A 70 años de la “masacre de Rincón Bomba”, se proyectó en Carlos Paz el documental “Octubre Pilagá”

Por Jorgelina Quinteros

El jueves pasado en la sede central de la Coopi se proyectó el documental “Octubre Pilagá – Relatos sobre el silencio” y luego se desarrolló un debate entre el público presente. Un nutrido grupo de vecinos participó de la actividad organizada de manera conjunta por el programa Ay Pachamama, Villanos Radio y la Asamblea Punilla Sur.

Esta producción audiovisual se estrenó en 2010 bajo la dirección de Valeria Mapelman. Fue desarrollada por un equipo de trabajo interdisciplinario que se adentró en el monte formoseño para recuperar los testimonios de los sobrevivientes de una masacre olvidada de la historia reciente nuestro país. Entre ellos se encontraba el comunicador Lionel Bravo, que integró el equipo de investigación y producción del documental y estuvo presente en la proyección.

70 años después casi no quedan testigos, solo la vergonzosa marca de la impunidad y el negacionismo estatal del exterminio a los pueblos originarios.

Fue en la tarde del 10 de octubre de 1947, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, cuando la Gendarmería Nacional abrió fuego sobre comunidades originarias en Formosa.

Bajo el falso argumento del “malón”, Gendarmería llegó hasta el lugar y fusiló con rifles y ametralladoras al pueblo Pilagá. Los gendarmes los persiguieron monte adentro, incluso un avión disparaba y asesinaba desde el cielo.

“Los Pilagá se habían reunido por un chaman, Luciano Córdoba, que sanaba con la palabra. Entre 2000 y 3000 personas se juntaron”, explicó Bravo. Los sobrevivientes experimentaron ese encuentro como una celebración hasta que la tarde del 10 de octubre del ’47 Gendarmería rodeó la zona.

“Empezaron a disparar, prendieron fuego a los ancianos. Son relatos desgarradores”, asegura Bravo en referencia a los testimonios que recupera el documental.

Al menos 20 días duró la cacería y la matanza. Las mujeres capturadas fueron violadas, niños y ancianos fueron asesinados salvajemente. Los sobrevivientes fueron esclavizados.

“Las personas se empezaron a dispersar para todos lados, sin agua ni ropa. Es ahí donde mueren muchos por infecciones y heridas”, aseguró.

Este hecho criminal fue invisibilizado durante años, pero permaneció en la memoria colectiva de la región como la “masacre de Rincón Bomba”. “Durante mucho tiempo los Pilagá no se animaban a denunciar por la represión que sufrían. De a poco empezaron a poder contar”, relató. El cerco de silencio que rodeó a la matanza comenzó a romperse.

El pasado 10 de octubre se cumplieron 70 años sin justicia. Así lo expresó Bravo: “No se castigó ni a Gendarmería ni al principal responsable Perón”.

A los escasos avances conseguidos en la causa judicial que se abrió en el año 2005 se suma este año el fallecimiento de Carlos Smachetti, copiloto de la Fuerza Aérea, que fue procesado por crímenes de lesa humanidad, pero nunca fue llamado a declarar en la causa. “Lamentablemente, era la única persona que los Pilagá podían ver en el banquillo”, advirtió Bravo.

La investigación del documental fue clave para identificar a algunos de los responsables materiales y políticos del hecho. “Empezamos a buscar documentación oficial y de prensa. Descubrimos que el ministro de Guerra y el del Interior a cargo de Gendarmería se comunicaban y daban órdenes”, especificó.

A su vez, también encontraron registros de lo que les sucedía a los sobrevivientes, señaló Bravo: “los llevaron a colonias aborígenes y los metieron como mano de obra esclava a trabajar, perdiendo su cultura, su idioma y sus creencias”.

Bravo reconoció que cuando accedió a la documentación que ratificaba los relatos orales de los Pilagá, los testimonios cobraron otra fuerza.

La masacre de Rincón Bomba no es un hecho aislado, se inscribe en un proceso genocida, de represión y expulsión de sus tierras a comunidades originarias que llega hasta nuestros días. Una anécdota de la película es un ejemplo claro de esto. “Cuando el traductor les decía que hablen de la matanza, ellos decían ¿qué matanza? ¿cuál de todas?”, recordó.

Es inevitable relacionar estos hechos con la situación actual de los pueblos originarios. No sólo persiste la violación de sus derechos, sino que se suman los ataques a quienes se solidarizan con sus luchas, como sucedió con la desaparición forzada de Santiago Maldonado.

En el marco de la conmemoración del Día del Respeto a la Diversidad Cultural, se proyectó este documental. Resulta necesario que para generar un verdadero respeto, dejemos la mera conmemoración simbólica para pasar un verdadero proceso de reconocimiento y puesta en práctica de los derechos de los pueblos originarios a vivir de acuerdo a sus marcos culturales y en la tierra q siempre habitaron.

 

Nota correspondiente a la edición n° 487 del semanario La Jornada, del 15 de octubre de 2017.

1 COMMENT

  1. Muy buena la nota Jor. Felicitaciones por la valentía. Quisiera sumar un par de anécdotas que pueden ser utiles para enriquecerel debate.

    1- Durante el Gobierno de Néstor Kirchner y en pleno apogeo de la discusión de derechos humanos el Gobierno Nacional se presento en la demaanda del pueblo pilaga por esta masacre alegando que la misma no tenia caracter de genocidio ni de delito de lesa humanidad y que el pueblo pilaga no era originario…

    2- En ese mismo salon yo personalmente se lo pregunte a Osvaldo Bayer y me respondió de manera bastante clara al respecto.

    3- Ni el Peronismo ni el Gobierno Nacional de ahi en adelante hizo jamas un meaculpa por ese silenciamiento.

    4. El documental habria tenido en su origen otro nombre que fue cambiado por presion del estado Nacional

    5. Deuda Interna presento en el Bicentenario pruebas sobre fosas comunes en corte suprema y la causa fue archivada.

    Son algunos condimentos que me parecen fundamental es a la hora de no sesgar el analisis político de nuestros dolores históricos.

    Abrazo grande

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