Por Hernán Ibar

En exclusivo dialogamos con la jugadora que tiene el equipo de Handball Femenino de nuestra ciudad, tras un arranque que ilusiona en la “Copa Leones”.

Carolina Mavric, es una de las joyitas que tiene el equipo de Santiago Avari, ya cumpliendo su tercer año en el club carlospacense.

Siendo parte del crecimiento que han tenido en los últimos calendarios, se ilusionan con poder dar el golpe este año en el certamen cordobés.

Una historia que arrancó en El Bolsón, allí, con 10 años, Carolina, comenzó a jugar handball, una pasión que la acompaña hasta el día de hoy.

Si bien pasó por muchos deportes, como básquet o gimnasia entre otros, la extremo se definió por este amor a la pelota que viene desde hace una década acompañándola en su vida.

En su último año de secundaria no pudo jugar ya que sufrió una lesión en sus rodillas, sin embargo, no se quedó con los brazos cruzados, y con una recuperación notable pudo continuar practicando este deporte en Villa Carlos Paz.

Aprovechando que llegó a Córdoba para estudiar Comunicación Social, en su estadía por la villa serrana pasó a la Escuela de Handball Municipal, donde ahora brillan todos los fines de semana.

Con la mente puesta en seguir creciendo, Mavric se ilusiona con poder llegar a la “B”, o por qué no, con sus buenas actuaciones, esperar alguna convocatoria a la Selección Provincial.

Entregando todo cada partido, se afianza con sus compañeras, un grupo de amigas, que demuestran estar en un gran momento deportivo.

Así, Mavric, espera tener un año lleno de buenos resultados, y poder seguir creciendo junto a su gran amor, el handball, que tantas alegrías le trajo…

 

– ¿Qué análisis hacen del arranque de campeonato?

– El primer encuentro fue difícil para nosotras, veníamos sin entrenar hace tres semanas, primero por el rally y después por la lluvia que no paraba. Después ya comenzamos a disfrutar, divertirnos y sacar una linda ventaja.

 

– ¿Cuáles son las expectativas para el “Torneo Apertura”?

– Yo creo que estos partidos nos dieron la confianza que necesitábamos. Logramos unirnos y acomodarnos como equipo. Y creo que nos esperanzamos un poco, vernos terminar primeras en la tabla esta primera mitad no nos sorprendería. Creo que nos lo merecemos, venimos esforzándonos mucho, jugamos a lo que sabemos y cada día podemos un poquito más.

 

– ¿Cómo te sentís empezando otra temporada con el equipo de handball?

– Me siento genial, cada año arranco más motivada porque el grupo crece para bien. Estoy siempre ansiosa por ir a entrenar, los martes y los jueves son mis días favoritos en ese sentido.

 

– ¿Te acordás como iniciaste a jugar este deporte?

– Empecé a jugar handball de muy chica, alrededor de los 10 años en la escuela municipal de El Bolsón. Siempre fui de hacer muchos deportes, básquet, vóley, hockey, gimnasia… pasé por todo, pero el handball siempre fue constante. Mientras viví en El Bolsón siempre jugué para el mismo equipo, hasta que me lesionó las rodillas y el último año de secundaria no pude jugar. Me rompió el corazón irme de mi pueblo sin poder jugar mí último año. Pero bueno, me puse las pilas, me recuperé y arranqué acá en Carlos Paz.

 

– ¿Qué diferencia notaste cuando llegaste a Carlos Paz?

– La Escuela Municipal de El Bolsón tiene muchísimos años, ha ido a nacionales, inclusive muchas de las chicas están en la selección de la provincia. En cambio acá es todo muy nuevo, la escuelita cumple 4 años este año recién. Yo estoy hace dos, este va a ser el tercero. Pero es lindo, está bueno lograr que el club crezca, hay muchas chicas que tienen potencial y que por ahí se van a otros clubes en Córdoba porque quieren crecer como deportistas y es totalmente entendible. Pero para mí es diferente, cuando me comprometo con un equipo no me puedo ir así de la nada. Me gusta el hecho de quedarme, crecer como deportista junto con la escuela, ayudar a que crezca. No te digo que de un año para otro vamos a salir campeonas de la Liga de Honor, pero por algún lugar se arranca. Primero apuntamos a la Copa Leones, después iremos viendo.

 

– ¿Te planteás algún sueño con el handball?

– Como equipo me encantaría con las chicas poder llegar a la “B”. Como club un sueño sería conseguir un techo, un lugar propio en el que podamos entrenar. Y un sueño como jugadora sería la Selección Provincial, pero yo ya estoy grande para esas cosas y creo que con mí nivel estoy muy lejos de alcanzarlo, pero bueno, nunca se sabe. A veces con esfuerzo y mucha actitud las cosas se van dando.

 

– También estudias… ¿se hace muy complicado llevar a cabo ambas tareas durante la semana?

– No, para nada. Como no tengo trabajo y me dedico únicamente al estudio ese tiempo me alcanza y me sobra. Aparte tengo mis prioridades muy bien definidas, la facultad y el handball van a la par. El handball me ayuda mucho a relajar un poco también, quizás vengo muy tapada de estudio y salir a entrenar ayuda a despejar y a volver con las energías cambiadas. Es esa hora, hora y media en la que no pensás en otra cosa. Tenés la mente despejada y enfocada en algo que te gusta hacer.

 

– ¿Qué es lo mejor que te dio el handball hasta el momento?

– Las amistades, lejos. El grupo es genial, desde que arranqué siempre me sentí muy incluida. Mis primeras amistades en Carlos Paz fueron mis compañeras de equipo, inclusive a mí mejor amigo lo conocí gracias al handball. Y bueno, me dieron dos amigas y compañeras de lujo como lo son las “Sofis”.

 

– ¿Qué tipo de jugadora sos dentro de la cancha?

– La verdad que no sé (risas), esas cosas sabrán decirlo mis compañeras. Desde mi perspectiva creo que soy una jugadora que deja todo lo que puede y más. No me gusta irme del partido y pensar en que podría haber dado más de mí. Es todo o nada. No creo ser la más talentosa, todas tenemos nuestras fortalezas y debilidades pero le pongo mucha actitud y buena onda.

 

– ¿Cómo describirías al handball?

– Que pregunta difícil. Es un deporte para el que hay que tener mucha cabeza, como la mayoría. Pero sobre todo es muy grupal, es muy importante que el equipo se entienda, se lleve bien, se conozca. Las individualidades funcionan sólo parcialmente, de nada te sirve tener un jugador que la rompa si no tiene un equipo atrás que lo acompañe.

 

– Importante el apoyo de la familia…

– Obvio, mi familia es mi pilar. Mi mamá me apoyo siempre en todo lo que hice y hoy le toca alentarme a la distancia. Con mi hermana pasa lo mismo, pero con ella compartimos la pasión por el handball entonces nos entendemos mucho más, es diferente el apoyo que nos damos. Acá vivo con mi papá y aunque no entienda mucho de handball ni de deportes en general él me banca. Me va a ver a todos los partidos que puede, me espera con la cena después de los entrenamientos, trata de apoyarme desde donde él pueda.

 

Nota correspondiente a la edición n° 516 del semanario La Jornada, del 28 de mayo de 2018.

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