Cerro de la Cruz: Escenario sangriento

Andrea - Hernán - IngridEl Cerro de la Cruz se transforma, en este 2015, en el escenario donde se desatan las pasiones más oscuras del alma humana, dejando tras de sí una estela de horror y muerte.

Un excelente trabajo documental del estudio Tórtolo muestra cómo se pensó y se acondicionó en la historia carlospacense ese cerro para transformarlo en paseo turístico y dedicárselo a la fe cristiana ubicando, en su cumbre, el símbolo máximo de esa religión. “A través de los años, el cerro ha motivado leyendas, muchas de ellas casi son mitos”, dice en un momento Eldor Bertorello, en el relato de las subjetividades tejidas en torno a la montaña coronada con una cruz: paseo, vía crucis, camino deportivo, espacio de promesas.

También, alguna vez, un par de novios decidió terminar con su vida en un suicidio consensuado. La forma elegida: el veneno, un modo plácido que los dejó abrazados al pie de la cruz, una imagen de gran tristeza, distinta a los ríos de sangre que hoy ocupan los titulares de los diarios del país.

El cuerpo de Ingrid Vidosa de 25 años hallado el 25 de agosto en un sendero lateral cercano a la segunda estación del Vía Crucis de ascensión se suma a la trágica estadística que incluye a Hernán Sánchez y Andrea Castana, encontrados el 13 de marzo. Así como Ingrid, asesinada de un disparo mortal en la nuca en circunstancias que presuponen el femicidio, Andrea fue violada, estrangulada y abandonado su cuerpo desnudo en cronología bestial. Hernán, por su parte, permaneció durante meses a merced de la intemperie, sin ser buscado. En el bucólico escenario de una quebrada de profusa vegetación, se halló finalmente su cuerpo ultimado con un arma blanca luego de ser golpeado atrozmente con sospechas de tortura.

Esta última descripción ha sido aportada por la investigación llevada adelante por los peritos de parte: son sus padres, quienes siempre reclamaron por su desaparición los que hoy siguen pidiendo por el esclarecimiento de su homicidio.

Los crímenes de marzo que tuvieron como escenario el Cerro de la Cruz, ícono religioso y turístico de Villa Carlos Paz, vuelven a hacerse presentes con la muerte violenta de Ingrid Vidosa.

Cabe preguntarse por qué su asesino imaginó su crimen allí, si son las subjetividades construidas en torno a dos cruentos homicidios irresueltos y sin pistas o la soledad y oscuridad de la noche las que lo transforman en el lugar ideal para la muerte.

El cerro está mudo y accesible, mientras tanto, indefenso ante quienes depositan allí sus peores instintos.

La familia de Hernán y las amigas de Andrea, entre ellas, Nadia Corzo, hacen referencia a la necesidad de revisar los espacios públicos con una mirada más amplia que aquella que pide más policías: “Es el mismo hecho, en el mismo escenario. Nadie hizo nada para mejorar la seguridad de éste que es un paseo público, Carlos Paz está como anestesiada”.

 

Nota correspondiente a la edición n° 382 del semanario La Jornada, del 30 de agosto de 2015.

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