Carlos Aznárez: “Walsh fue muy claro: el intelectual, el trabajador de la cultura tiene que estar en la calle, con el pueblo”

Por Evelina Ramírez y Jorge Boido

El 7 de junio se conmemora en todo el país el día del periodista. La fecha recuerda el primer número de La Gaceta, el periódico creado en el marco de la Revolución de Mayo de 1810 para difundir las ideas libertarias e independentistas que encarnaban los revolucionarios de Mayo. Nada tiene eso de “periodismo independiente”.

Hoy, a más de 200 años de este episodio, el periodismo argentino tiene varias discusiones sin dar. Primero, la necesidad de reconocer –de una vez por todas- a los medios de comunicación como actores sociales y políticos, que trabajan con sentidos  y modifican subjetividades. Como se ha dicho más de una vez, construyen la realidad.

Y el otro tema es la situación de precarización en la que se encuentran gran parte de los trabajadores de prensa del país. Y nuestra provincia –y mucho menos, nuestra ciudad- está exenta de esta problemática, muchas veces invisibilizada.

Pero este día del periodista se vive de manera especial. Con más de 2.500 trabajadores de prensa despedidos y una treintena de medios de comunicación cerrados. Uno de ellos es el diario La Mañana de Córdoba, que la semana pasada cerró sus puertas, luego de 19 años de permanencia y dejando a 61 trabajadores en la calle.

En ese marco, la movilización que hubo el 8 de junio frente al Obelisco, convocada por las dos Federaciones nacionales de prensa (FATPren y FeTraCom) y todas las organizaciones sindicales de periodistas del país que no integran ninguna de ellas, como CiSPren y SiPreBA, adquirió característica de “histórica”. Así lo reconoció el director del periódico y programa radial Resumen Latinoamericano, Carlos Aznárez, quien fue además integrante de la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA) y del periódico de la CGT de los Argentinos, dirigidos en los 60 y 70 por Rodolfo Walsh.

Carlos Aznarez“Es saludable que la consigna de la unidad de los trabajadores haya llegado al gremio de la prensa”, reconoció.

“Es realmente interesante que el gremio de prensa se esté moviendo, en el sentido de salir a la calle para responder todos estos atropellos que está cometiendo el gobierno de Mauricio Macri. Ayer (por el miércoles) fue una movilización importante, de características nacionales. Había muchos adherentes al SIPREBA  (Sindicato de prensa de Buenos Aires), que es el que ha desplazado totalmente a la UTBA (Unión de Trabajadores de Prensa) por su inmovilidad. El SIPREBA ha venido ocupando espacios fuertemente en las comisiones internas de cada una de las empresas. También estaban los compañeros y compañeras del interior de Salta, Tucumán, Córdoba.

El problema atañe a todo el país. Evidentemente estamos frente a un gobierno que no sólo despide, generando el terror de lo que provoca un despido (tanto para los afectados como para los que no). Es un terror de ida y vuelta que paraliza a mucha gente. A esto se suma que también hay un planteo de discurso único, al ir cerrando medios de comunicación que tienen un planteo diferente al que quiere expresar el gobierno. La guinda de esta torta es el anuncio sobre la salida de TeleSUR en la grilla de la TDA.

Este es un plan que evidentemente busca silenciar las voces críticas, además de dejar sin trabajo a una buena cantidad de gente. Estamos hablando de 2.500 despidos y se anuncian más. Y esto atañe no sólo a periodistas, sino que abarca al gremio gráfico y a todo tipo de trabajador de prensa”, afirmó.

 

– Detrás de cada puesto de trabajo en prensa que se pierde, también se afecta el derecho a la información. ¿Cuál es su opinión en ese sentido?

– A lo que apunta todo esto es a eso: silenciar, disciplinar. Generar la idea de que todo lo que se había hecho antes está mal y hay que tirarlo por la borda. En ese sentido, hay que darle cada vez más apoyo a los medios hegemónicos. Tanto apoyo publicitario como generarle la posibilidad de que estén en la primera línea de la información desinformada. O sea, tratar de generar a través de Infobae, La Nación, Clarín la impronta de que esos son los medios que hay que leer o que esos son los canales que hay que ver.

Cada vez le dan más manija a tipos como Tinelli. Vamos hacia una completa bastardización del discurso informativo. Y a través de esa impronta se busca generar disciplina en los que no estén de acuerdo con eso. Para desafiar, primero hay que tener clara conciencia de que si no lo hacés, si no salís a la calle a defender tus derechos, te van a apretar igual y peor.

