Vecinos autoevacuados con pérdidas totales, las consecuencias de la tormenta

Por Jorgelina Quinteros

El 15 de febrero se cumplieron dos años de las inundaciones en las Sierras Chicas que afectaron a más de 1500 familias, generaron pérdidas millonarias y ocasionaron 11 muertes. Hoy esas personas viven en las mismas casas que se inundaron en el 2015 y aún le reclaman al Estado provincial y municipal que realice las obras correspondientes para evitar una tragedia ambiental y social en el futuro.

Ese mismo miércoles por la noche una fuerte tormenta azotó Villa Carlos Paz. Casas con más de un metro de agua en su interior, vecinos autoevacuados, árboles y ramas caídas y vehículos arrastrados en las calles convertidas en ríos son algunas de las complicaciones que produjo la lluvia y el granizo en nuestra ciudad.

Más allá de que la magnitud de estos dos hechos no es comparable, la demanda de obras para prevenir inundaciones y la necesidad de que el crecimiento urbano sea planificado en las sierras de Córdoba es común en ambos casos.

Los vecinos de nuestra ciudad que fueron afectados por la intensa lluvia del pasado miércoles también le exigen al municipio desde hace años que ejecute obras de desagües y retención del agua que baja a toda velocidad por las laderas de la montaña para impedir que ingrese a sus hogares y comercios.

Otro reclamo común es que el Estado desarrolle un plan de evacuación y asistencia a las víctimas que habitan las zonas más desprotegidas de la ciudad.

Si hay algo que la tormenta de la semana pasada dejó en evidencia es que las familias damnificadas por las intensas lluvias no fueron asistidas por los organismos y funcionarios municipales, ya que en todos los casos se autoevacuaron con la ayuda de vecinos y familiares. Tampoco recibieron una respuesta favorable cuando pidieron ayuda para limpiar, reconstruir parte de las viviendas o una solución para quienes no pueden volver a su hogar porque las casas se encuentran inhabitables.

 

La historia se repite

Una impresionante tormenta de lluvia y piedra azotó la noche del miércoles la ciudad pasadas las 20 horas, como desde hace tiempo no se veía en la zona. “El temporal generó inconvenientes de todo tipo. Árboles caídos, autos arrastrados y algunas casas a las que ingresó agua fueron algunos de los problemas registrados”. Este es un fragmento de una nota del 26 de diciembre del año pasado publicada en La Jornada Web. Lo ocurrido tiene similares características, por eso este párrafo cobra actualidad.

Un mes y medio después nada ha cambiado. Las lluvias y el intenso granizo produjeron anegamiento de las calles, desborde de los desagües, árboles que cayeron en pleno centro de la ciudad y casas y locales comerciales inundados.

Nos podemos remontar a las inundaciones del 2014 para ver que la historia se repite. Ese año la creciente del arroyo Los Chorrillos arrastró vehículos, destruyó una casa y generó 30 evacuados. No hubo víctimas fatales porque los vecinos ayudaron a la gente a salir de sus hogares. Durante este último temporal, la acción de los vecinos también fue clave para evitar muertes.

Prácticamente lo mismo relató hace unos días Érica Sánchez. Tanto ella como su hija de seis años quedaron atrapadas adentro de su vivienda con 1,40 metros de agua helada. Lograron salir gracias a la ayuda de una vecina que en medio de la noche pudo romper la reja de una ventana y posibilitó su evacuación.

La tormenta que afectó a la ciudad la semana pasada tuvo algunas particularidades. Se originó al sur de la cuenca y descargó agua con mayor intensidad en Carlos Paz, según información brindada por Esther Sánchez del CIRSA (Centro de la Región Semiárida).

De acuerdo a los datos recopilados, llovieron 53 milímetros en poco más de una hora. “Sabemos que hubo sectores donde la lluvia y el granizo fueron más intensos”, expresó el titular de Defensa Civil, Roberto Giménez.

“Estas tormentas localizadas se llaman convectivas, son las tormentas de verano. No toman grandes áreas ni son generalizadas, si no que descargan mucha agua en poco tiempo. La particularidad de ésta es que fue también con mucha piedra”, explicó Sánchez.

“Apenas se vieron las características del temporal, se activó el Comité de Emergencia”, detalló el responsable de Defensa Civil a VillaNos Radio 100.7. Advirtió el funcionario que “iba llevar unos días que vuelva todo a la normalidad, porque hay zonas que fueron muy afectadas”.

Hasta hoy se mantiene el alerta meteorológico. El viernes por la noche comenzó a llover intensamente y unas horas antes del cierre de esta edición las lluvias afectaban a gran parte de la ciudad.

