Por Hernán Ibar
Este sábado finalizó el año para el Mini Básquet del Sportivo Bolívar, y como todas las temporadas el cuerpo técnico de los más pequeños realizó un balance de lo que fue el calendario en la Asociación Cordobesa.
Por segunda vez consecutiva, el club carlospacense logró meterse en la “Copa de Oro” con los mejores equipos de la provincia.
Corría el 2010 cuando comenzó la historia… Aldo Rodríguez, quien era base del Sportivo Bolívar, daba sus primeros pasos como DT del Mini Básquet.
Si bien le llevó una etapa de adaptación con todas las categorías, en el 2014 esta película iba a incorporar a otro actor más… Sabiendo la relación que tenían fuera de la cancha, y por su conocimiento dentro del deporte, Rodríguez no dudo en llamar a su amigo, Fran Boiero, para que se sume al cuerpo técnico y emprendan juntos el camino de “profes” en el básquet de la ciudad.
Así fue como la dupla técnica arrancaba a tener rodaje en el asociativo y provincial pero ojo, siempre dando la prioridad para que los más chicos disfruten del deporte, se diviertan y puedan sacarles una sonrisa sea cual sea el resultado.
Aldo tiene 27 años y Pancho 23, hoy realizan sus prácticas del Mini Básquet en el barrio Villa Domínguez durante toda la semana con más de 60 chicos a cargo, siendo los ejemplos a seguir que tienen sus jugadores…
Además han sumado a Iván “Pampa” Oduyer dentro de su staff, dándole la importancia necesaria al físico de cada persona.
Apasionados por el club, los entrenadores del Mini, luego de su entrenamiento, se quedan en el “Alfredo Alí” a ver los partidos de los más grandes. En su caso personal, Rodríguez cumplió su segunda temporada como asistente técnico de Martín “Polo” López, actual entrenador del plantel profesional.
De perfil bajo, siempre con una sonrisa y dispuestos a hablar con quien se le acerque, la dupla técnica Rodríguez-Boiero cumple con todos los requisitos para que los más chicos aprendan de este deporte y además se vayan contentos del club.
Dos entrenadores distintos, que no sueñan con dirigir la Primera División pero hoy tienen otro objetivo: enseñar a los que recién comienzan en la disciplina que se puede ganar pero también muchas veces perder, sin embargo lo más importante es que se diviertan y disfruten de hacer deporte.
– ¿Cuál es el balance de la temporada en el Mini Basquet?
– Aldo Rodríguez: El balance es positivo, por suerte clasificamos a la Copa de Oro donde tuvimos partidos con un nivel bastante bueno, en canchas más lindas, jugamos con equipos tales como Atenas, Instituto, Poeta Lugones… Siempre para adelante, un buen número de chicos se sumaron en el año.
– Otro año que pasa y siempre poniendo a los “Mini” de Bolívar en lo más alto del básquet cordobés…
– Fran Boiero: Sí, la verdad que fue un gran año para nosotros. La cantidad de chicos se mantuvo durante todo el calendario, eso es lo más importante, sacando de lado el resultado, logramos mantener la convocatoria de chicos, que eso por ahí es un poco irregular por las etapas de frío, o el mismo colegio, pero en este caso tuvimos un buen número y en cuanto a lo competitivo, con la u13 nos medimos con los mejores de Córdoba, estando a la altura, y eso hace que sea positivo el año.
– ¿En cuánto varía la diferencia de entrenar a un jugador de Mini Básquet?
– Aldo Rodríguez: Es grande la variante. Nosotros en el Mini Básquet tenemos al deporte muy inclusivo, donde todos los chicos participan, no hay un nivel de exigencia grande, en cambio ya con los más grandes varía la cosa porque las exigencias son otras, mas allá de las categorías promocionales, son chicos que recién empiezan pero sí hay una gran diferencia entre los más grandes y chicos.
– ¿Cómo fue que nació la dupla técnica entre Rodríguez y Boiero?
– Fran Boiero: En mi caso particular trabajaba en otros lugares, no con el básquet, sino con la educación física en general y a Aldo en ese entonces le habían dado la categoría u13, al principio estaba solo, nosotros nos conocemos de antes, nuestras familias son amigas, y me llamó para ver si estaba interesado en ser parte del club y el proyecto que él comenzaba a transitar. Esto fue hace ya tres años aproximadamente. A medida que pasó el tiempo nos complementamos muy bien, fuimos sumando profesores, como el caso de Pampa, Iván, que es de gran ayuda en cuanto a la actividad física, entonces logramos un grupo de trabajo que hace que luego los resultados sean buenos. Si te sentís cómodo en el trabajo después se ven los frutos.
– ¿Qué es lo que le puede dar el básquet a un niño?
– Aldo Rodríguez: Más allá de lo motrizmente deportivo, yo creo que pasa por una cuota social, los chicos disfrutan mucho venir al club, disfrutar con sus compañeros, me parece que lo más importante no es que vivan del deporte o el básquet sino que disfruten hacerlo y por suerte creando un buen clima en todas las categorías lo pudimos lograr este año.
– ¿En qué se basa el trabajo de ustedes, ya que en el Mini Básquet tienen que ayudar al jugador dentro y fuera de la cancha también?
– Fran Boiero: Sí, nuestro rol más que todo es de educadores tanto fuera como dentro de la cancha. En el juego nosotros vamos a darle todas las armas posibles para que sean jugadores de básquet o no, eso se verá con el tiempo, lo ideal que los chicos estén acá en el club, sacarlos de la calle, que tengan amigos, que puedan venir a Bolívar fuera de las prácticas, ese es el objetivo, y que aprendan a jugar al básquet. Quizás el día de mañana alguno se quiera dedicar a este deporte, nuestro objetivo es formarlo como jugadores y personas sobre todas las cosas.
– ¿Qué objetivos se plantean dentro de lo que se viene?
– Aldo Rodríguez: Hay que seguir sumando experiencia. En mi caso tanto como ayudante de Polo como estando a cargo del Mini Básquet, cada vez sumar más para hacer un trabajo cada vez mejor. El club tuvo un año histórico con el título logrado en la primera parte del año, algo muy difícil de volver a logar, y compitiendo con clubes de potencia como Atenas, Instituto o el mismo Barrio Parque. Estamos contentos de haberlo logrado y ojalá en algún momento se pueda repetir.
Fotos: Gabriel Martín
Nota correspondiente a la edición n° 443 del semanario La Jornada, del 20 de noviembre de 2016.
