tomada por los concejales. “Lo que estamos pidiendo no es la suspensión, sino que se trabaje sobre la reglamentación y el reordenamiento. Había que reformar algunos artículos para permitir descomprimir esta situación. Siempre mantuvimos los mismos argumentos de que no se ha tratado con tiempo. Hace mucho tiempo que les venimos pidiendo que nos escuchen y que tratemos este tema juntos”.

En la misma línea fueron las declaraciones de Alejandro Gordon de la agencia Turismo Recrear y propietario del hotel la Colina del Sol. “No están teniendo en cuenta que están poniendo en riesgo la vida de 100 mil estudiantes por un capricho y por no trabajar a conciencia”, expresó.

La legisladora del PRO y propietaria del hotel Bahía Norte, Viviana Massare, también estuvo presente en la sesión y lamentó la decisión tomada por los ediles. “Estoy decepcionada por la falta de entendimiento que tienen algunos concejales. No es solo el empresario hotelero el que se perjudica”, remarcó.

También hubo representantes vecinales, como la presidenta de barrio Costa Azul Sur, Liliana Picatto, quien calificó a la sesión de “desagradable”. “Se dejó ver mucha falta de respeto. No es lo que un ciudadano común quiere encontrar en un recinto de la democracia”, expresó.

En cuanto a la decisión tomada, la mujer valoró las expresiones de Orce en cuanto a la necesidad de plantear una solución integral. “No es un tema que tengamos que tratarlos a tontas y locas, de manera inconsulta y sin pensar en el todo”, expresó. Tal como lo dijo en otras oportunidades, Picatto reiteró que la ordenanza vigente “no ordena nada” y puso el foco en las excepciones.

Vale recordar que la ordenanza vigente no detalla cuál es el criterio para definir esas excepciones. Solo dice que, “los casos excepcionales serán debidamente autorizados por la Dirección de Servicios Públicos en forma expresa, cuando éste sea solicitado con la debida antelación”.

“Es una ordenanza que no se puede hacer lo que después se permite. Y eso pasa con el tema de las excepciones. El Ejecutivo es el que decide quien viene, quien se va y como se mueve cada uno. No podemos tener un barrio lleno de colectivos de 11 o 13 metros y de dos pisos”, dijo Picatto.

Pese a las disconformidades y las quejas de uno y otro sector, los ediles votaron por mayoría… que todo siga igual.

 

 

El cruce Bustos – Serna

Decíamos que la sesión tuvo momentos de mucha tensión y uno de ellos fue el cruce que tuvo el concejal Hugo Bustos con el empresario Rodrigo Serna. Todo se dio en el momento en que el edil estaba haciendo uso de la palabra y justificando su rechazo al proyecto. Bustos alegaba que el problema de la circulación de los colectivos generaba malestar entre los vecinos y citaba notas de distintos medios para referirse al tema.

En ese momento, Serna hizo un comentario sobre lo que estaba expresando Bustos y éste le contesta diciéndole: “¿Por qué no me lo decís en la cara, Rodrigo? ¿Por qué no me lo decís en la cara, después, solo?”.

Las expresiones del edil hicieron reaccionar a los empresarios presentes en el recinto. “¿Estos son los concejales que nos representan? ¡Matón! ¡Ñoqui!”, le gritaban al edil. “¿Con patoterismo nos representan?”, fue otra de las reacciones.

Entre los presentes estaba Eduardo Vallier, dueño del complejo Sandokan, quien días previos –y a través de las redes sociales- se había quejado del procedimiento de inspectores municipales que le prohibieron que el emprendimiento funcione en horario de la siesta. Las imágenes que se difundieron dan cuenta de que Vallier era contenido por Serna, intentando calmar los ánimos.

Tras la sesión, Bustos se refirió a lo sucedido diciendo que él estaba haciendo uso de la palabra y que era sucesivamente interrumpido por los presentes, lo cual consideró una falta de respeto. “Fue una situación tensa en la que nosotros no estamos acostumbrados a tenerla. Este Concejo ha debatido ordenanzas muy importantes y siempre en el marco del respeto. Sin ir más lejos, hasta hace muy poco tuvimos gente de la Cooperativa Integral en el recinto y siempre se manejaron desde el respeto, más allá de que hayan estado de acuerdo o no con lo que opinaba cada concejal”, dijo.

Y relató: “Yo tenía el derecho a la palabra y seguramente no gustaba lo que estaba diciendo. Y reaccionó de una manera que no tenía que ser. En mi carácter de concejal, admito mi situación y pido disculpas porque no tendría que haber actuado así. Pero a veces la situación y los caracteres nos llevan esta situación”.

Por su parte, Serna dijo que pedirá los audios y las filmaciones para analizar cómo procederá legalmente. “Desde su banca, el concejal me agrede. Lejos está de mí abroquelarme ante una agresión nefasta de un concejal que realmente no cumple sus funciones. Lo hablaré con mi abogado y veré qué acciones llevar adelante”, adelantó.

 

Nota correspondiente a la edición n° 442 del semanario La Jornada, del 13 de noviembre de 2016.

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