La otra es que se busca generar en la población que todo anda fantástico y que te comas esa pastillita que te está dando envenenada el discurso del gobierno.

 

– ¿Se sabe cuántos son los trabajadores de prensa afectados a los despidos y cuántos medios se han cerrado en estos últimos meses? 

– La cifra de trabajadores oscila entre los 2400 y 2500 compañeros despedidos. Y los medios ya son una treintena en todo el país. Hay muchos medios alternativos que también estaban recibiendo una pauta publicitaria del Estado. Una sola pauta. Y ya no teniéndola, porque todo eso se cortó radicalmente en noviembre, esos medios cierran.

Nosotros mismos estamos navegando contra la corriente en Resumen Latinoamericano, porque la edición impresa es un parto sacarla. El papel es oro. Las imprentan aumentan cada vez más los precios y esto está generando que algunos medios gráficos estén cerrando también y dejando a la gente en la calle. Otros medios, que son autogestionados, también cierran porque no pueden aguantar esta embestida.

Esto no es un tema baladí. Es un tema que implica política. Para aplicar un plan regional de derecha y del imperio contra los países que tenían gobiernos pseudoprogresistas, progresistas o revolucionarios –como quieran llamarles- hay que aplicar silencio informativo. En ese sentido, cuentan con los aliados, que son los medios tradicionales, y sacar del medio a los que, de alguna manera, tienen un discurso objetivo y diferente al que plantea el gobierno.

 

– Teniendo en cuenta que muy pocas veces se ve que los trabajadores de prensa salen a expresar públicamente su situación de precarización y que hay asambleas de trabajadores de grandes medios como Clarín, Página 12, La Nación que están denunciando la no recomposición salarial, la movilización de los trabajadores de prensa en el Obelisco ¿fue histórica?

– Sí. Creo que ya hay dos o tres que son históricas. Porque la anterior también fue muy importante. Lo que pasa es que la de ayer (por el miércoles) tiene una característica especial, que es que fue nacional. Es interesante también por lo que significa el intercambio en la propia movilización. Los compañeros de Córdoba se pusieron en contacto con los de Tucumán, y los de Tucumán con Buenos Aires. Todos se dan cuenta que están atravesando por lo mismo. Que están en la misma tragedia. Fue numerosísimo.

Fue un gremio que históricamente tuvo sus altas y sus bajas. Hubo momentos en los que el gremio de prensa estaba a la cabeza de las luchas y esto le costó 80 desaparecidos y muchos encarcelados y exiliados. Esto con respecto a lo que pasó en los 70.

Después hubo una idea de que es un gremio que tiene características elitistas, que no se junta con los otros trabajadores. Pero lo de ayer (miércoles) eran trabajadores de prensa, comunicadores, gente de todas las especialidades de la actividad que estaban en la calle, y esto es muy bueno. Y la consigna era “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode, se jode”.

Esa es una consigna que abarca a gremios de la producción y ha llegado al gremio de la prensa y esto es saludable.

 

– En el Página 12 del domingo pasado salió un cuadro de Guillermo Mackin, que es investigador en el Centro Latinoamericano de la Universidad de Cambridge, que en un gráfico muestra los resultados de los primeros cuatro meses de gestión de Macri y comparó abril de 2016 con abril de 2015. Allí se ve que el nivel de actividad cayó el 4,9 %, el consumo el 6,6 % (CAME), las exportaciones el 8 % (consultora ABECEB), la industria el 6,7 % (INDEC); la producción de las pequeñas y medianas industrias el 4,7 % (CAME), la construcción, el 24% (INDEC), el salario real de los trabajadores registrados 11 % (cálculo del propio Makin); el gasto público real, 23 % (según estimación de Analytica). Lo único que sube en este cuadro es la inflación, que creció el 7,2 por ciento (estudio Bein) y la terrible ganancia de los bancos, que en el primer trimestre de este año creció un 62,7 % según el Banco Central. Es una foto lapidaria del país y que, obviamente, necesita un trabajador de prensa dispuesto a batallar informativamente esta realidad que intenta silenciarse…

– Hay una cantidad enorme de cosas que están pasando que si no fuera por algunas agencias y medios alternativos que están siguiendo estos temas, no nos enteramos. Ayer mismo hubo una ofensiva represiva contra una fábrica recuperada. Los echaron gases y postazos de balas de goma. Si esto no lo cubrieran algunos medios alternativos, esto tampoco se sabe.