Esta situación incrementó la preocupación de los vecinos damnificados por la tormenta del pasado miércoles.

 

Microcentro: El colapso de los desagües

La lluvia ocasionó el desborde de los desagües de las principales calles céntricas. Giménez precisó que los mayores inconvenientes se dieron en calle Finlay, Juan B. Justo, Alem, Punilla y Av. San Martín. Cinco vehículos fueron arrastrados y algunas motos. Sólo se generaron daños materiales menores.

“Gran cantidad de agua que descendía por Las Heras arrastró tres autos. Un árbol cayó en la avenida 9 de Julio frente a la Galería Marconi. También, hubo ramas caídas y fueron arrastrados dos vehículos frente a la oficina de Turismo”, especificó Rubén García, director de Seguridad VCP.

En minutos, las calles se transformaron en ríos y no es la primera vez que pasa.

Sin embargo, en cuanto a los desagües, Giménez dijo que, “funcionaron bien, pero el problema fue la gran cantidad de agua caída”.

“En algunos lugares se taparon por el arrastre de mugre. El agua arrastró ramas y basura hasta la zona de la boca de tormenta”, especificó.

Los vecinos y comerciantes de la zona no coinciden con la apreciación de que el desborde de los desagües se haya producido por la intensidad de la lluvia, sino que es un problema frecuente desde hace años en la zona.

El Paseo de los Artesanos fue unos de los sectores afectados por el ingreso de agua. Los pasillos funcionaron como un canal por el que pasaba el agua que fluía hacia el lago San Roque.

“Necesitamos una solución, esto pasa hace años y cada vez es peor. Tenemos que hacer hincapié en la prevención. Si no rompían uno de los muros para desagotar el agua, iba a pasar encima de las mesas”, manifestó Cristina Gómez de la Asociación de Artesanos Independientes. “Hicieron un muro de contención pero el agua entra igual y los desagües son muy chicos para el caudal de agua, no podemos decir que cada año llueve más”, enfatizó.

La rapidez con que irrumpió el agua en la carpa no les dio tiempo a los artesanos para resguardar sus pertenencias. “En diez minutos el agua y el barro estaban por arriba de la rodilla. Nos tomó por sorpresa, perdimos mercadería y, por lo menos, un día de trabajo”, afirmó Gómez.

El reclamo de los artesanos se suma a otros pedidos que desde hace un año realizan los vecinos de calle Las Heras al ejecutivo municipal para que resuelva los problemas de inundación que tiene esa zona del centro.

Radio Cyber 95.7 publicó en su página web una nota que ingresó a la municipalidad el 12 de abril del año pasado donde un grupo de vecinos solicitan al ejecutivo una “respuesta por escrito dando una solución al problema que lleva años y cada vez es más peligroso debido a las intensas lluvias, no esperemos que pase una tragedia para darle una solución”.

La nota está firmada por Ana Nazareth Bistacco, administradora del consorcio ‘Centro’ ubicado en la intersección con Lisandro de la Torre, quien se suma al pedido de Fernando A. Boschetti del 11 de enero de 2016.

La nota explica que, “estas calles sufren de inundaciones debido a la falta de canalización del agua que baja por la calle Juan B. Justo y Lisandro de la Torre cuando hay precipitaciones”.

El documento señala que, “esto afecta profundamente a los dueños de los locales, dañando sus propiedades”; “las veredas ubicadas en ‘pleno centro de la ciudad’ quedan convertidas en un río y es imposible poder transitarlas”, agrega.

La nota está dirigida al intendente Avilés y finaliza con la siguiente frase: “Ud. tiene conocimiento de esta problemática”.

 

Cansados de reclamar

Los funcionarios municipales confirmaron que hubo tres familias que decidieron autoevacuarse durante la noche, luego de que sus viviendas se vieran afectadas por el temporal.

“Se hizo toda la prevención con gente de bomberos, policía, seguridad urbana y defensa civil trabajando en todos estos lugares. Son tres o cuatro viviendas a las cuales les ingresó un poco de agua, pero no hubo consecuencias personales”, manifestó García.

Con el paso de las horas otra realidad se empezó a conocer. Son más de cuatro casas las afectadas y sí hubo vidas en riesgo. Es importante detenerse en dos apreciaciones de los funcionarios.

La primera es que las familias “decidieron autoevacuarse”, no hubo personal del municipio que desarrollara un plan de evacuación y asistencia a las familias inundadas. La segunda es que “se hizo toda la prevención”, si esto fuera así Érica Sánchez no hubiera tenido que ser rescatada por una vecina, luego de que se inundara su hogar por segunda vez en dos años.

