Por Raúl A. Bonadero
El nepotismo es un mal que aqueja la civilización desde el origen de los tiempos. El creciente personalismo en todos los gobiernos hace más visible esta expresión del egoísmo humano. La reciente disposición del Presidente Macri podría frenar, quizá en pequeño porcentaje, tan difundida dificultad.. Yo no puedo juzgar la intención de la medida; puede ser una simple jugada demagógica o no. Pero, aunque no tengo ninguna simpatía ni sintonía con los gobiernos, como el actual, que incrementan la injusticia distributiva y social en general, es justo reconocer que el decreto en cuestión puede ser saludable.
Viene a mi memoria una anécdota referida por mi padre que fue funcionario en el gobierno provincial del Dr. Amadeo Sabattini. Un familiar de Don Amadeo, creo que era sobrino, fue designado empleado en un ministerio de la provincia. Por tal motivo, el gobernador Sabattini lo llamó y le dijo: “mientras yo sea gobernador no puede haber en el gobierno dos sabattinis, y por el momento yo no voy a renunciar, de modo que tú lo tendrás que hacer”.
Es hora de que aprendamos a juzgar los hechos objetivamente, sin dejarnos llevar por fanatismos en uno u otro sentido. Sé que las pequeñas cosas no cambian el mundo pero pueden, poco a poco, llevarnos por mejores caminos.
(*) Exconcejal y exconvencional constituyente de Villa Carlos Paz. Integrante del partido Participación y Cambio.
Nota correspondiente a la edición n° 500 del semanario La Jornada, del 05 de febrero de 2017.
