Villa Carlos Paz fue sede de un encuentro nacional para pensar la salud colectivamente

Por Evelina Ramírez

tapa_445_la_jornada_04-12-16-webReunir a más de 300 personas de distintos puntos del país para pensar colectivamente otra forma de abordar la salud, es transformador. Revolucionario. Porque se trata de pensar y construir una alternativa que emerja del propio campo popular y dispute espacios de desarrollo al modelo médico hegemónico que, dicho en términos sencillos, propone muchas veces una solución mágica a afecciones de distinta índole simplemente recetando una píldora.

“Es más fácil darle a una persona medio Clonazepam por día que entender, en su nivel fundante, político, social y económico, qué es lo que le está pasando”, resume con notable claridad Alfredo Grande, psicoanalista y fundador de la cooperativa de salud mental Ático.

Pensar la salud con otro sentido, es necesario. Porque existe todo un negocio detrás de la enfermedad. Porque el énfasis está puesto en curar y no en prevenir. Porque resulta necesario recuperar el sentido humanitario de cuidar la salud de cualquier ser humano, sin importar su lugar de origen o nivel socioeconómico.

Pensar la salud desde las prácticas comunitarias para fortalecerlas fue uno de los principales objetivos del 6to Encuentro Nacional de Prácticas Comunitarias en Salud que se desarrolló en nuestra ciudad durante el fin de semana pasado, bajo la consigna “La Coopi es salud, la Coopi es Encuentro”.

De hecho, la elección de la Cooperativa Integral como sede central de este evento fue, justamente, para expresar el apoyo de este colectivo de organizaciones “en este lugar y en este momento”, atento a los ataques que la institución vienen padeciendo sistemáticamente de parte del gobierno del intendente Esteban Avilés. Así lo dejaron plasmado en un documento que fue firmado por las distintas instituciones, profesionales y referentes de experiencias comunitarias de todo el país (ver recuadro aparte).

A lo largo de tres jornadas hubo más de 90 exposiciones que permitieron abordar la salud desde la perspectiva comunitaria. Esto es, con el otro. Incluyendo su mirada, su pensamiento y sentir. “Lo primero que hay que poner en el balance es que pudimos hacer el Encuentro. Eso me hace sentir extremadamente contento y potenciado”, evaluó Héctor Fenoglio, psicoanalista y director de la Fundación La Puerta – Centro de Salud, Arte y Pensamiento- y uno de los organizadores del evento.

Este Encuentro nació en el año 2010. Se trata de una organización horizontal y autogestiva integrada por un conjunto de instituciones, ONGs, agrupaciones políticas, sociales y profesionales, centros de estudiantes, organizaciones vecinales, microemprendedores y equipos de atención articulados en red en pos del desarrollo de la salud comunitaria.

En los primeros encuentros sólo se abordaban las prácticas comunitarias en salud mental. Pero luego, con el correr de los años, se fueron incorporando nuevas temáticas como la cuestión ambiental (a partir de la incorporación de las luchas de organizaciones contra la megaminería y el modelo extractivista) y la cuestión de género (con la necesidad de analizar y abordar la violencia machista).

La fortaleza de esta organización colectiva nace del encuentro. De conocerse. De intercambiar experiencias. Evaluar debilidades y fortalezas. Proyectar propuestas comunes y seguir apostando a construir otro modelo de salud.

A través de talleres vivenciales, presentaciones de libros, charlas-debate y foros, se compartieron prácticas y dispositivos de salud comunitaria. Y al plantear una mirada holística del ser humano, la salud es un concepto que se aborda en un sentido integral.

Esto, en lo concreto, implicó el desarrollo de diversas temáticas como la alimentación, con el acento puesto en la soberanía alimentaria (entendida como el derecho de los pueblos a consumir alimentos sanos y nutritivos, económicamente accesibles, y producidos de manera ecológica, sin la utilización de agroquímicos).

De hecho, a lo largo de las tres jornadas, los participantes del Encuentro elaboraron colectivamente la comida en ollas populares. Todo elaborado con ingredientes orgánicos adquiridos a los productores de Córdoba.