Esto está marcando un momento en el que tenemos que ponernos espalda con espalda y empezar a dar respuestas informativas, análisis y generar conciencia de que esta gente no vino para quedarse cuatro días, como piensan ingenuamente algunos sectores de la politiquería. Están pensando en lo electoral y no se dan cuenta que el país está devastándose día a día y creen que esto se soluciona con una banca más o una banca menos. Ahí están los diputados transando y trenzando como los hemos visto en estos días.

Esto viene para quedarse. Es un plan regional. Brasil y Argentina están en manos de Estados Unidos. Es así y hay que decirlo así. Por eso hoy se anuncia la entrada de Argentina al Tratado del Pacifico. Ellos van cumpliendo el libreto. Son alumnos muy prolijamente preparados para hacer esto. Si fallaran, está (Sergio) Massa. Si fallara Massa, estará otro. Estados Unidos no está dispuesto a soltar un país que le costó conquistarlo.

Hay que prepararse para resistir en la calle. No hay alternativa. Nuestro lugar de permanencia hoy, es la calle. Y ahí veremos lo que vamos generando, tirando respuestas en cada una de las ofensivas. Ahora, hay que tener claro que no será fácil. Esta historia de que en cuatro años se va, no es tan fácil. Ellos prepararon esto con mucha sapiencia y mucho dinero. Invirtieron en cooptar políticos, en cooptar conciencias y ahora vienen a silenciarnos. En cada una de las especificidades, habrá que responder como podamos.

 

– Decíamos que esta marcha de los trabajadores de prensa se da en la semana del día del periodista. Y pareciera que esta fecha ha perdido de vista su propio origen. Porque se conmemora por el lanzamiento de La Gaceta, de Mariano Moreno…

– Nosotros lo recordamos por Rodolfo Walsh. Walsh le ganó a Moreno…

 

– Ese intento revolucionario del 25 de Mayo planteó a necesidad de una herramienta informativa. Quizás el escenario que tiene Argentina hoy requiere de herramientas informativas distintas. En eso Walsh sí tiene el andar, nos pone un norte. Hace poco leíamos una frase de Walsh sobre el Cordobazo que decía: “Cuando 40 mil hombres y mujeres salen a la calle, como en Córdoba, un héroe es cualquiera. Los hechos de estos días son los que importan. Pero más que escribirlos, hay que producirlos”. Me parece que esto tiene que ver con lo que plantea de estar en la calle…

– Por eso. Son tiempos de teorizar lo que haya que teorizar; pero también de accionar. En ese sentido, Walsh fue muy claro: el intelectual, el trabajador de la cultura tiene que estar en la calle y mezclarse con el pueblo. Y allí es donde se llevan las grandes acciones que pueden servir a futuro. Lo que hagamos en estos difíciles días para América Latina, se verán los resultados años después.

 

60 años de los fusilamientos que dieron origen a una joya del periodismo de investigación: “Operación Masacre”

Operación Masacre“Hay un fusilado que vive”. Esa fue la frase que le llegó a Rodolfo Walsh a fines de 1956 en un café de La Plata donde jugaba al ajedrez. Esa fue la punta del ovillo que con tenacidad, paciencia y profundo compromiso con la verdad, Walsh logró esclarecer.

El 9 de junio de 1956 en los basurales de José León Suárez (Buenos Aires) se dio lugar a la masacre clandestina contra 12 personas, en el marco del levantamiento del general Juan José Valle y Raúl Tanco contra la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu.

Cinco fueron asesinados: Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Carlos Alberto Lizaso, Mario Brión y Vicente Damian Rodríguez. Los que sobrevivieron para contarlo fueron Julio Troxler (jefe de Policía de la provincia de Buenos Aires, en 1973 y asesinado en 1974 por la Triple A), Juan Carlos Livraga, Horacio Di Chiano, Miguel AngelGiunta, Rogelio Díaz, Norberto Gavino, y Reinaldo Benavídez.

La investigación de Walsh reveló, primero, la existencia de los sobrevivientes y luego la clandestinidad en la que se cometieron estos crímenes, puesto que la orden de fusilamiento se dio antes de la puesta en vigencia de la ley marcial.

La investigación también reveló que no todos los detenidos eran militantes peronistas. Varios de ellos se encontraban reunidos en la casa donde se procedióa la detención para escuchar la transmisión por radio de una pelea de boxeo.

