Un libro que es un acto de justicia narrativa para Mario Díaz

Por Evelina Ramírez


Aun no se cumple un año del fallecimiento del dirigente sindical y cooperativo Mario Díaz y su vida de militancia sigue siendo reconocida de diferentes maneras. En agosto, el encuentro provincial de MAS Cuba (Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba) llevó su nombre, la Cooperativa Integral colocó en una de sus paredes una placa de reconocimiento a su vida de lucha y recientemente el sindicato de Gráficos decidió publicar un libro – homenaje titulado “Mario Alberto Díaz, el otro sindicalismo” que ya fue presentado en la Feria del Libro de Córdoba en septiembre y en la Casa de la Cultura de la COOPI, a fines de octubre.

El libro reúne escritos de diferentes personas que lo recuerdan a Mario en sus diferentes dimensiones: como dirigente sindical del gremio Gráficos, como referente del mundo cooperativo, como militante de organismos de derechos humanos, como integrante de los movimientos de solidaridad con Cuba y la Patria Grande Latinoamericana y también como hombre de familia.

En el prólogo del libro, la actual secretaria General del sindicato Ilda Bustos, destaca que esa pluralidad de voces en la escritura es “un testimonio de cuánto se lo quería y cuánto duele su partida física inesperada, más teniendo en cuenta que por su edad era un hombre maduro pero que podía vivir unos cuantos años más”.

El libro es una reivindicación a su figura. Una reivindicación necesaria. Un acto de justicia narrativa para Mario Díaz, para su vida de lucha, de entrega, de compromiso en la gestión de servicios públicos con sentido cooperativo; para su trabajo por la cultura y por la defensa de los derechos humanos.

Y en este punto bien vale dejar por escrito lo que se comentó en cada homenaje: a días de fallecer, Mario estuvo participando en la marcha del 24 de marzo, exigiendo la continuidad de las políticas de memoria, verdad y justicia. Hasta el último aliento peleó también por la continuidad de Carlos Paz Gas como experiencia de gestión local y con lógica solidaria. 

Es evidente que el conflicto que la dirigencia de Carlos Paz Unido emprendió contra la COOPI ha hecho daño a la ciudad. El más evidente es el deterioro en la calidad del agua que hoy las y los carlospacenses recibimos en nuestros domicilios. Ha hecho daño en el tejido social con las divisiones que generan las decisiones que se toman en nombre de la interpretación de un “sentir popular” que nunca es consultado. ¿Acaso a algún vecino o vecina se le preguntó si querían que el municipio asuma el servicio de agua?, ¿hubo audiencia pública, consulta popular, una encuesta, algo? La respuesta es un rotundo no.

Mismo sentido vale para la destrucción de Carlos Paz Gas. Todo resuelto de manera unilateral, arbitraria, con autoritarismo y vulnerando instituciones de la democracia como el propio Concejo de Representantes. 

Contra eso y mucho más peleó Mario Díaz. Y la vida se le fue en ello. Por eso es más que necesaria su reivindicación. “Le agradecemos al sindicato de Gráficos por haber tenido esta iniciativa y por querer compartir la presentación en la COOPI. Es un justo, merecido y necesario recuerdo y homenaje al compañero Mario”, comenzó expresando el gerente General de la Cooperativa Integral, Rodolfo Frizza en la presentación realizada en la Casa de la Cultura.

Del panel de presentación participaron su hijo Maximiliano Díaz; el histórico dirigente del Sindicato del Personal de Obras Sanitarias (SIPOS) y hoy vinculado al Sindicato Vial de Córdoba, Luis Bazán; la secretaria General del gremio Gráficos, Ilda Bustos; el periodista y dirigente del Partido de la Liberación, Sergio Ortiz; y el referente histórico de la COOPI, Alejandro Eguiguren.

“La COOPI fue la otra casa que tuvo mi padre”, comenzó diciendo Maximiliano y añadió: “Este libro es un instrumento de formación para los compañeros jóvenes. Necesitamos una nueva conducción comprometida que está presente y gestándose”.

Bazán, por su parte, sostuvo que reconocer a Mario y tener la capacidad de dar cuenta de las diferentes facetas de su vida de militancia “no es fácil”.

“Nos conocidos desde joven, en el ultimo pico de la ola de la década del ’60. Allí, la gran mayoría de los pueblos oprimidos estábamos en un estado de movilización de millones, buscando una transformación profunda de las estructuras y de los órdenes sociales. Llegamos muy verdes a ese momento, porque éramos jóvenes, pero mamamos esos paradigmas, horizontes y objetivos que se planteaban los pueblos y la clase trabajadora. Eso nos marcó para siempre. La preeminencia de lo colectivo y la construcción de objetivos revolucionarios se nos hizo carne, por supuesto dentro de nuestras limitaciones de formación, experiencia y claridad política.          

“También compartimos la otra fase. La de la declinación de los proyectos por la represión y la incidencia de los imperialismos y de las elites locales que a sangre y fuego sofocaron esos proyectos. Entramos en una noche de terrorismo de Estado y desaparición de personas de las organizaciones populares y movimiento obrero. Esa experiencia también la compartimos y fue difícil. Eso también nos marcó. El contexto era muy árido, muy difícil. Pero esto no impidió que Mario siguiera con su militancia y trabajando, en los espacios que fuere, para hacer reales los objetivos de liberación que se nos habían hecho carne”, describió.

En la misma línea fue el recuerdo de Ilda Bustos quien sostuvo que hablar de “otro sindicalismo” implica salir de las meras reivindicaciones sectoriales para ir por una transformación más profunda. Destacó también la disciplina de registro de cada decisión que se tomaba en el gremio y recordó que Mario Díaz era el autor de los boletines informativos que comenzaron a producir una vez que fue normalizado el sindicato tras la recuperación de la democracia. “Mario les dio una impronta diferente a los boletines. Su lucha y accionar gremial no se ha perdido”, remarcó.

Sergio Ortiz, periodista y dirigente del Partido de la Liberación, fue el articulador y persona clave en la redacción del libro. Le tocó la tarea de recopilación y pulido de los textos de las personas que escribieron. Durante la presentación en la COOPI afirmó que el desafío está en ser “fieles al legado del compañero Mario Díaz”.

“Mario no era un nacionalista estrecho, era un hombre de izquierda. Vamos a ser claros. Era un revolucionario. Hay que dejar de tenerle miedo a las palabras. Después hay que ser consecuentes con los hechos. Somos revolucionarios y no reformistas. Somos de izquierda y no furgonetas. No somos oportunistas. Luchamos. En los distintos pasajes por organizaciones a las que perteneció Mario, siempre tuvo ese punto de vista. De ahí, las polémicas y discusiones que pueda haber. Hay que ser fieles a ese legado”, enfatizó.

El último en tomar la palabra fue Alejandro Eguiguren quien, a través de fotografías, repasó la vida de lucha de Mario. Visiblemente emocionado sostuvo que Díaz “tenía absolutamente claro de que quien no cambia todo, no cambia nada”.

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