También se habló del pensamiento crítico como práctica saludable. Y el pensamiento con el otro, para romper la alienación. “Solo son saludables los que luchan. El que lucha está sano. El que ya no lucha y tiró la toalla o la tiraron por él, es el que está enfermo. El ‘normal’ es una persona enferma de realidad. De realidad represora”, dijo Alfredo Grande.

El hacer con el otro es la esencia de lo comunitario. En este sentido, hubo insistentes menciones a recuperar el contacto humano con el otro. Sin mediaciones tecnológicas. Las nuevas tecnologías (computadoras, celulares y todos sus derivados) lo que han hecho es aislar al ser humano y –al mismo tiempo- darle la sensación de conectividad. Pero una conectividad que es solo virtual. Y que necesariamente tiene que ser revisada.

“Hacerse cargo de la vida no tiene sentido si no es en la vida con otras vidas. En lengua simple: solos en la vida, vamos muertos. Nosotros necesitamos vida. La vida es algo hermoso. Hay que vivirla siempre con potencia y desafío”, proclamó Vicente Zito Lema y remarcó: “La tecnología no sirve para nada si solo da dolor y diferencia social”.

Pensar la salud no sólo implica cuerpo y mente, sino también espíritu. Y el espíritu se expresa y manifiesta a través del arte. Por eso, al pensar las prácticas comunitarias en salud, también se piensa en el arte. “El arte es una herramienta terapéutica. Mejora tu salud interna y externa. En la cooperativa Ático hablamos de arte implicado. Son terapias grupales y desde el arte.

“Las artes implicadas surgieron cuando nacióAmnistíaInternacional (década del ‘60). El arte implicado significa que el artista depone su mirada y comparte su perspectiva con la persona que produce con él”, relató Oscar Ciancio, del Frente de Artistas del Borda.

Como ejemplo de ese concepto comentó la experiencia de Voces en los Muros, un mural comunitario que nació en el hospital manicomio Borda. “Nosotros vamos con la técnica del mural y la pintura. Pero no llevamos un proyecto hecho, sino que le damos lugar a la mirada del otro. El artista depone su mirada para darle lugar al otro, sabiendo que el producto estético resultante puede perder desde la técnica, pero gana en ética”, describió. El resultado final es el principio de la elaboración de una nueva estética. “También se gana mucho en sentido cuando el autor depone su mirada. Porque es el autor compartiendo la experiencia de creación”, resaltó.

 

Salud política

“La salud está inscripta necesariamente en un proyecto político”, sostiene convencido Fenoglio en uno de los foros. “En la construcción de ese paradigma de salud comunitaria se hermanan muchas generaciones: la del ‘60, con Vicente Zito Lema; la del ’70, la mía; los compañeros que lucharon en los‘80; los que resistieron los ‘90. Los compañeros que hicieron una resistencia heroica a partir del 2000 con el movimiento piquetero. Y luego todo el proceso que se abrió con el gobierno de Néstor y Cristina, que podremos tener desacuerdos, pero amplió las posibilidades de desarrollo enormemente”, subrayó.

Ante esa trayectoria histórica, consideró que el presente es “extremadamente difícil”. Por eso, dijo que el principal desafío es “construir un verdadero poder popular afirmado en nuestros poderes y medios”.

La forma de construir ese poder popular es a través del trabajo territorial, fuertemente afianzado en la experiencia colectiva.

“Esta es la forma de construir poder popular, encontrándonos”, afirmó.

“Los cambios que se producen superestructuralmente, por ejemplo, con una ley, después son inaplicables. Muy distinto es cuando hay un poder popular, donde quienes están haciendo la cuestión puede que se encuentren con obstáculos y la experiencia se desarme. Pero ésta vuelve a crecer. Con los mismos compañeros o con otros. Esto es una verdadera construcción de poder popular. Sin eso, aun las mejores experiencias que se pueden ganar con elecciones, se van a caer.

