Balnearios de Villa Carlos Paz: quién cobra, quién gana, quién limpia

Por Valeria Flesia

Tapa_402_la_jornada_31-01-16Días pasados se pudo ver en diferentes medios cordobeses que replicaron lo expuesto por el sitio web de Canal 12, una serie de fotografías enviadas por usuarios del balneario Playas de Oro de Villa Carlos Paz.

En las imágenes podía observarse a turistas haciendo uso del conjunto de asadores, mesas y bancos rentados en nombre de la municipalidad en medio de un basural sin precedentes donde destacaban bolsas plásticas, restos de comida, latas y papeles sucios en los rincones. Las fotos, según los autores, habían sido tomadas en horas del mediodía de una jornada de enero del 2016 y provocaron un sinfín de manifestaciones de visitantes del balneario a favor y en contra en cuanto a quién ocasiona tal acumulación de desperdicios y quién debería limpiarlo teniendo en cuenta que para el uso de dichos espacios se paga.

Las fotos publicadas provocaron que asistentes a otros balnearios también ilustraran sus vivencias con imágenes ya que, según cuentan, la situación en ciertas horas del día, es la misma.

La anécdota puso sobre el tapete las responsabilidades en cuanto a la limpieza de los balnearios de la ciudad, cuestión que no es la primera vez que salta a las primeras planas y que ha sido debatida profusamente a lo largo del tiempo tratando de encontrar un sistema logístico con mayor efectividad.

Entre las innovaciones propuestas por el actual gobierno municipal está la creación de la Comisión Interbalnearia, un organismo multidisciplinar a cargo de los diferentes espacios recreativos. El accionar de esta Comisión tiene injerencia en cuestiones organizativas, operativas y administrativas quitando responsabilidades especialmente a los Centros Vecinales con costas balnearias que participan pero no deciden solos. Según un funcionario, en la época de su sanción, “se dejaba de darle la espalda al río”.

A fines del 2012, el Concejo de Representantes aprobó la Ordenanza 5630, la cual daba forma a una «Comisión de Administración y Control de Balnearios» que, de acuerdo con la normativa, se encarga de la «explotación, mejoramiento y mantenimiento» de las riberas y se compone de delegados de las secretarías de Gobierno y Turismo, la Dirección de Planeamiento Urbano Ambiental, el Coordinador de Políticas Vecinales y tres dirigentes barriales que sean colindantes. Luego, mediante la Ordenanza 5841 votada por el Concejo de Representantes en enero del 2014, se modificó aquella derogando artículos y modificando otros. Las modificaciones estuvieron referidas casi en su totalidad a la relación (o no relación) que se establece entre la municipalidad y los trabajadores que asumen funciones efectivas dentro de los espacios de servicios que brindan los balnearios dando a esa relación un carácter absolutamente ocasional con fijación de deberes y el sólo derecho de explotación compartida. El artículo 11 bis, por ejemplo, uno de los incorporados en esta revisión del 2014 indica en su punto d: “No tendrán ninguna relación de dependencia laboral con la Municipalidad de Villa Carlos Paz y tendrán la exclusividad de la venta de las tarjetas en los lugares de la vía pública que la autoridad de aplicación así lo determine en la reglamentación. El hecho de ser permisionario no le otorga a éstos derecho de ninguna naturaleza y su permiso puede ser revocado sin aviso previo y sin ninguna indemnización”.

Los permisionarios, tanto los que se encargan del estacionamiento como a los que alquilan asadores, mesas y sillas en nombre de la municipalidad están relacionados íntimamente con la limpieza ya sea como una tarea que los implica en forma directa o de manera tangencial además de ser la cara de la ciudad en la relación con el visitante. Esta cuestión, sin embargo, no figura en ninguna Ordenanza.

 

La palabra de los trabajadores

Sin dar nombres y respetando a rajatabla la palabra de los mismos trabajadores que mostraron diferentes actitudes a la hora de hablar de su trabajo y habiendo recorrido los balnearios del Fantasio, Playas de Oro y El Diquecito, pueden enumerarse algunas regularidades que dan forma a la labor.