Érica vive en calle Los Tamarindos (entre Los Gigantes y Los Cóndores). Su vivienda fue afectada por la tormenta del miércoles cuando, en poco tiempo, ingresó 1,40 metros de agua a su casa.

“La boca de tormenta es muy chica para la cantidad de agua que circula. Antes en esa zona había un canal, se vendieron los terrenos y se edificaron dos complejos. El agua busca su cauce y entra a las casas”, relató la mujer a VillaNos Radio100.7.

Remarcó que es la segunda vez que les pasa lo mismo, pero esta vez fue más grave porque estuvo en riesgo su vida y la de su hija de seis años.

“Estaba con mi hija y cuando vi que el agua estaba entrando por la puerta, atiné a cortar la luz. Cuando quise salir no pude abrir la puerta por la cantidad de agua. Al colapsar esa boca de tormenta baja mucha agua y no te deja salir”.

La intervención de una vecina fue la que permitió que su hija y ella pudieran salir de su casa. “Me quedé encerrada. Mi vecina logró romper la reja de la ventana y pudimos sacar la nena. El agua era helada por la cantidad de piedra que había caído”, describió.

La demanda de respuestas al municipio es un tema recurrente entre los relatos de los vecinos afectados por las últimas lluvias. “Nos cansamos de reclamarle al intendente que esta obra está mal hecha y no hay respuesta. No hay dinero para hacer obras te dicen. A los 15 días me mandaron una carta diciendo que fue algo natural, que la culpa no es de nadie”, expresó la vecina de Los Tamarindos.

Julio Flores es un vecino de barrio San Ignacio al que le ingresaron 10 centímetros de agua a su vivienda de calle Eva Duarte. “Tengo 50 años, me vine a los 12 años acá y toda la vida tuvimos este problema. Todos los desagües de más arriba desembocan en el barrio y se hace un lago, llueve poco y se inunda todo. Pasamos por cantidad de intendentes y siempre recibimos promesas”, recordó. “Queremos que venga una autoridad y camine la calle con los vecinos para dar una solución. Es muy difícil llegar a los funcionarios, pero Avilés conoce muy bien el problema”, añadió.

Sánchez también se refirió a la demora de los servicios de emergencia. “Tardaron más de media hora. Esta es una zona que nos ayudamos entre los vecinos”, subrayó.

Una situación similar pasaron varias familias que viven en Los Gigantes y José Ingenieros.

Matías Oviedo sufrió pérdidas materiales totales cuando ingresó un metro de agua a la vivienda donde se encontraba con su mujer y sus cuatro hijos. “Fue horrible, en cinco minutos vimos una oleada gigante que arrasó con todo”, afirmó.

En ese mismo momento, su cuñada Leticia González estaba atrapada en su casa con sus dos sobrinos. “Teníamos al agua hasta la cintura así que les pedí a los bomberos que corten la luz del pilar. Me dijeron que enseguida volvían y no volvieron nunca más, no regresó nadie. Lo tuvimos que hacer nosotros. No nos ayudaron ni a cortar la luz, ni a sacar a mis sobrinos que estuvieron encerrados media hora”, relató Oviedo.

La solidaridad de los vecinos es otro de los aspectos que destacan las familias damnificadas por el temporal. Su asistencia fue clave para evitar daños a las personas. “Los vecinos nos ayudaron hasta las cinco de la mañana esa noche para sacar el barro y el agua. Por parte de ellos hay mucha solidaridad. Lo que sí hay abandono por parte del municipio. No se acercó ningún funcionario al barrio”, denunció González.

“Quiero que venga alguien de la municipalidad y nadie te da una respuesta. Quiero que se fijen la obra donde han cerrado el desagüe, porque no soy el único afectado, somos varios”, agregó Oviedo.

La inundación en esta zona se produjo por una obra de desagüe que fue tapada por un vecino, produciendo el colapso del agua que se acumuló en las viviendas superiores de la cuadra. “Se formaron piletones que reventaron las tapias y toda esa agua empezó a bajar a mi casa que es la última. Hizo un efecto alud, bajo todo el barro y se reventaron los pozos. Todos los desechos cloacales quedaron en mi patio. Fue desesperante, 60 centímetros de agua helada entraron a la vivienda y en el patio había casi un 1,20 metro de agua”, explicó González.

Hoy los vecinos siguen llamando al municipio para pedir un contenedor o camión de poda para poder tirar sus pertenencias arruinadas, materiales para reconstruir las tapias y fumigación para combatir las alimañas que arrastró el agua.

