Luego del cuarto intermedio que ordenó el tribunal tras los alegatos, los magistrados de la Cámara 11ª del Crimen decidieron por unanimidad condenar a Gonzalo Lizarraldea la pena de prisión perpetua por el asesinato de Paola Acosta calificado por alevosía.
El tribunal también lo encontró responsable de la tentativa de homicidio contra su hija Martina con sus respectivos agravantes y el vínculo con la menor.
Uno de los aspectos más sobresalientes en la sentencia fue que no se consideró el agravante por femicidio.
La familia de Paola Acosta celebró el fallo pero aseguraron que apelarán la decisión que tomó el tribunal.
La última palabra
En sus últimas palabras antes de finalizar los alegatos, Lizarrlde había asegurado que no fue quien asesinó a Acosta y que tampoco agredió a su hija Martina.
“No asesiné a Paola y no generé ninguna lesión a mi hija”, dijo el acusado haciendo uso de sus últimas palabras.
En una larga jornada de alegatos y por más de dos horas, la defensa desplegó su estrategia para solicitar finalmente la absolución de Lizarralde.
Por su parte, el fiscal Diego Albornoz pidió la prisión perpetua. En su relato, el letrado aseguró que Paola murió degollada a manos del imputado. Al mismo tiempo que sostuvo que el padre intentó asesinar a Martina, pero la niña sobrevivió a pesar de “la voluntad del Lizarralde”.
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