El miércoles de la semana pasada, integrantes de la comisión de Desarrollo Urbano Ambiental del Concejo de Representantes volvieron a reunirse con directivos de la empresa Aerosilla.

En la ocasión, la presidenta de la comisión, Carla Livelli, entregó una nota detallando “los puntos propuestos (…) para incorporar a un posible convenio entre las partes”, para evitar la expropiación.

Ante de avanzar, repasemos los antecedentes.

El 1 de marzo tomó estado legislativo un proyecto enviado por el intendente Esteban Avilés con el objetivo de expropiar una fracción del terreno donde se levanta el tradicional complejo turístico, incluyendo el sector donde está construido el salón de eventos Amathea. Se trata de unas 33 hectáreas. En los fundamentos se planteó la necesidad de “garantizar la preservación del bosque serrano en el entorno del Vía Crucis”.

Desde Aerosilla rechazaron la expropiación unilateral con una dura solicitada. El 16 de marzo, la firma presentó una “instancia de negociación para terminar rápida y democráticamente con el conflicto por la expropiación propuesta por la municipalidad a nuestra empresa”. En concreto, ofreció ceder “bajo la modalidad de donación la superficie de tierra propuesta en el proyecto de ordenanza de expropiación, hoy en tratamiento en el Concejo de Representantes, con exclusión del área donde está ubicado el salón de fiestas y convenciones, cuyas dimensiones y linderos quedan sujetas a futura mensura para subdivisión”. A cambio pedían la habilitación del salón.

El 27 de marzo se llevó a cabo una primera reunión con el cuerpo legislativo donde Aerosilla explicó la propuesta que permitiría resolver la disputa sin que el municipio tuviera que pagar nada.

La siguiente instancia entre las partes se dio la semana pasada.

Además de los terrenos que ofreció Aerosilla como donación, los concejales pidieron otro predio ubicado en el ingreso al Vía Crucis que ya está declarado de Utilidad Pública hace varios años. También pretenden que el municipio pueda hacer uso del salón de eventos, que Aerosilla desista de las acciones legales en marcha, y que se liberen las laderas.

La empresa se llevó el requerimiento y se comprometió a responder “lo antes posible”.

Según pudo averiguar La Jornada, si bien hay acuerdo en algunos puntos, otros generan dudas. La decisión la tomará el directorio y se dará a conocer a los concejales en los próximos días.

En declaraciones a los medios, Livelli aseguró que si la firma no acepta todos los ítems, avanzarán con el proceso de expropiación.

De llegarse a esta instancia, el valor de los terrenos será motivo de disputa judicial, seguramente.

En este sentido, la concejala oficialista se mostró molesta con la campaña que lanzó Aerosilla en las redes, donde se habla de un costo de 60 millones de pesos.

“Oficial lo único que hay es una tasación fiscal que no excede los 8 millones de pesos”, afirmó.

Para los directivos de Aerosilla, esta cifra está muy lejos de la realidad. Más teniendo en cuenta que no se trata solo de las laderas, si no de la infraestructura construida como es el caso del jerarquizado salón de eventos, y el ingreso completamente adoquinado.

 

Nota correspondiente a la edición n° 511 del semanario La Jornada, del 23 de abril de 2018.

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