Es importante destacar que durante la recorrida realizada por este medio no se detectó acumulación de basura siendo que era prácticamente la misma hora en que fueron sacadas las fotos de referencia. Se percibió, por otra parte, que en algunos balnearios hay muchos cestos de residuos y en otros muy pocos y con muy escasa capacidad receptiva. En la mitad de los casos los cestos se presentaban sin bolsita siendo que la rejilla que le sirve de fondo no contiene los residuos y estos tienden a “pasar de largo” y desparramarse.

Tampoco se detectaron carteles preventivos y explicativos que indiquen al turista cómo y dónde debe arrojar sus residuos, lo cual, aunque parezca redundante no lo es tanto en cuanto a que arrecian las quejas sobre la falta de educación ecológica y la educación no aparece sola, hay que motivar, insistir y mostrar el camino.

Uno de los permisionarios de estacionamiento indicó que, además de su tarea de ordenamiento del tránsito en la calle: “Cuando llega la tarde hacemos la recorrida por nuestro sector en la zona de playa, recolectamos la basura que está suelta y ayudamos a embolsar para cuando pasa la recolección gruesa”. Consultado acerca de porqué realizaba un trabajo que no le correspondía y que no estaba contemplado en la Ordenanza como uno de sus “deberes” ya que para eso había otro personal, indicó: “hay que hacer de todo para conservar el puesto, si hay que ayudar ayudamos y a veces no hay otro que lo haga”.

En cuanto a la remuneración que perciben por su tarea, los permisionarios de tránsito en balnearios cuentan con el mismo sistema del estacionamiento general: cobran por dejar el auto en vía pública con un sistema de tarjetas que provee la municipalidad sobre el que accede a un porcentaje del 40%. La tarifa en los balnearios es de $ 35 por estadía que puede ser del día completo con lo que el permisionario estaría cobrando $ 14 por vehículo en un cálculo fluctuante entre la cantidad de gente que visita el balneario, el clima, el recambio, el espacio que se le haya asignado y otras variables demasiado variables.

Las personas que limpian los baños, por su parte, aportaron diferentes perspectivas. En un caso, una de ellas se manifestó muy agradecida por la oportunidad de poder trabajar ya que tiene un hijo discapacitado que necesita un implemento ortopédico muy caro y necesario al que puede “arrimar” con lo que recaude en su labor. La recaudación que realizan las personas a cargo de los baños es completamente para ellas pero deben hacerse cargo de los elementos de desinfección, limpieza y protección personal a su total cuenta. Las trabajadoras a cargo de los sanitarios permanecen en el balneario desde las 9 de la mañana hasta las 18 hs. por lo menos, a veces más y trabajan de lunes a lunes si el tiempo es bueno. Su descanso diario sólo se da en caso de lluvia torrencial cuando no hay gente en el balneario que pueda utilizar el sanitario. Cuánto significa el cobro de los baños también suscitó algunas divergencias ya que en, por lo menos, un balneario muy importante el uso del baño está rentado en 3 pesos para todo el mundo y, en otros, no hay cartel de cobro y, según se deslizó, se le pide a la gente que colabore con lo que tenga aunque pareció que el límite hacia abajo era de tres pesos.

En los lugares que no hay sanitarios públicos y tampoco hay barcitos o restaurantes que puedan estar rentando sus baños caso Playas de Oro, como en El Diquecito, la Comisión Interbalnearia ha previsto baños químicos comunes y para discapacitados. Se pudieron contabilizar cinco baños con el mismo régimen de limpieza anteriormente descripto: una persona a cargo que cobra el uso y  provee papel higiénico y elementos necesarios. Según indicaron los permisionarios consultados tienen un supervisor que “de vez en cuando” controla que se esté realizando la labor correspondiente y se esté ofreciendo el servicio ya que cada una de estas personas tienen un carné que los identifica como delegados de la municipalidad para la realización de esta labor. La tarea de supervisión está a cargo de la Comisión Interbalnearia aunque no la selección de los permisionarios y habilitación de los mismos.

Según explica Sandra Bohn, presidente del Centro Vecinal Villa del Lago e integrante de la Comisión Interbalnearia como vecinalista “con costa al río”, “aquellas personas que quieren trabajar en los balnearios como permisionarios durante el verano son primero aspirantes, se inscriben en la municipalidad, en la coordinación de Estacionamiento Controlado que dirige Roberto Robledo y luego se les va dando el alta de acuerdo a las necesidades. En el caso de El Diquecito fue bastante difícil conseguir gente que quiera venir a trabajar porque les queda lejos y tienen que hacerse cargo de su transporte, no sé cómo habrá sido para los otros balnearios”.