“Venimos de una experiencia muy interesante con el kirchnerismo, pero que no se terminó de propiciar lo suficiente el empoderamiento popular efectivo. Con lo cual, una mala elección lo que posibilita es que se borre esa experiencia, porque está afincada solamente en el poder del Estado político y en resoluciones legislativas. Otra cosa es cuando esa experiencia se afirma en el poder popular. Esta es la esencia misma de las prácticas comunitarias”, remarcó.

En el marco de un gobierno neoliberal cuyas decisiones afectan fuertemente a la clase trabajadora, resulta más necesario que nunca que el campo popular se organice. En este punto, bien vale hacer alusióna la interpelación directa que Zito Lema hizo hacia la militancia: la necesidad de formación.

“Hay que capacitarse, hay que estudiar. El enemigo tiene cuadros. Compra cuadros, compra intelectuales, compra artistas. Y nosotros no podemos aportar más que nuestra conciencia y nuestro amor. Y eso vale, sin dudas. Pero la conciencia y hasta el amor, también se alimentan. Hay que leer, hay que estudiar y prepararse. Eso no lo podemos entregar. La educación pública también se la defiende estudiando”, declamó.

Está claro que otro modelo de salud es posible. Y que esto se construye a través de la política y con el otro. Está claro que es posible otra salud, siempre y cuando seamos capaces de reconocer que este sistema capitalista basado en el individualismo egoísta y la mercantilización de la vida, nos enferma.

 

Frases destacadas

“No es fácil esa frase de ‘el Estado somos todos’. No es así. El Estado no somos todos. El Estado es la organización jurídica de la clase dominante. Y si el Estado somos todos, ¿por qué no viajamos todos?, ¿por qué no todos tenemos jubilación de privilegio? El Estado no somos todos. Además, hay Estados y Estados. Hay Estados socialistas, populistas, autogestionarios incluso.

“Entonces, cuando hablamos de salud para mí hay una operación básica que es ubicar en esa lucha de clases, la clase de los reprimidos y la clase de los represores. Sin esa clasificación, es imposible seguir adelante. Por ejemplo, el tabú dela violencia. La violencia es la partera de la historia. Fidel Castro, el Che Guevara, Castelli fueron violentos pero no fueron crueles.

“La cultura represora no es violenta. Es cruel. La crueldad es la planificación sistemática del sufrimiento. Estas empresas, como se habló recién de Monsanto, son crueles. Porque planifican el daño. No es que se les escapó. Si nosotros aceptamos el tabú de la violencia, nos quedamos sin la única arma para enfrentar la cultura represora”.

Alfredo Grande. Psicoanalista y fundador de la cooperativa de salud mental Ático.

 

“Nadie te regala la llave con que se abre la vida. Esa llave, si es que existe –y si existe, más que una llave, es una nube-, habrá que construir y construirla entre todos. He ahí el gigantesco desafío”.

Vicente Zito Lema. Abogado, psicólogo social, dramaturgo, poeta y escritor.

 

“La salud está inscripta necesariamente en un proyecto político. Cuando se dice que la salud es una cuestión meramente técnica, sabemos lo que hay detrás de ese discurso. No es posible pensar una salud comunitaria sino desde un proyecto político comunitario. Sabemos bien que el modelo médico hegemónico está sostenido y expresa un modo de poder hegemónico y de producción hegemónica de vida. Y en este punto, nosotros no somos aparentemente nada. Esto muchas veces nos desanima. Es muy difícil juntarnos todos los años. Lo que es increíble es que la potencia de un deseo y de una idea de vida correcta, sigue moviendo montañas         

Héctor Fenoglio. Psicoanalista y director de la Fundación La Puerta – Centro de Salud, Arte y Pensamiento

 

La Red de Vecinos por la Vida expuso su reclamo por los tendidos de media y alta tensión

red-de-vecinos-por-la-vida-en-el-6to-encuentro-nacional-de-practicas-comunitarias-en-salud-2En el marco del desarrollo del foro “La salud como proceso o mercancía – abordajes y desafíos de las prácticas comunitarias”, integrantes de la Red de Vecinos por la Vida expusieron la problemática que afecta y moviliza a los vecinos del sur de Villa Carlos Paz, a raíz de los trabajos que vienen emprendiendo EPEC (primero, construyendo una planta de alta tensión en una zona de reserva y al lado de viviendas y luego, con la extensión del tendido de media tensión de manera subterránea).

