Horacio Gigena, vecino de barrio Colinas y habitual usuario del transporte urbano, sostuvo que aunque se redujo el aumento, “nos seguimos manifestando en contra”.
“El servicio bajo ningún punto de vista merece aumento. Estamos del lado del vecino, el servicio es malo y no hay acciones concretas por parte del Estado para solucionar esta problemática”, denunció.
Gigena fue uno de los impulsores de las reuniones que se llevaron a cabo tiempo atrás entre usuarios de distintos barrios para reclamar de manera conjunta mejoras en el servicio.
“Hicimos reuniones y presentamos notas pero no hay ninguna respuesta del ejecutivo. Nunca se acercaron a hablar y estamos agotados de que no se escuche la voz del vecino”, afirmó.
Adelantó, además, que van a motivar la participación de los usuarios en la audiencia pública: “hay mucha gente que se ha movilizado y que manifiesta lo mismo, que la situación actual del servicio no tiene correlato con el aumento”.
“Dar un aumento no significará una mejora en el servicio hasta tanto no se generen acciones concretas y que el Estado intervenga como órgano de contralor”, dijo. Y puntualizó que, a pesar de las denuncias y el régimen de penalidades previsto, “no se aplicaron sanciones en casos de faltas graves que van desde asientos rotos hasta demoras de dos horas en la frecuencia”.
Sobre la propuesta de que las paradas cuenten con sistema GPS, lo tomó como una burla. “Es una cuestión alejada a la realidad. Hablan de paradas inteligentes cuando hay paradas que no tienen techo. Lo repudiamos totalmente y lo consideramos una falta de respeto”, aseveró.
Nota correspondiente a la edición n° 455 del semanario La Jornada, del 05 de marzo de 2017.