“También desde el Centro Vecinal se puede aportar algunos nombres del barrio pero se trataba de evitar suspicacias en torno al nombramiento de familiares”, indicó la vecinalista. Sin embargo, la Ordenanza prevé que los primeros aportes de posibles personas para acceder a los permisos sean vecinos de los barrios que estén sin trabajo y que, por otra parte, no verían mermado su ingreso por el pago de transporte además de poder cumplir de manera más regular con su tarea por estar cerca teniendo en cuenta que se trata de una tarea diaria de más de 10 horas sin descanso desde el 1 de diciembre hasta después de Semana Santa el año siguiente.

En el caso de las personas que se hacen cargo de asadores, mesas y bancos presentes en El Fantasio, en Playas de Oro y Sol y Río, en su mayoría mujeres, su tarea es la administración de cada uno de estos cubículos que implica un asador con mesa y bancos y la manutención del lugar con su respectiva limpieza. Es decir, el lugar que se alquila al turista para hacer su asado y comérselo debe estar limpio y en condiciones de uso: si tiene bachita con canilla debe estar en funcionamiento, contar con la parrilla, etc. En diálogo con una de las permisionarias, relató cuáles son las demandas de su trabajo: “Por cada asador con mesa y bancos le cobramos al turista $ 45 la estadía, de ese monto nos quedan $18 pesos para nosotros. Tenemos asignado cada una un sector de asadores que tenemos que mantener limpio. Mientras están los turistas ahí no podemos pasar limpiando porque todo está muy junto, se va limpiando y juntando en la medida en que se van y lo vamos acumulando para que después lo pasen a buscar. En general es tranquilo, a veces hay algunas quejas por cosas que están rotas y nadie arregla como por ejemplo las canillas, el otro día un turista nos dijo que le demos los elementos, la canilla y el cuerito que él lo arreglaba porque no representaba un gran problema. Todo el material de limpieza lo tenemos que proveer nosotros, desinfectante, guantes, bolsas de residuos, todo. En los basureros comunes a veces ponen bolsas y a veces no, traigo de mi casa porque los turistas no traen”, explicó.

Una de las cuestiones que destacó para mejorar es el tema de las supervisiones: “Nos han puesto personas que no tienen carácter o que no tienen ninguna experiencia en este trabajo y para manejar estos lugares hay que tenerlos. A veces vienen chicas nuevas que no quieren limpiar y para no pelear nos mandan a limpiar a los mismos dejándoles a ellas que sólo cobren y se aprovechen sacándoles los asadores a los que ya los estaban trabajando, o sea, mientras yo limpio acá, ellas cobran allá, lo que pasa es que por la limpieza no cobramos, nuestra ganancia es sólo las ventas de las tarjetas para el alquiler”, contó.

Estos permisionarios, en particular, compran sus talonarios de tarjetas para el alquiler por anticipado al 60% de su valor y luego lo venden a los turistas sumándole el 40% que va a ser su ganancia y recuperando su inversión.

De esta manera, el ingreso de dinero por el alquiler de asadores ya está asegurado para el municipio y el riesgo de vender o no vender lo está corriendo el permisionario. Por otra parte, si un permisionario se queda eventualmente sin tarjeta no puede alquilar hasta que vuelva a hacer su compra y debe ceder la venta a otro que cuente con el comprobante. “Yo hice una compra hace unos días de tres talonarios, gasté como 8 mil pesos que eran la recaudación de los días anteriores, espero que la gente venga para poderlos recuperar y ganar algo. Compramos también unos cuantos porque tenemos que ir a la municipalidad, tuve que levantarme a las 6 de la mañana para poder estar apenas abran porque si no estás en horario acá también te pueden sacar el lugar o sancionarte, en eso tengo que quejarme porque nos queda muy lejos, muy a trasmano para comprar, volver, andar con la plata y tener que venir a trabajar. La Comisión tendría que tener una base más cerca o acá en el balneario que facilite un poco las cosas ya que los que trabajamos somos nosotros”, se lamentó.