El principal temor de los vecinos reside en la hipótesis de que los campos electromagnéticos que producen los tendidos y alta y media tensión generan alteraciones biológicas capaces de ocasionar diversas patologías cancerígenas, siendo la población infantil la más vulnerable.

“Este tema de la radiación electromagnética que está siendo analizada en todo el mundo es porque se ha comprobado que puede producir cáncer –fundamentalmente de cerebro-, duplica el número de casos de leucemia infantil en los niños que están expuestos a las radiaciones”, explicó el pediatra Jorge Herrou, integrante de la Red de Vecinos por la Vida.

En la misma mesa de exposición se encontraba Alfredo Grande, psicoanalista y fundador de la cooperativa de salud Ático, y representantes de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, que llevó adelante la lucha contra la instalación de Monsanto en la localidad de Malvinas Argentinas.

Al finalizar las exposiciones, desde la Red de Vecinos por la Vida sumaron varias firmas de adhesión al proyecto de ordenanza que propone una regulación de los campos electromagnéticos en Villa Carlos Paz. Vale recordar que este proyecto fue entregado en mano al intendente Avilés en agosto de 2012, en el marco de la apertura de sesiones legislativas, y nunca recibió tratamiento parlamentario.

En el proyecto se propone que “en el Ejido Municipal de la ciudad de Villa Carlos Paz, los Campos Magnéticos de Frecuencias Extremadamente Bajas (CEM FEB) generados por tendidos de líneas eléctricas de todas las tensiones, aéreas o subterráneas, y las estaciones transformadoras de energía eléctrica de cualquier nivel de transformación, deberán ser inferiores a 0,3 microteslas (0,3 µT) medidos en la línea municipal (LM) de cada vivienda”.

“Hay países que ya adoptaron estas medidas: Italia, Suecia, Suiza, Australia, varios estados de los Estados Unidos. Adoptar medidas de no radiación supone por parte de las compañías eléctricas un gasto muy grande. Pero ¿qué vale más que una vida?”, se preguntó Herrou.

 

Fuerte apoyo a la Coopi

La Cooperativa Integral recibió un fuerte respaldo de organizaciones sociales y comunitarias que participaron del 6to Encuentro Nacional de Prácticas Comunitarias en Salud.

De hecho, la elección de la Cooperativa Integral como sede de este evento fue, justamente, para expresar el apoyo de este colectivo de organizaciones “en este lugar y en este momento”.

Así lo dejaron plasmado en un documento que fue firmado por las decenas de instituciones, profesionales, referentes de experiencias comunitarias de todo el país. “El lugar de encuentro fue propuesto por integrantes de este colectivo que son conocedores del recorrido y trayectoria de la Coopi, que más allá de ser una cooperativa de usuarios prestadora de servicios públicos, fundamentalmente los de agua potable y cloacas, ha desarrollado en los últimos 30 años, a través de sus conceptualizaciones teóricas, su práctica y su prédica, un espacio de salud comunitaria que trasciende el mero acto prestacional y que entra en consonancia con los paradigmas que planteamos en el desarrollo de estos encuentros”, se lee en el escrito.

El encuentro contó con la presencia de notables intelectuales de la talla de Vicente Zito lema, Héctor Fenoglio, Alfredo Grande, Oscar Ciancio, que también respaldaron la tarea de la Cooperativa. “Hacer este encuentro en el momento político que está atravesando la Coopi nos pareció fundamental”, afirmó Fenoglio.

Por su parte, Zito Lema hizo un encendido discurso en el marco del festival que se realizó el domingo en la escuela Carlos Paz. “Si un intendente elegido democráticamente por un sector de la sociedad quiere cometer actos contra el bien social, no son actos democráticos sino actos autoritarios. Llegar de mandatario no es llegar como un patrón de estancia a hacer lo que quiero”, sostuvo e invitó al intendente que “medite lo que está haciendo”.

 

Nota correspondiente a la edición n° 445 del semanario La Jornada, del 04 de diciembre de 2016.

 

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