El levantamiento del general Valle se da en el marco del movimiento de la resistencia peronista a la dictadura de Aramburu. En la tercera edición del Operación Masacre, Walsh escribe que la figura de Valle “crecerá justicieramente en la memoria del pueblo, junto con la convicción de que el triunfo de su movimiento hubiera ahorrado al país la vergonzosa etapa que le siguió”.

Valle fue asesinado el 12 de junio, pasadas las 22, en la Penitenciaría ubicada en la calle Las Heras, sin que medie una orden de ejecución escrita. Por su parte, Tanco se refugió en la embajada de Haití, pero el coronel Domingo Cuaranta irrumpió en la delegación diplomática y lo secuestró a punta de pistola.

“Los compañeros que en ese momento se levantaron hay que homenajearlos, no solo un día sino todos los días. No era poca cosa levantarse contra un régimen como era el de la Revolución Fusiladora que había venido a masacrar y a tirar abajo todo lo que el peronismo, con sus idas y vueltas, errores y aciertos, había construido. Pero evidentemente, era lo mejor que podía pasarle a Argentina en esa época.

“La heroicidad que demostraron esos compañeros, que eran humildes trabajadores que estaban dispuestos a resistir, hay que rendirles un homenaje muy importante. Eso generó esta obra maestra de Rodolfo, que es la obra maestra del periodismo de investigación. Un hombre que saca en momentos difíciles y con mucho discurso único, logra generar un reportaje de excepcionalidad que ha recorrido el tiempo y que sigue teniendo vigencia.

“Esa es la línea: ir a buscar la información, incluso en los tiempos más difíciles. En los tiempos en los que todo indicaría que vas a tener miles de escollos para encontrar la verdad. No quedarse frente a la computadora, cómodamente sentado y que te la cuenten otros. Y encima, que te la cuenten mal”, remarcó Aznárez.

 

Tras 19 años y dejando a 61 trabajadores en la calle, cerró el diario La Mañana de Córdoba

La Mañana (1)Sintomático de lo que está pasando, pero con sus particularidades. En la semana donde se conmemoraba el Día del Periodista, el diario La Mañana de Córdoba cerró sus puertas. Y lo hizo dejando un total descalabro: 61 trabajadores en la calle a los que se les debe dos meses de salarios completos (abril y mayo) y un 80 % del mes de marzo, 4200 pesos como monto compensatorio de las paritarias del año pasado. Además, hace más de nueve meses que no se abona a la obra social y tampoco se cumple los aportes obligatorios por Ley.

“Los señores Gerardo Raúl Varetto y Eduardo Varetto, una cadena de testaferros y prestanombres del poder político se encargaron de que esto terminara así. No conformes con eso, extorsionan a los trabajadores que quieren continuar mediante una cooperativa a intercambiar las deudas por la marca y el dominio web. Como siempre ‘timbeando’ el dinero de los trabajadores. CERRÓ UNA ETAPA DE LA MAÑANA DE CÓRDOBA, la que conocieron todos, con sus virtudes y defectos. Si nuestra lucha dá sus frutos, comenzará otra de la que todos estaremos orgullosos ¡Hasta la próxima y mejor edición!”, escribieron sus trabajadores.

Vale mencionar que el pasado lunes 30 de mayo, los trabajadores realizaron una presentación judicial ante el fiscal federal Gustavo Vidal Lascano para denunciar “la retención indebida de aportes jubilatorios y obras sociales”.

En la presentación, también solicitaron que se investigue el “presunto vaciamiento” teniendo en cuenta que se han llevado los bienes muebles donde funcionaba la redacción.

A raíz de la situación, los trabajadores han decidido conformar una cooperativa de trabajo. Y una de las primeras acciones que hicieron es hacer guardia en la redacción para evitar que se sigan llevando sus herramientas de trabajo. “Estuvimos durante una semana, día y noche haciendo guardia en la vereda de Maipú 51 para que no se lleven lo que pueden ser nuestras herramientas de trabajo. Es lo único que nos queda”, expresó a VillaNos Radio 100.7 Griselda Gómez, periodista del diario.

Desde La Jornada lamentamos profundamente lo que ha pasado y nos solidarizamos con los trabajadores y sus familias. El cierre de un medio de comunicación no solo es un perjuicio para los trabajadores de prensa, sino también para la democracia.

 

Nota correspondiente a la edición n° 420 del semanario La Jornada, del 12 de junio de 2015.

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