En cuanto a la asistencia del municipio, Sánchez detalló que le respondieron “que seque bien la casa, que no pasaba nada”.

“Tuve que dejar mi hogar, porque no se puede vivir con la humedad que tengo”, subrayó. La vecina que salvó su vida de milagro insistió: “Necesitamos que el municipio reaccione y entienda que acá hay un problema y lo tienen que solucionar”.

Todo lo relatado por los vecinos ocurrió en medio de la noche, con el agua helada y sin asistencia de ningún organismo oficial en mayoría de los casos. Hasta el sábado el área de Seguridad Urbana manifestaba desconocer la situación de estas familias. “No hemos tenido reclamo de la gente. El municipio y Acción Social han asistido a los vecinos con subsidios y con todo lo que necesitaban”, dijo García.

 

Explicaciones oficiales

El desborde de los desagües fue uno de los motivos que ocasionó mayores complicaciones durante el temporal. Por lo tanto, el secretario de Desarrollo Urbano Ambiental, Horacio Pedrone, salió a dar explicaciones sobre este tema.

Sin embargo, fueron omitidas del discurso oficial los detalles de las familias que tuvieron que autoevacuarse. Sus casos se conocieron a través de los medios de comunicación.

Los vecinos hablaron de “abandono del Estado” y demandaron al municipio soluciones concretas en cuanto a la planificación urbana necesaria en las zonas más desprotegidas de la ciudad cuando llueve.

Pedrone definió como “una situación habitual” que los desagües se tapen. “La pedrea sacudió a los árboles y eso taponó los desagües con hojas”, señaló y destacó al portal Carlos Paz Vivo que se redoblaron los grupos de trabajo a cargo de la limpieza.

En cuanto a la avenida San Martín, especificó que, “el proyecto completo aún no está listo e incluye desagües desde la policía; los que están funcionaron bien, se llenan pero a los diez minutos escurren” y responsabilizó al Concejo de Representantes por las demoras en su aprobación. “Ahora se está re evaluando el proyecto para hacer algunas bocas de tormenta más sobre Maipú y San Martín y no tener que romper el asfalto nuevo”, advirtió.

Calificó a la situación de calle Las Heras como la “más problemática”. La postergación de las obras se debe a que no se inició la construcción del puente vehicular que “obliga a la realización de una serie de desagües que van a solucionar ese tema de manera definitiva”.

Así lo manifestó el funcionario: “Ante las demoras estamos trabajando para realizar un desagüe desde el Hotel Platino por debajo del Paseo de los Artesanos. Eso captaría la mitad del agua que cursa por Las Heras y evitaría las grandes inundaciones”.

Hace un año que los vecinos han iniciado reclamos formales por este tema, sin embargo, Pedrone no dio fechas estimadas para el comienzo de estas obras. Además, no hizo mención a la situación de otros barrios del sur de la ciudad afectados por las inundaciones.

La propuesta al comienzo de este informe era hacer un poco de historia para entender que las consecuencias de las últimas lluvias en Villa Carlos Paz no son un hecho aislado que deriva únicamente de cuestiones climáticas. La falta de planificación urbano-ambiental y el crecimiento desordenado de la ciudad generan inconvenientes que ponen en riesgo la vida de las personas y sus hogares.

El ejemplo de las inundaciones en Sierras Chicas es paradigmático en ese sentido, porque había estudios desarrollados por especialistas que alertaban sobre la situación crítica de la zona producto del desmonte y el desarrollo inmobiliario a la vera del río.

En nuestra ciudad, la voz de alerta está en los reclamos sistemáticos y recurrentes de los vecinos que ven sus vidas y sus hogares en riesgo y pasan noches sin dormir cuando llueve.

Está en manos del Estado municipal la obligación de planificar la ciudad teniendo en cuenta sus características topográficas y garantizando a los vecinos las obras necesarias para evitar que una fuerte tormenta ponga en riesgo a sus familias.

 

Para colaborar

Para colaborar con los vecinos afectados por las intensas lluvias de la semana pasada se pueden comunicar a los siguientes teléfonos:

  • Leonardo Bustos y Érica Sánchez – 03541-15666913

  • Matías Oviedo – 03541 15222071 (necesita frazadas, elementos de cocina y calzados de nena 26/27 y 38/39)

  • Leticia González – 03541 15576414 (necesita frazadas y calzado de nena 26/27 y de varón 29/30)

 

Nota correspondiente a la edición n° 453 del semanario La Jornada, del 19 de febrero de 2017.

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