El trabajo directo con los turistas en los balnearios, en resumen, está en manos de los permisionarios que pertenecen a los barrios las menos de las veces, que son elegidos de acuerdo a criterios discrecionales según sus mismos testimonios y que, de su bolsillo, deben correr con los gastos de los elementos de limpieza para el mantenimiento de sus sectores lo que llama la atención teniendo en cuenta que la Ordenanza prevé en su artículo  15º un fondo fijo “a los fines de asegurar el funcionamiento de los balnearios habilitados”,  “cuyo monto será establecido por la Comisión Administrativa y cuya administración será responsabilidad del Administrador Contable del Centro Operativo”, “Con dicho Fondo Fijo se afrontará el pago de todas las necesidades que el Supervisor Municipal requiera, según relevamiento de cada Balneario”.

Los artículos de limpieza y de seguridad e higiene para los trabajadores, por ejemplo guantes para aquellos que deben manipular basura y otras fuentes infecciosas, así como las bolsas para la recolección como la reparación de elementos que se rompen debería estar dentro de las “necesidades de cada Balneario” y no sobre las espaldas de trabajadores sin ninguna cobertura que respalde su tarea y a quienes después puede responsabilizarse por “deberes” no cumplidos.

 

Comisión Interbalnearia y vecinos

En la segunda línea de las tareas de limpieza se encuentra la recolección que realiza la empresa Cotreco y las cuadrillas municipales que recorren los balnearios en zona de playas y espacios comunes. Desde la Comisión Interbalnearia, Sandra Bohn explica: “Este año vemos una cantidad de basura inusitada a pesar de que no tenemos tantos visitantes, no se usan los cestos desde temprano. La cuadrilla limpia y se recolecta entre las 5 y las 7 de la mañana y ahora se está haciendo un extra a las 19 horas porque tenés todo rebalsado, se hace bien temprano antes de que los turistas estén sobre el río. También se han hecho trabajos de desmonte y de limpieza de acuerdo al clima y los avances del río. En El Diquecito, por ejemplo, ahora está trabajando la máquina desmontando y alisando una zona que se llenaba de pozos de agua en mal estado por el tema del dengue”. La vecina también destaca como logros de la Comisión el servicio de seguro con el que cuentan todos los balnearios que permitió, por ejemplo, cubrir la rotura del vehículo de un turista sobre el que cayó la rama de un auto, y la compra de muchos elementos nuevos para los guardavidas: “Se hizo una compra importante de torpedos, salvavidas, sogas, se amplió la torre de El Fantasio, se terminaron las rampas para discapacitados en Las Ensenadas, se pagan los baños químicos en balnearios que no tienen baños y se está habilitando un corredor de luces entre calle París y el Parque Estancia la Quinta”, destacó.

La visión de la dirigente vecinal es positiva en cuanto a que se centraliza el trabajo sobre balnearios en cuanto a la logística e inversión.

Por otro lado, vecinos de Playas de Oro cuyo Centro Vecinal está pasando por un complejo proceso normalizador, insisten en que no se ve inversión de las pingües ganancias que significan los alquileres de servicios sobre el río. Gustavo Alvarez, integrante de la comisión normalizadora recientemente nombrada aseveró: “Hemos sufrido distintas administraciones del Centro Vecinal que, sin entrar en nombres, han avanzado para luego retroceder a no tener nada. Hoy nos encontramos con más de 70 mil pesos de deuda en impuestos sobre la sede, no estamos alquilando nuestro estacionamiento, baños ni asadores y de todo lo que alquila la municipalidad que son 50 asadores, por lo menos, más estacionamiento, tampoco se ven avances que vuelvan al barrio en pavimento, luminarias y tantas cosas que necesitan los vecinos”.

Consultado sobre la Comisión Interbalnearia indicó que nunca fueron invitados a participar por lo que no sabe cómo se invierten las ganancias.

 

Nota correspondiente a la edición n° 402 del semanario La Jornada, del 31 de enero de 2015.

1 COMMENT

  1. SRES DE LA JORNADA DEBEN RECONOCER EN UNA NOTA DE REDACCION QUE ESTE GOBIERNO ES TAN PROGRESISTA E INNOVADOR QUE HACE COSAS QUE DESDE HACE 50 AÑOS NO SE HICIERON —DEJAR TODO LIBRADO AL AZAR –DESDE LA BASURA EL AGUA, EL GAS, LOS MOSQUITOS, LAS RATAS, LOS BACHES Y .. LOS INUTILES — GRACIAS POR HACER LO QUE NADIE HACE .. VER Y HACER VER —

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